Todas las fuerzas políticas se ponen de acuerdo para condenar la marcha neonazi de Madrid

La declaración insiste en que las expresiones «homófobas, xenófobas, racistas, neonazis» y las de «cualquier otro discurso de odio» no tienen cabida en una «democracia plena»

El pleno del Senado se ha puesto de acuerdo para aprobar una declaración institucional, avalada sin excepciones por todas las fuerzas políticas representadas en la Cámara, para condenar «de forma unánime e inequívoca» la manifestación neonazi del sábado en el madrileño barrio de Chueca.

El texto ha sido leído al término de la sesión plenaria de este martes por el secretario cuarto de la Mesa, el senador Rafael Hernando, para mostrar la «repulsa» de la institución a la polémica marcha de grupos neonazis del sábado pasado.

Así, manifiesta «su absoluta condena» a la marcha del 18 de septiembre, expresa su «total rechazo a todas aquellas manifestaciones y actitudes que promueven y alimentan los discursos de odio» y subraya que «el respeto a las personas debe estar en la base de la convivencia en nuestro país».

También deja claro que el Senado «condena de forma unánime e inequívoca estos lamentables hechos denunciados que rompen con los pilares fundamentales de la convivencia, apostando así por la seguridad, la protección y la preservación de una concordia que ha estado vigente desde el minuto uno en la democracia».

En el preámbulo del texto, la Cámara Alta recuerda que fueron unas 200 personas las que durante dos horas recorrieron las calles de Chueca, «el emblemático barrio abierto a la comunidad LGTBI», al grito de «fuera maricas de nuestras calles» y «fuera sidosos de Madrid».

También lamenta que a estas proclamas y menajes «de odio y repudio» al colectivo LGTBI se sumaron otras racistas contra los menores no acompañados y los inmigrantes, a la vez que los participantes, brazo en alto, hacían el saludo nazi.

En suma, la declaración insiste en que las expresiones «homófobas, xenófobas, racistas, neonazis» y las de «cualquier otro discurso de odio» no tienen cabida en una «democracia plena».

Por ello advierte de que «hay que evitar la normalización de estos discursos» y apunta que «solo a través de la concienciación, la firmeza social» y también el apoyo a los colectivos contra los que se dirigen estos mensajes se conseguirá acabar con ellos.

Unas actitudes que, concluye, «no por minoritarias resultan menos dañinas para la convivencia» para remarcar que «la sociedad española es abierta, inclusiva y plural» y sucesos de este tipo «no pueden hacernos pensar lo contrario».

Fuente: EFE