El Gobierno de España rechaza las elecciones en Nicaragua y exige a Ortega la liberación de los opositores
Dura condena del Gobierno de España a las elecciones celebradas en Nicaragua en las que, sin sorpresas, Daniel Ortega ha logrado con el 75% de los votos su cuarto gobierno consecutivo. El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha rechazado este lunes los comicios por carecer de «ninguna garantía» y ha vuelto a reclamar una vez más al Gobierno de Ortega la liberación de los opositores detenidos.
«El Ejecutivo español considera una burla estos comicios y denuncia que su celebración no refleja la genuina voluntad del pueblo nicaragüense, al que Daniel Ortega ha privado del libre y pleno ejercicio de sus derechos de sufragio», se puede leer en un comunicado del ministerio de Exteriores. «El Ejecutivo reclama unos comicios libres, justos, transparentes y concurridos que garanticen la participación de todos los nicaragüenses».
El Gobierno de Pedro Sánchez considera que los comicios «han carecido de las mínimas garantías democráticas exigibles», y por ello «rechaza dar credibilidad y legitimidad a los resultados».
«Aquellos líderes opositores que deseaban competir están en la cárcel en estos momentos y exigimos su inmediata liberación como venimos haciendo desde el mes de agosto», ha señalado por su parte el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en declaraciones a la prensa antes de participar en un acto en Casa de América. «No ha habido ningún tipo de verificación de esas elecciones y por lo tanto no tienen ninguna garantía para el Gobierno de España«.
En el comunicado, Exteriores también critica la falta de libertar de prensa e información: «E Gobierno de España condena el cierre de medios críticos y la expulsión de periodistas nicaragüenses, así como la denegación de entrada al país a corresponsales internacionales, como ocurrió hace escasos días con un equipo de Radiotelevisión Española (RTVE) en la frontera con Costa Rica.
Liberación de los opositores presos
Exteriores también denuncia en su comunicado la ausencia de oposición a Ortega, al estar sus líderes en prisión, así como la falta de observadores internacionales y de prensa independiente, con la persecución de periodistas críticos y el veto a los enviados especiales de medios de comunicación internacionales.
«El Gobierno de Nicaragua ha instaurado en el país un régimen represivo y autoritario amparado por un marco legislativo regresivo y la connivencia de los poderes Legislativo y Judicial, controlados por Ortega. Esto se ha traducido en una persecución sistemática de actores políticos, sociales, mediáticos y económicos, hasta el punto de ilegalizar a los partidos opositores, encarcelar a sus principales líderes y precandidatos, todos ellos aún en prisión y privados de sus derechos procesales, y la consiguiente negación de su derecho a participar en unos comicios, a todas luces, fraudulentos».
Albares ha recordado que el Gobierno ha venido denunciando desde el pasado agosto la situación en Nicaragua, donde Ortega habría obtenido su reelección después de impedir que la mayoría de candidatos opositores concurrieran a las elecciones del domingo, y que incluso procedió a retirar su embajadora en Managua, la cual aún no ha regresado.
El ministro ha celebrado la unidad que hay en el seno de la UE con respecto a Nicaragua, donde los socios al igual que el Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell, se han expresado «con mucha claridad» y ha adelantado que España volverá a plantear esta cuestión.
Por otra parte, Albares ha querido dejar clara la «solidaridad con el pueblo hermano de Nicaragua» por parte de España, recordando que en los últimos meses se han donado 1,7 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 al país centroamericano pese a la crisis diplomática.
En este sentido, ha aprovechado para enviar «un mensaje de cercanía y solidaridad» y para insistir en su exigencia al Gobierno nicaragüense de «la liberación de todos los detenidos».