Si la primera reunión entre Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso el pasado mes de septiembre estuvo marcada por la crisis del coronavirus y la imagen de ambos rodeados de banderas de España y la Comunidad de Madrid, en la segunda celebrada este viernes el tema central ha sido Cataluña y la escenografía mucho más sobria, en Moncloa.
Lo más importante: la cita, de una hora y media de duración, ha tenido lugar en el Palacio de la Moncloa, lo que ha supuesto un cambio de escenario respecto a la reunión concertada en septiembre de 2020, en la que Ayuso ejerció como anfitriona en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
No ha sido el único cambio, pues entonces el cónclave estuvo marcado por la pandemia y las desavenencias en la gestión sanitaria entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno, una constante durante la crisis. Entonces Sánchez y Ayuso escenificaron su tregua con una comparecencia conjunta en la que, flanqueados por dos docenas de banderas de España y Madrid, anunciaron la creación del Grupo COVID-19 para coordinar el trabajo de las dos administraciones.
La paz duró apenas veinte tensos días, los que tardó el Gobierno en decretar el estado de alarma en la capital y ocho municipios madrileños por su alta incidencia, y desde entonces las relaciones entre ambas administraciones no han levantado cabeza.
Diez meses después, Ayuso ha acudido a Moncloa avalada por su amplia victoria electoral del 4 de mayo y convencida de su rol como contrapeso a un Gobierno cuyos intereses, considera, son «distintos» de los de los españoles.
En esta ocasión, Sánchez ha recibido a Ayuso en la escalera de acceso al edificio del Consejo de Ministros del Complejo de la Moncloa y ambos se han saludado chocando sus puños.
Tras posar brevemente para los informadores gráficos sin mascarilla y algo más sonriente el jefe del Gobierno que Ayuso, ambos han accedido al interior del edificio para el inicio de su entrevista, que comenzó ya protegidos con mascarillas.
La reunión se concertó en un clima de tensión entre ambas administraciones por los recientes indultos a los líderes del procés, pero Ayuso ha agradecido la invitación y «el ambiente» en el que se ha desarrollado el encuentro.
No obstante, y según ha recreado en su posterior comparecencia ante la prensa, ha aprovechado la reunión para mirar a Sánchez «a los ojos» y manifestarle sus «discrepancias». «Si sigue por este camino tocará decidir: o su futuro, o el de España«, ha declarado tras describir la escena.
En esta ocasión, la presidenta regional ha dado una rueda de prensa en solitario. Luego ha sido la ministra portavoz, María Jesús Montero, quien ha dado cuenta de la versión del Ejecutivo.
Montero ha coincidido en señalar la «cortesía institucional», pero también ha reclamado «lealtad institucional» a Ayuso, y ha lamentado que haya acudido a Moncloa para intentar usarla como «plataforma» de cuestiones que nada tienen que ver con Madrid.