La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este viernes un proyecto de ley para proteger el derecho al aborto a nivel nacional, una iniciativa que busca frenar la ola de medidas restrictivas en estados como Texas y Florida, pero que difícilmente saldrá adelante en el Senado del país.
Más detalles: por 218 votos a favor y 211 en contra, la Cámara Baja ha dado luz verde a la Ley de Protección de la Salud de las Mujeres (WHPA, por sus siglas en inglés), un ambicioso texto legislativo promovido por la mayoría demócrata en el hemiciclo.
Ese proyecto, que solo se convertirá en ley si consigue superar una notable oposición en el Senado, tiene como objetivo blindar el derecho al aborto ante la perspectiva de que el Tribunal Supremo de EEUU pueda derogar el año que viene la decisión judicial que legalizó la interrupción del embarazo en el país en 1973. También busca invalidar la ley que entró este mes en vigor en Texas con el beneplácito del Supremo, y que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas, sin contemplar excepciones en casos de incesto o violación.
«Los derechos que están garantizados en nuestra Constitución no deberían depender de la geografía. Deberían depender de la justicia», ha dicho la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, en una rueda de prensa antes de la votación. Bajo el proyecto de ley, ningún estado de EEUU podría aprobar cualquier «prohibición del aborto en cualquier punto previo a la viabilidad del feto» fuera del vientre materno, alrededor de las 22 a 24 semanas de embarazo.
A partir de ese momento, la WHPA prohibiría que se restringiera el acceso al aborto solo en aquellos casos en los que un médico advierta de que «seguir con el embarazo supondría un riesgo para la vida o salud de la paciente embarazada», indica el texto de la ley. La legislación no solo garantizaría el derecho al aborto a nivel nacional, algo que nunca ha hecho el Congreso estadounidense en su historia, sino que prohibiría una serie de leyes estatales impulsadas en los últimos años para dificultar el acceso a ese servicio médico o la operación de las clínicas que lo practican.
El debate sobre el tema en el pleno de la Cámara Baja fue largo y apasionado, con los demócratas unidos en su defensa del texto y los republicanos firmes en su oposición, y con varias congresistas de ambos partidos compartiendo historias personales. «El aborto es la cuestión más espinosa e introspectiva que enfrentamos como nación. Esta cuestión perfora todos los corazones», ha afirmado la legisladora republicana Cathy McMorris Rodgers en el pleno de la cámara.
Es improbable que el proyecto de ley salga adelante en el Senado, donde los demócratas cuentan con una estrechísima mayoría de apenas la mitad de los escaños de la cámara y donde al menos dos miembros de ese partido, Bob Casey y Joe Manchin, han dicho ya que no apoyan la legislación.