El Gobierno permite que los técnicos de los teatros puedan convertirse en fijos
Los profesionales podrán presentarse a los procesos de estabilización de empleo con la titulación que les permitió acceder al puesto
El Gobierno echa el telón a la guerra que mantenía con los técnicos de los teatros estatales. Lo ha hecho gracias al acuerdo alcanzado este miércoles con los sindicatos UGT, CCOO y CSIF, que permitirá que estos profesionales puedan presentarse a las pruebas de estabilización de empleo temporal con la titulación que les permitió acceder en su día al proceso selectivo y que se valore su experiencia laboral. La plataforma de Técnicos Afectados sostiene que el acuerdo no responde sus reivindicaciones y que mantendrá los paros, que han obligado a suspender más de 60 funciones desde septiembre.
Los sindicatos valoran el acuerdo como «positivo» porque logrará erradicar la temporalidad, que afecta a unos 200 trabajadores, que aspiran a obtener una plaza fija y no seguir encadenando contratos temporales. El pacto se enmarca dentro del IV Convenio Único del Personal Laboral de la Administración General del Estado, ratificado en 2019. Dicho convenio exigía nuevas titulaciones académicas, algo que eliminaba automáticamente del proceso a los técnicos que accedieron al puesto a través de bolsas de empleo que solo exigían un título de Bachillerato o Formación Profesional (FP).
Normativa europea
Hasta ahora, los centros dependientes del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) no exigían a sus técnicos una titulación oficial de Formación Profesional para trabajar. Solo se requería una formación especializada en su oficio, como las que imparte el Centro de Tecnología del Espectáculo de Madrid, creado por el propio INAEM, aunque no cuenta con homologación educativa, algo que compete a las comunidades autónomas. La normativa europea exige ahora que las nuevas plazas se convoquen según las normas del Plan Bolonia, el sistema educativo que firmaron los ministros de Educación europeos en la ciudad italiana en 1999.
Las nuevas reglas impedían que unos 200 trabajadores, casi el 60% de los técnicos temporales, pudieran presentarse a los exámenes, ya que no están en posesión de las titulaciones exigidas. El Ministerio de Cultura asegura que su objetivo es «profesionalizar los oficios, acabar con la temporalidad de los profesionales del teatro en vivo y eliminar agravios comparativos». En el departamento que dirige Miquel Iceta sostienen que el acuerdo es fruto de meses de negociación, aunque los sindicatos aseguran que el Ejecutivo se puso en contacto con ellos hace apenas dos semanas.
No obstante, ni UGT, ni CCOO ni CSIF se habían sumado a los paros, ya que «no podían ir en contra del convenio que firmaron en 2019». Entonces, ya se advirtió a los trabajadores de que en las próximas convocatorias iban a exigirles titulaciones regladas. El convenio en cuestión homologaba el criterio español con el europeo. El Gobierno recula y tendrá en cuenta los criterios que marcaba el III Convenio Único del Personal Laboral de la Administración General del Estado, de manera que estos trabajadores también podrán beneficiarse de la ley para la reducción de la temporalidad.
El acuerdo alcanzado por los sindicatos implica que los técnicos del INAEM que trabajan de manera interina podrán presentarse a los exámenes de estabilización de empleo público con la titulación que tienen actualmente. Además, en esos procesos se valorará su experiencia laboral como mérito en la fase de concurso. Este hecho implica incluir todas las plazas de carácter temporal creadas por sentencia judicial y por necesidades estructurales. Los sindicatos las cifran en 200, aunque Función Pública solo reconoce unas 80, explican a THE OBJECTIVE fuentes de la negociación.
«Acuerdo positivo»
«Creo que es un acuerdo positivo para erradicar la temporalidad del INAEM y, sobre todo, para que los compañeros que llevan trabajando en el organismo muchos años con contratos temporales puedan tener una plaza fija en la Administración pública», valora Javier Figueroa, representante de UGT. Entre estos trabajadores se encuentran todos aquellos que hacen posible las funciones, como los encargados de la utilería escénica, maquinsitas, estilistas, peluqueros, iluminadores, especialistas de sonido y hasta cantantes y bailarines.
El problema venía de lejos. Los trabajadores del INAEM llevan meses protestando por las condiciones de las oposiciones convocadas por Función Pública para consolidar sus puestos de trabajo. Muchos empleados están en ellos de forma interina, encadenando contratos temporales desde hace años. Al principio, los paros se limitaban a varias horas durante los días de estreno, pero la plataforma creada para protestar endureció las reclamaciones hasta el punto de poner en riesgo la temporada. De hecho, apenas se desarrollaron las funciones proyectadas por la compañía en el Teatro de la Zarzuela entre el 10 y el 22 de diciembre.