La actual embajadora en la Santa Sede se enteró por la prensa de su sustitución por Celaá
Moncloa confía en obtener el plácet del Vaticano e ignora el malestar de la carrera diplomática porque Celaá, de 72 años, jubile a Carmen De la Peña, que aún no ha cumplido 70
Las formas nunca han sido el fuerte de Pedro Sánchez y en esta ocasión no iba a ser menos. La filtración del futuro nombramiento de la ex ministra y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, como futura embajadora en el Vaticano, ha roto doblemente el protocolo con esta designación. De un lado, con la Santa Sede, filtrando su nombramiento sin haber recibido previamente el plácet de la Secretaría de Estado, como viene siendo habitual; y del otro, con la relevada en el cargo.
Según fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, la actual embajadora en el Vaticano, Carmen De la Peña, diplomática de carrera, se enteró por la prensa de su sustitución, sin haber sido informada previamente por el titular de Exteriores del Gobierno, José Manuel Albares, ni ningún otro miembro del Ejecutivo o el palacio de la Moncloa.
La decisión no solo generó el malestar de De la Peña, quien está «a punto de jubilarse» al cumplir en breves fechas la edad de 70 años que marca la jubilación en el Cuerpo Diplomático, sino en el ámbito del Servicio Exterior del Estado por la designación, por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, de Celaá, de 72 años de edad, para una plaza de enorme relevancia por tratarse de «la embajada más antigua de España» y un «retiro dorado» asemejable a otras embajadas de primer nivel como París o Londres.
Sin embargo, el malestar no se circunscribe solo a la carrera diplomática sino que también ha trascendido a la esfera eclesiástica. Fuentes conocedoras de la cuestión relatan a este periódico el malestar de la Nunciatura y el Episcopado español por un nombramiento que «no ha tenido la delicadeza de informar» a la actual embajadora con quien mantenían una relación fluida, que será sustituida por la exministra de Educación que aprobó la reforma educativa Lomloe y su ataque a la educación concertada.
Todo ello generó en la protesta de la asociación de escuelas católicas, quienes convocaron manifestaciones de protestas contra la titular del ramo por atentar contra su derecho de libertad de elección de centro y devaluar la asignatura de religión a la categoría de no evaluable, como en la reforma acometida por el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Fuentes del Gobierno consideran que «no habrá problema» en obtener el plácet del Vaticano a este nombramiento que espera formalizar el Ejecutivo en el Consejo de Ministros antes de final de año y alegaba que se trata de un perfil «respetuoso» y afin por tratarse además de una «católica practicante» que facilitará las relaciones entre el Palacio de la Moncloa y la Santa Sede.