El PP acelera para una rápida convocatoria de elecciones en Castilla y León
Pablo Casado y Alfonso Fernández Mañueco han empezado a sincronizar los relojes para el adelanto electoral en esta región
El Partido Popular y Alfonso Fernández Mañueco han empezado a sincronizar los relojes para el adelanto electoral en Castilla y León. La convocatoria anticipada de comicios es cuestión de semanas, posiblemente en enero y no se descarta que antes, con el fin de que los habitantes de esta comunidad autónoma vayan a votar en marzo coincidiendo con el inicio de la primavera, según indican fuentes populares a THE OBJECTIVE.
En el calendario de Mañueco hay dos fechas en rojo. En primer lugar, la votación de las cuentas regionales del 22 y 23 de diciembre. Un escenario que puede acabar en derrota para el Gobierno PP-Cs pues desde hace nueve meses está en minoría parlamentaria por la fuga de una procuradora naranja al grupo de los no adscritos. La segunda fecha es el 10 de marzo, cuando se cumple un año de la fracasada moción de censura del PSOE, por lo que los socialistas de Luis Tudanca pueden desde ese día volver a intentar hacerse con el Ejecutivo castellano-leonés hasta final de la legislatura.
Sin embargo, Mañueco no quiere jugar con fuego y tiene decidido apretar el botón nuclear del adelanto electoral. Si la oposición le tumba las cuentas antes de Navidad, el anuncio podría ser a finales de este año sin más dilaciones. Y en el caso de que los presupuestos tuvieran luz verde sobre la campana -a día de hoy falta un voto de Unión del Pueblo Leonés (UPL) o de Por Ávila (XAV) y está por ver que lo haya-, entonces el paso podría darse en la última quincena de enero a rebufo del congreso regional del PP de Castilla y León (CyL) que se celebrará los días 15 y 16 de enero con la asistencia de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, entre otros dirigentes.
En Génova se ve con muy buenos ojos el adelanto electoral porque confían en que las encuestas se cumplan y el PP de CyL logre mayoría absoluta ante el previsible descalabro de Ciudadanos y un Vox que sube en los sondeos pero que no tiene un candidato para enfrentarse a Mañueco. Además, Casado y su lugarteniente, Teodoro García-Egea, prefieren ahora que las andaluzas sean en junio u octubre del próximo año, tal y como pronosticó Juan Manuel Moreno Bonilla, ya que creen que los resultados de Andalucía podrían ser otro golpe duro para el devenir político de Pedro Sánchez.
Además, Mañueco está tentado con ir a las urnas porque una mayoría holgada le permitiría estar al frente de la Junta castellano-leonesa otros cuatro años. La última reforma del Estatuto de autonomía de CyL así lo permite, a diferencia de los dos años que solo ha conseguido Ayuso en Madrid tras el 4-M. Pero la operación electoral no está exenta de riesgos ya que nunca ha habido un adelanto electoral en la historia de esta comunidad autónoma y al separarse de las municipales, el tirón de los alcaldes no será el mismo y puede haber un bajón en la participación. Además, la España Vaciada podría concurrir por primera vez a unos comicios -CyL es un teórico granero de votos- y restar escaños al bipartidismo.
Debilidad parlamentaria
Mañueco y su socio de gobierno, Francisco Igea (Cs), lograron derrotar la moción de censura del PSOE en marzo de este año, pero paradójicamente salieron más debilitados del envite ya que desde entonces gobiernan en minoría y necesitan de un tercer socio para sacar adelante cualquier iniciativa parlamentaria. Y a diferencia de Madrid, Andalucía o Murcia, al último al que quieren mirar es a Vox.
La mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León está en 41 procuradores. Tras el pase al Grupo Mixto de la naranja María Montero, PP y Cs se quedaron en 40 representantes. PSOE y Podemos suman 37 escaños, mientras que el partido de Santiago Abascal cuenta con uno, la misma cifra que UPL y XAV. Mañueco e Igea han echado mano desde entonces de la geometría variable en cada votación y buscando al partido que mejor les ha convenido. En la mayoría de los casos, el procurador ‘cortejado’ ha sido el de Por Ávila, aunque con mucho sudor y lágrimas. Mientras, el representante de UPL, Luis Santos, exige pasos hacia la ‘independencia’ de la provincia de León del resto de la comunidad autónoma y tanto el PP como Cs no están por la labor.
El problema para el Gobierno regional es la fragilidad del grupo parlamentario de Ciudadanos
El problema para el Gobierno regional es la fragilidad del grupo parlamentario de Cs. La procuradora que se pasó al Grupo Mixto se decantó por la abstención en la moción de censura. Un movimiento inesperado, ya que sus ya excompañeros creían que apoyaría a Tudanca. Sobre todo cuando hubo otras diputadas naranjas que antes de la moción de los socialistas habían expresado quejas en privado por el rumbo de la legislatura.
De ahí que Mañueco no se fíe ahora con la posibilidad de otra deserción en las filas naranjas de aquí al final de la legislatura. Y es que con que una procuradora de Cs colocase el dedo gordo hacia abajo, el PSOE tendría a tiro regresar al poder en CyL después de 34 años de espera.