El expresidente de Argelia Abdelaziz Bouteflika, que estuvo en el poder durante 20 años, murió este viernes a los 84 años de edad.
Lo más importante: conocido en su país como «Boutef», el expresidente ayudó a llevar la paz a Argelia tras más de diez años de guerra civil en la década de 1990. Sin embargo, enfrentó críticas de grupos de derechos humanos y opositores que lo acusaron de autoritarismo y represión.
El ex hombre fuerte dejó el poder en abril de 2019 bajo presión de los militares después de semanas de protestas contra sus planes de aspirar a un quinto período al frente del gobierno.
Desde su salida del poder después de 20 años, Bouteflika permaneció recluido bajo cuidados médicos en su residencia de Zeralda, al oeste de Argel. Bouteflika murió «a las 22H00 (21H00 GMT) en su lugar de residencia», según la red privada El Hayet TV.
Omnipresente en la vida política de Argelia durante décadas, el exgobernante se volvió casi invisible desde que sufrió un accidente vascular cerebral en 2013, por el cual pasó tres meses en recuperación.
Bouteflika no había dado señales de vida desde que el movimiento contestatario popular del «Hirak» y las fuerzas armadas lo obligaron a renunciar. En esa ocasión apareció por última vez en la televisión para anunciar que tiraba la toalla.
Sobrevivió a la Primavera Árabe que depuso a otros gobiernos del norte de África entre 2010 y 2011, pero otro movimiento popular puso fin a su mando años más tarde.