Felipe VI reclama a los partidos consensos y lealtad a la Constitución
El Rey alude de forma indirecta a la situación de Juan Carlos I al subrayar que las instituciones tienen que ser ejemplo «de integridad pública y moral»
Felipe VI ha abordado en su discurso de Navidad la crispación política que vive el país, al defender que las instituciones busquen «el entendimiento y la colaboración» pues la fortaleza que salga de ello, generará «confianza» en los ciudadanos. «Las diferencias de opinión no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias ante su futuro», ha hecho hincapié el monarca ante la situación de bloqueo en la que se han instalado los partidos.
El Rey ha eludido en su discurso toda referencia a la situación de Juan Carlos I. Si el año pasado, a los pocos meses de que el Emérito se instalase en Abu Dabi, hizo una defensa «de los principios morales y éticos que obligan a todos y están por encima de cualquier consideración personal o familiar”, en esta ocasión ha subrayado de forma genérica que las instituciones tienen que ser ejemplo «de integridad pública y moral».
«Debemos tener siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos, en sus inquietudes, en sus preocupaciones, estar permanentemente a su servicio y atender sus problemas. Debemos estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde; asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral», ha insistido en lo que se puede interpretar como una alusión indirecta a su padre.
Apoyo a los afectados por el volcán de La Palma
El monarca ha empezado su discurso con unas palabras de apoyo y ánimo a los habitantes de la isla de La Palma por la «situación tan dolorosa y difícil» por la que están pasando tras la erupción de Cumbre Vieja hace tres meses. «El volcán os ha dejado a muchos sin hogar, sin medio de vida y a todos nos ha llenado de tristeza. Hoy nuestro corazón y nuestro pensamiento siguen con vosotros. Nos sentimos muy cerca y sabéis que tenéis nuestra solidaridad y que contáis con el trabajo y el compromiso de todas las Administraciones para que podáis reconstruir, cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía, y rehacer así vuestros proyectos con ilusión».
Tras ello, Felipe VI se ha centrado en la lucha contra la covid-19, si bien ahora la situación es «diferente» a hace unos meses gracias al descubrimiento y la autorización de las vacunas. En ese sentido, ha destacado el «gran número» de españoles que se han vacunado, en un proceso «del que podemos sentirnos especialmente satisfechos», y ha pedido tener cuidado, protegerse y actuar «con la mayor responsabilidad individual y colectiva» ya que el virus «todavía tiene la capacidad de hacernos daño, de muchas maneras».
«Todos tenemos que hacer lo posible para no dar pasos atrás en esta crisis sanitaria que tanto sufrimiento ha causado; y a cuyas víctimas recordamos, especialmente, en estas fechas. Y nuevamente al personal sanitario, en estos momentos, les damos inmensas gracias, con todo nuestro apoyo y ánimo», ha dicho.
El Rey ha hecho hincapié en que muchos ciudadanos continúan padeciendo las consecuencias «sociales, económicas y también
emocionales» derivadas de la pandemia. Por una parte, ha constatado que la economía española «ha vuelto a crecer y a recuperar la gran mayoría de los puestos de trabajo que se habían visto temporalmente suspendidos», mientras que la cifra de ocupados evoluciona «a un ritmo realmente positivo». Pero a renglón seguido, ha subrayado el aumento del número de personas en situación de vulnerabilidad.
«Hoy en día existe preocupación en muchos hogares por la subida de los precios, el coste de la energía o por las dificultades para encontrar un empleo estable, especialmente para los jóvenes. Y junto a todo ello, es verdad que en el mundo es un hecho que los países dependemos, cada vez más, los unos de los otros; y que se requieren soluciones a nivel mundial para muchos de los desafíos que compartimos, como es el caso de la salud, que exige una colaboración internacional más eficaz y más reforzada», ha insistido.
«Las diferencias de opinión no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad»
Ante esta situación, Felipe VI se ha preguntado qué hacer. «¿Tenemos que dejarnos llevar por el pesimismo?; ¿debemos caer en el conformismo, esperando que los problemas se resuelvan por sí solos? Yo creo que no», ha dejado claro. En su opinión, es el momento de «reaccionar».
«Es un tiempo de nuevos proyectos, de nuevas ideas y oportunidades; de iniciativas llenas de ambición por mejorar y progresar. Todos deseamos una sociedad avanzada en lo económico y social, con empleo estable y digno, y con un Estado del Bienestar sólido; queremos una sociedad que siga impulsando la igualdad entre hombres y mujeres, que favorezca el progreso individual y social; y aspiramos, por supuesto, a que sea puntera en tecnología, en innovación, que esté en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y plenamente comprometida con la sostenibilidad de nuestro planeta y su equilibrio medioambiental», ha resumido.
Ante esta «auténtica encrucijada», el monarca ha insistido en que se trata de una oportunidad histórica, «una exigencia para ponernos al día, para actualizar y modernizar nuestro país, manteniéndonos firmes en nuestros principios democráticos y en los valores que inspiran nuestra convivencia». Para ello, el entendimiento y la colaboración son «actitudes necesarias que dignifican las instituciones», incluso las fortalecen al generar confianza en los ciudadanos. De ahí que, a su juicio, «las diferencias de
opinión no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria
tranquilidad a las familias ante su futuro».
La Carta Magna, «viga maestra» del progreso
El jefe del Estado ha recordado, al hilo de ello, que el cambio «tan profundo» y «extraordinario» que ha vivido España en las más de cuatro décadas de democracia y libertad «no ha sido fruto de la casualidad», sino que se ha debido al «esfuerzo y sacrificio» de los españoles gracias al «sentido de la historia, grandes acuerdos, generosidad, responsabilidad y visión de futuro».
«Ese gran proyecto de transformación lo simboliza y representa nuestra Constitución, con la que nos integramos plenamente en las modernas democracias occidentales y cuyo espíritu nos convoca a la unidad frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión; nos convoca permanentemente a una convivencia cívica, serena y en libertad», ha señalado.
Ante el cuestionamiento de la Transición o de la vigencia de la Carta Magna, el Rey ha hecho hincapié en que está «ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis, serias y graves de distinta naturaleza, que hemos vivido» en los últimos años, por lo que ha reclamado «respeto, reconocimiento y lealtad» para el texto constitucional.
«El momento es difícil, desde luego, pero detenernos hoy es quedarnos atrás; es retroceder»
También ha recordado que el futuro de España va «muy de la mano» de la Unión Europea. «Hemos visto como la lucha contra la pandemia, con toda su complejidad, ha reforzado a la propia Unión, que ha asumido compromisos muy importantes, sin precedentes, en salud, economía y empleo». Y ahora, ante la llegada de los fondos europeos, el Rey ha pedido que la modernización de la economía y el país pase por ser «cada vez más digital, más verde y más inclusiva» pues se está, a su juicio, ante «una ocasión única que no podemos desaprovechar».
«El momento es difícil», ha reconocido el monarca, «pero detenernos hoy es quedarnos atrás; es retroceder». Por ello, ha pedido a los españoles «seguir adelante porque la Historia nos enseña que hemos sabido cómo reaccionar y sobreponernos ante las adversidades» en el pasado.
«Ahora se abre ante nosotros un futuro que nos exige, a todos, responsabilidad, voluntad de colaborar y entendernos; y necesita, ese futuro, que confiemos más en nuestras propias fuerzas como Nación. Y no tengo duda de nuestro compromiso, de nuestra capacidad; y de que, con decisión, con empuje y carácter, lo conseguiremos», ha concluido con un recordatorio a todas aquellas personas que en Nochebuena velan por la salud, la seguridad y la tranquilidad de las personas garantizando los servicios públicos: «Todos ellos merecen nuestro reconocimiento y que les tengamos especialmente presentes en estas fechas».