El político venezolano, Juan Guaidó, ha exigido al Gobierno nacional que regrese a la mesa de conversaciones con la oposición en Ciudad de México y que deje de lado «la pataleta» que mantiene desde la detención de Alex Saab y por la que se retiraron de las negociaciones. Guaidó ha defendido que solo sobre la mesa puede encontrarse «una solución» para Venezuela y para el pueblo, para quien, defiende, son estas conversaciones.
«Venezuela hoy vive en la miseria, el hambre y el abandono creado por un grupito que siempre ha despreciado nuestro gentilicio, nuestras alegrías, nuestra familia y nuestra lucha constante por la libertad», ha criticado sobre la posición Gobierno. El político ha exigido un retorno a la democracia y el fin de la dictadura a través de «unas elecciones justas».
El Gobierno defiende su ausencia y la achaca a la detención y extradición del enviado especial, Alex Saab, quien continúa en el proceso judicial abierto por la Justicia de Estados Unidos por acusaciones de corrupción. Guaidó, por su parte, defiende la necesidad del retorno a pesar de esta situación. Guaidó ha defendido la actuación judicial y ha pedido que el Ejecutivo no lo utilice como excusa: «Hoy paga ante la Justicia quien, junto con la dictadura, convirtió el hambre en un arma de control social y en un mecanismo para enriquecerse, para sostener sus estructuras cada vez más elitistas y encumbradas. Hoy paga quien hizo todo para convertir el hambre en un negocio».
THE OBJECTIVE ya ha explicado en otras ocasiones la importancia de Saab y la relación entre Baltasar Garzón y el presunto testaferro de Maduro en una exclusiva sobre los negocios del exjuez en Venezuela. El bufete de Garzón es el encargado de defenderle en el proceso judicial abierto y el propio Garzón ha calificado su detención de ilegal.
Guaidó ha defendido que la Justicia internacional está dando «pasos claves en favor de los venezolanos», y ha celebrado los procesos abiertos y la extradición a Estados Unidos de uno los «mayores operadores financieros del Gobierno de Maduro». Saab, considerado el testaferro del presidente del país, Nicolás Maduro, fue detenido el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde a petición de Estados Unidos cuando realizaba una escala de reabastecimiento y fue extraditado a Estados Unidos a mediados de octubre para ser juzgado por blanqueo de capitales y por participar en un plan de sobornos. Venezuela considera esta extradición un «secuestro». Además, Estados Unidos ha acusado de blanqueamiento de capitales a otras cinco personas, afines a Saab, que habrían contribuido a desviar el dinero de contratos irregulares firmados con el Gobierno de Venezuela para la entrega de cajas con alimentos subsidiarios.