El PSOE culpó a Vox de la amenaza a Maroto antes de que la Policía identificara al autor
Los socialistas azuzaron el fantasma de la «ultraderecha» a pesar de que el mensaje intimidatorio fue enviado por un esquizofrénico
Los socialistas azuzaron el fantasma de la «ultraderecha» a pesar de que el mensaje intimidatorio fue enviado por un esquizofrénico
La amenaza en forma de navaja que recibió este lunes la ministra de Industria, Reyes Maroto, marcó la jornada de la campaña electoral madrileña. Las condenas por parte de todos los grupos políticos no tardaron en llegar, como tampoco la utilización del hecho por parte del PSOE para cargar las tintas contra la ‘amenaza’ de la «ultraderecha».
La cosa, sin embargo, no tuvo tanto vuelo, ya que, apenas una hora después de que trascendiera que Interior había interceptado una navaja remitida a Maroto, se conocía la identidad del autor de la amenaza. Se trata de un hombre vecino de El Escorial que padece esquizofrenia.
Aunque la amenaza había venido de una persona desequilibrada, el PSOE se había apresurado a acusar a la «ultraderecha» y al «fascismo», en clara referencia a Vox, de ser responsable de lo sucedido.
La propia titular de Industria afirmó que el hecho de que hubiese recibido amenazas se debía «en parte a su discurso del odio», en alusión a la formación que lidera Santiago Abascal. Maroto pidió «pensar en las causas» que habían propiciado estos hechos, y habló del «discurso de odio de la extrema derecha» como una de ellas.
Por su parte, la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, señaló que «a todo delito de odio lo precede un discurso de odio». Durante un mitin, Lastra se dirigió a Vox: «Desde aquí, al fascismo: no vais a pasar. Ya se están pasando, hay que frenarlos. Llamo a todo el pueblo de Madrid frente a las amenazas, frente al fascismo, frente al miedo».
La portavoz del PSOE en la Cámara Baja apeló a sus votantes para evitar que Madrid se convierta «en la primera capital de Europa donde gobierne la extrema derecha». «Hay mucho en juego, no se trata solo de Madrid, ni siquiera se trata de España. Se trata de la democracia. Se trata de nuestra libertad y de la convivencia», concluyó Lastra.
