La Policía confirma que el PP sufragó las obras de su sede en Génova a cuenta de la caja B
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) ha ido planta por planta desglosando los pagos y relatando las «anomalías» en algunas facturas
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) ha ido planta por planta desglosando los pagos y relatando las «anomalías» en algunas facturas
La unidad policial que investigó los famosos «papeles de Bárcenas» ha desgranado este jueves en el juicio las evidencias con las que concluyó que el PP sufragó parte de la reforma de su sede con dinero en efectivo procedente de la caja B que controlaba su extesorero Luis Bárcenas.
El inspector jefe Manuel Morocho, que también dirigió las pesquisas del caso Gürtel, y su equipo de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, ha continuado exponiendo los ejes de su investigación en el juicio que celebra la Audiencia Nacional.
En esta jornada se han centrado en el pago de la reforma de la sede del PP en la madrileña calle Génova y se han reafirmado en su tesis y en la de la Fiscalía: que parte de esas obras se pagaron con la caja B.
El fiscal cree que en 2006 el PP destinó 664.000 euros de esa contabilidad B a pagar las obras y en 2008 otros 888.000 euros con el objetivo de «dar salida a dichos fondos» opacos y obtener «un descuento del 8% o 10%», además de un «ahorro fiscal» al ocultar dinero a Hacienda. Sostiene que los pagos los acordó Bárcenas con el dueño de la empresa que hizo las obras, Gonzalo Urquijo, y que el exgerente del PP Cristóbal Páez lo sabía. Los tres están acusados.
Durante su exposición, eminentemente técnica, el inspector jefe Morocho ha ido planta por planta desglosando los pagos y relatando las «inconsistencias» y «anomalías» que encontraron en algunas facturas.
En varias plantas, ha afirmado, descubrieron que se elaboraron dos certificaciones de obra (documentos que cuantifican los costes tras finalizar los trabajos) por diversos importes. La diferencia entre ambas cifras, ha indicado, fue pagada en parte con la caja b.
También se encontraron, ha continuado, «con dos realidades» al ver que en una de las plantas se había abonado una factura «reflejada en la contabilidad A» complementada con «un pago ajeno al sistema económico», es decir, en B, por 184.000 euros.
En definitiva, «el modelo» que se siguió, ha ilustrado el inspector, fueron «pagos por cheque o transferencia bancaria» y otros efectuados «por maneras ajenas al circuito económico».
A lo largo de su investigación policial el equipo fue conectando las salidas de dinero reflejadas en «los papeles de Bárcenas» con el pago de la reforma. Hallaron, por ejemplo, apuntes a nombre de «Gonz. Urquijo» por 195.000 euros; o «Gonzalo Urquijo (planta 3)» por 235.000 euros, entre otros, que vincularon con el abono en negro de parte de las obras.
Los investigadores también han explicado los principales indicios que hallaron contra los acusados Gonzalo Urquijo y Belén García, dueños de la empresa Unifica, que realizó las obras y que, según confirmaron, también tenía su propia «caja B»
Tras la investigación dedujeron que se ordenaba a proveedores la elaboración de «facturas ficticias» para reducir el pago de IVA. Son los proveedores «piratas» a los que algunos empleados hacían referencia en correos que han sido objeto de debate en el juicio.
Fue también «significativo» para ellos la visita de los socios a las cajas de seguridad que tenían en dos bancos el mismo día en que se producía algún pago procedente de la contabilidad B del PP.
Han hablado además del patrimonio que Urquijo y García tenían en el extranjero (Suiza, Luxemburgo y Canadá) y que les llevó a regularizar en 2012 en torno a 109.400 euros cada uno, y han relatado una «operativa de alimentación y vaciamiento» de la cuenta que Unifica tenía en Suiza, que llegó a albergar 5 millones de euros.