Yolanda Díaz se pone de perfil en Castilla y León para huir del batacazo de Podemos
Los morados quieren involucrar a la ministra de Trabajo para tener un «paraguas» en las autonómicas, pero ella se resiste: «No hará nada de nada», vaticinan en Unidas Podemos
Podemos se prepara a otro golpe duro en las elecciones autonómicas de Castilla y León. La dirección nacional ha encajado con preocupación la convocatoria electoral, entre otras cosas porque saben que está en juego su proyección nacional en el caso de otro fracaso después de haberse quedado sin representantes en Castilla-La Mancha y Galicia. Los dirigentes de Podemos han anunciado que esperan que Yolanda Díaz les eche una mano, pero internamente las fuentes consultadas revelan que la vicepresidenta del Gobierno se pondrá de perfil, tanto en esa campaña como en la próxima andaluza: «No hará nada de nada», vaticinan.
Irene Montero y Ione Belarra confían en que la dirigente gallega pueda involucrarse en esos comicios, pero el equipo de Díaz teme que sea una trampa. La gallega no quiere mancharse, y reflexiona sobre que, si desembarca en Castilla y León y después en Andalucía, los morados aprovecharán su presencia para ponerse debajo de su «paraguas» y hacer que el mal resultado afecte a su proyecto. Es por ello que Díaz no puede dar un paso en falso.
La dirección morada anunció públicamente su deseo de que el proyecto de Frente Amplio se estrenara en Castilla y León. Pero la respuesta del equipo de Yolanda Díaz ha sido de momento el silencio. Los estrategas de la ministra de Trabajo se escudan en que Díaz todavía está centrada en sellar el pacto de la nueva reforma laboral. Pero también deslizan que es todavía pronto para abrir el diálogo con los actores sociales y movimientos con los que crear la estructura de su nuevo «proyecto». Traducido: la ministra de momento se pone de perfil y evita que los difíciles comicios en Castilla y León puedan ser interpretados como su primer pinchazo electoral.
«Volatilidad» en los sondeos
Con respecto a los sondeos, las fuentes consultadas admiten la «volatilidad» del escenario local. Hasta ahora, se han realizado estudios demoscópicos siempre «en clave nacional», mientras que a partir de ahora se preparan encuestas en el ámbito territorial. Con respecto a Podemos, pesan de momento dos problemas centrales: la falta todavía de un pacto con Izquierda Unida (que se debería resolver pronto) y la incógnita de los nuevos actores localistas, desde Soria ¡Ya! hasta los independentistas leoneses.
Podemos alcanzó dos diputados autonómicos en 2019, uno por Burgos y el otro León. La situación actual hace que repetir en Burgos será muy difícil para los morados. Así que lo más probable es que Podemos centre sus esfuerzos en León, para intentar salvar al menos un escaño. Pero en esa zona se han hecho fuertes los leonisistas, que quieren presentar una candidatura propia y pueden amenazar a Podemos si sus votantes se decantan por no ir a las urnas.
De ahí que algunos ya se lanzan a vaticinar que los morados pasen incluso de dos a cero representantes en el Parlamento autonómico, algo que en término de política nacional significaría la caída y progresiva desaparición de Podemos. Lo más probable según las encuestas hasta ahora publicadas, no obstante, es que los morados mantengan sus dos representantes, o pierdan uno. De ser así, salvarían los muebles, aunque confirmarían su descenso tras perder ocho diputados en la anterior votación.
«Primer paso del Frente Amplio»
El problema para Podemos es aún mayor porque uno de sus portavoces nacionales, Pablo Fernández, deberá intentar revalidar el resultado de hace dos años, evitando una debacle que puede convertirse en el acto de defunción de un partido que hace tan solo siete años aspiraba a dar el sorpasso al PSOE. Fernández tendrá en sus manos mucho del futuro del partido morado. La nueva secretaria general Belarra le nombró coportavoz del partido con Isa Serra. Y a partir de ese momento, el barón de Podemos (el único que queda de los afines a Pablo Iglesias) comparte el escenario del lunes ante los periodistas para comentar la actualidad con la dirigente madrileña.
Eso le ha permitido ganar visibilidad, pero por otro lado también la responsabilidad de salvar los muebles en una región en la que todo apunta a que el desplome de Ciudadanos favorecerá a la derecha. De ahí que Fernández calificara de «profundamente irresponsable» la decisión del presidente regional de convocar un adelanto electoral en la situación pandémica. Y a la vez invocara a Yolanda Díaz para dar el primer paso del Frente Amplio. «Estamos preparados, afrontamos este desafío con ilusión, y estamos ilusionados de ser el primer paso de ese frente amplio liderado por Yolanda Díaz», dijo Fernández, sin recibir una respuesta oficial por parte de la aludida.
Cabe señalar que el portavoz de Podemos hizo sus declaraciones antes de poder hablar personalmente con la ministra de Trabajo. Pero aun así remató en su última rueda de prensa: «Llevamos tiempo liderando ese proyecto amplio y plural para integrar a diferentes fuerzas políticas y a colectivos de la sociedad civil. El frente amplio es el horizonte a nivel nacional, y la primera parada es Castilla y León». Yolanda Díaz está avisada.