La vicepresidencia y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene todavía que aclarar cuáles son sus alianzas en Andalucía. Se trata de una comunidad autónoma central para la izquierda, donde todos los actores -desde Podemos hasta Íñigo Errejón- ya se están moviendo. Díaz, sin embargo, sigue sin tener amarrados sus apoyos, a pesar de que todas las quinielas apuntan a que los comicios regionales se puedan celebrar antes del verano.
«Es cierto que Yolanda todavía no tiene cerrado nada en Andalucía, pero llegará». Desde el sector de afines a la ministra de Trabajo quitan hierro al hecho de que, mientras Podemos está cerrando su alianza con el PCE en Andalucía intentando así decantar el bloque de Izquierda Unida, Yolanda Díaz todavía está ausente de este territorio.
No es una cuestión baladí. Andalucía es un histórico feudo de la izquierda, donde los socialistas representan la fuerza política dominante, pero con notables ramificaciones de Izquierda Unida. El hecho de que Podemos, a través del PCE, está intentando blindar su influencia en la región sigue siendo un problema para Yolanda Díaz, quien necesita buscar referentes después de encontrarlos en Cataluña, Valencia y Madrid.
La incógnita Teresa Rodríguez
En un principio se especuló sobre la posibilidad de que el partido de Teresa Rodríguez, tras la escisión de Podemos, estuviera interesado en acercarse a Díaz. Los anticapitalistas empezaron criticando a Díaz, pero el pasado jueves lanzaron una oferta. «Necesitamos que Andalucía tenga voz en Madrid. Cualquiera que respete eso, que esté en nuestro espectro ideológico, y Yolanda lo está, podrá hablar con nosotros de tú a tú y tendrá en nosotros un aliado», dijo Rodríguez en una entrevista en Público. Rodríguez busca un «revival de 2015, pero de mujeres», afirman en Podemos.
El ofrecimiento de Rodríguez pone a Díaz en un apuro, explican las fuentes de Unidas Podemos consultadas. Por un lado porque, después de su reciente acercamiento a Alberto Garzón, coordinador federal de IU, las relaciones entre los anticapitalistas y el partido del ministro de Consumo son malas. Hubo una separación abrupta en el grupo parlamentario regional, con acusaciones mutuas por sustraer los fondos de subvenciones públicas.
De ahí que Díaz deberá decidir si quiere contar con Rodríguez, o alejarse de ella. Mientras tanto, Irene Montero ha llenado su gabinete de dirigentes comunistas provenientes de Andalucía (entre ellos a Amanda Meyer, hija del dirigente de IU Willy Meyer). Para las fuentes de Podemos, el partido morado cree tener asegurado su apoyo en Andalucía a tal punto que ha entregado el control del partido en la región a una dirigente de escaso perfil. A la vez, ha alejado a Noelia Vera, según aseguran estas fuentes, por su «incapacidad» de construir alianzas en ese territorio.
Errejón no cede
Errejón, por su parte, insiste en buscar la vía para evitar que Díaz se imponga a su liderazgo en Más País. No quiere sobre todo que pacte con la matriz madrileña de Más Madrid, porque se puede traducir en su desarme. Errejón ha viajado recientemente a Aragón para sellar un pacto con la Chunta; en Valencia se ha asegurado el apoyo de parte de Compromís, y en Andalucía se ha acercado a dos fuerzas andalucistas: Andalucía X Sí e Iniciativa del Pueblo Andaluz.
Díaz todavía no muestra sus cartas. Desde su entorno aseguran que la ministra se ocupará de esta región pronto, aunque de momento sigue siendo una incógnita. De quedar fuera de Andalucía, todo el prestigio de la dirigente gallega quedaría en entredicho. Aunque para sus afines no hay prisa: es solo una cuestión de tiempo, afirman, para que esta comunidad autónoma no se convierta en un talón de Aquiles permanente.
