La exministra Laya, culpada por su número dos de la entrada en España de Brahim Ghali
El imputado en el caso y exdirector de gabinete de Exteriores, Camilo Villarino, ha expuesto ante el juez que actuó siguiendo órdenes de su superior
El imputado en el caso y exdirector de gabinete de Exteriores, Camilo Villarino, ha expuesto ante el juez que actuó siguiendo órdenes de su superior
Nueva polémica en el seno del Gobierno. Aunque, en este caso, se trata de un asunto comprometido que vuelve a golpear con fuerza una vez superadas las vacaciones estivales: la entrada clandestina del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España. Un hecho capaz de suscitar, por sí solo, un caso judicial que amenaza con poner en jaque al Ejecutivo, a pesar de que el gran nombre propio ahora señalado ya no forma parte del mismo: Arancha González Laya.
La desde julio exministra de Asuntos Exteriores regresa ahora al primer plano por la declaración ante el juez, este lunes, del que fuera su director de gabinete y número dos, Camilo Villarino. Tal y como revelan medios como ABC, el por ahora único imputado del caso Ghali ha reconocido que él actúo siguiendo órdenes de Laya, añadiendo que su entonces jefa no tomó por sí sola la decisión de permitir la entrada encubierta del político saharaui en nuestro país el pasado 18 de abril.
Como se están investigando posibles delitos de prevaricación y vulneración de las leyes de fronteras, el juez zaragozano Rafael Lasala ha interrogado a Villarino. La exministra Laya le encargó a él que coordinase la entrada encubierta de Ghali en España, a efectos de que no trascendiese. Como al final acabó por suceder, con la posterior crisis diplomática con Marruecos que tanto revuelo generó.
Gracias a Villarino, a Ghali no se le pidió su documentación. Tampoco tuvo que pasar por el control de pasaportes ni se tomó constancia de su entrada en suelo español a efectos de registro. El teniente general Francisco Javier Fernández Sánchez, entonces segundo jefe del Estado Mayor del Aire y ahora representante militar de España ante la UE y la OTAN, también estuvo implicado en la operación.
Dos días antes de que Ghali aterrizase en Zaragoza, Laya le dio el encargo a Villarino, que está seguro de que hubo más altos cargos, aparte de su superior, que acordaron permitir que el líder del Frente Polisario llegase a España. Lo cual deja ahora en posición comprometida al Gobierno en sí, a pesar de que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha cambiado de titular este verano.
Lo que la acusación del caso tiene claro es que llamará a declarar a Arancha González Laya, mientras su número dos esgrime que no cometió delito alguno cuando puso en práctica sus órdenes. Tampoco el teniente general Fernández Sánchez, también llamado a declarar (aunque como testigo), se considera culpable de lo ocurrido.