Con el adiós a la vida política, Pablo Iglesias deja atrás también su antiguo peinado: esa coleta que le caracterizó desde que apareció en la escena política, tras el 15-M.
Por qué es importante: el exlíder de Unidas Podemos se desprende así de una de sus señas de identidad política más potentes después de renunciar a todos sus cargos, una decisión tomada a raiz del fracaso estrepitoso de su partido en las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo, a las que se presentó como candidato.
En una foto difundida por el diario La Vanguardia se ve a Iglesias con el pelo corto y la raya al lado, con un aire de ‘niño bueno’, y sin la coleta o el moño que tantas críticas le valieron durante su carrera política. Sentado en una mesa al aire libre, con un libro en la mano y con nueva imagen, Iglesias reaparece tras su dimisión.
Pablo Iglesias dejó su vicepresidencia en el Gobierno para presentarse como candidato de Unidas Podemos a las elecciones de la Comunidad de Madrid. Fracasó estrepitosamente. Tras los comicios, su partido es la quinta fuerza en la Asamblea madrileña, con solo 10 diputados.