Se habla mucho de la corrupción en España como si este lamentable hecho fuera un trauma que recordarle al contrario, véase el del partido-trinchera-barricada opuesta sin embargo la corrupción, muchas veces derivada del compadreo, no es sólo una cuestión política de esa de las que nos tiene acostumbrado los amigos del trinque y de lo ajeno que visten chapitas, siglas e ideologías prefabricadas y grises.
La corrupción política es, al final, un asunto de familia…como se dice por Andalucía: en cada casa hay un cuadro “daleáo”. Así es, sin embargo pedir una política (los políticos son parte de la sociedad) sin corruptos es como pedir una sociedad sin borrachos, ladrones, asesinos o estafadores: una utopía y ya sabemos dónde nos llevan las utopías. No, la corrupción una vez que es cazada se la degüella.
Sin embargo hay corrupciones peores como la funcionarial que, en nuestro caso, en nuestra bella piel de toro es bastante menor que la corrupción política por lo que al ser tan pequeña y tan efectiva la detección y caza de la misma apenas deja titulares en comparación con la otra, que ha dejado momentos de gloria periodística.
Sin embargo en este artículo semanal me gustaría analizar otro tipo de corrupción: la social y, en particular, a un sujeto que podríamos definir como corrompido (no como adjetivo sino como Sustantivo, U.T.C.S. en lexicografía) y como epíteto usemos adicto, que a este tipo de corrupción le viste bien.
En este caso que vamos a analizar no sólo tiene la responsabilidad la televisión sino el sistema educativo que ya no es un mero transmisor de conocimientos sino un centro de adoctrinamiento a todos los niveles cuyo fin es crear adeptos a las ideas oficiales. Hoy en los colegios, borrachos de igualitarismo, se ha impuesto un principio de universalidad inventada que trae consigo como primera consecuencia la concreción del principio de mediocridad bajo la idea de igualdad.
No tenemos la generación mejor formada de la historia de España ni de cerca, tenemos una sociedad con títulos que cada vez valen menos, con acceso a la información de forma casi ilimitada a través de internet que potencialmente tiene la capacidad de convertir cada casa, cada cerebro en un ágora de Atenas… ¿se imaginan a Sócrates, Platón, Aristóteles, Plotino o Santo Tomás de Aquino con esta potencia que tenemos hoy? Miles de libros, documentales traducidos al idioma que sea y a sólo un click. Potencialmente seríamos una sociedad de sénecas pero, de nuevo, la utopía. No se da.
Tenemos jóvenes ignorantes de verdad. Antiguamente el ignorante de pueblo, el analfabeto aunque no supiera leer ni escribir era él mismo un libro andante, sabiduría popular…tenía un conocimiento estrecho pero profundo. Miraba arriba y sabía si llovía o no, si haría buen tiempo pero sobre todo conocía las estaciones de la vida y el lugar del hombre en el mundo. Eran auténticos sabios muchos de ellos y en las ciudades lo mismo.
Hoy en cambio tenemos ignorantes a paladas, a mansalva, gente estúpida por cuenta propia y ajena que se jacta de no haber leído un libro y de ver basura y más basura en televisión, de pasar horas muertas en el ordenador viendo estupideces o bailecitos, muchachos totalmente desarraigados, sin ideas ni ideologías ¿o creen de verdad que los jóvenes serían tan progre si esta ideología no fuera la moda y no estuviera bien publicitada?.
El sistema político actual es como un supermercado y cada ideología debe ser sencillita aunque la letra pequeña sea compleja pero, sobre todo, no tiene que ser la mejor ni mucho menos buena…debe estar bien publicitada y ahí tenemos los medios de comunicación y el ansia por reformar la educación para dar títulos de analfabetismo.
Sin embargo, ojalá ese fuera el único problema.
Nunca en la historia se ha tenido a los menores en tan alto grado de sexualización; no sólo indirecta a través de la televisión o Internet (que crea arquetipos y patrones) sino por el propio sistema que les hace plantearse cuestiones fuera de su edad a edades muy tempranas a golpe de ideología y decreto adelantando el momento en el que estas preguntas rondan en la mente de los pequeños de forma natural de tal forma que vemos jóvenes desfasados.
De la misma manera que es ridículo ver a un anciano dárselas de adolescente y plantearse cosas de adolescente es igualmente inquietante ver niños planteándose cuestiones fuera de edad, cuestiones que además están muy lejos de su conocimiento natural y cuyo planteamiento viene siempre inyectado, nunca mejor dicho, en su psique.
Los pequeños de 5, 6 u 8 años no se plantean su sexualidad, ni si son homosexuales o cualquier otra de las etiquetas fomentada por estos laboratorios sociales, el día 10 de noviembre de 2021 el diario El Mundo publicaba un artículo según el cual la Generalitat estudiaba extender las clases de educación sexual a las guarderías para niños de 0 a 3 años ¿excusa?, protegerles del abuso sexual infantil, inquietante por lo menos.
Los niños no se plantean eso, esa defensa debe ser llevada a cabo por los padres, tutores o curadores que para eso poseen la patria potestad. Esgrimir este argumento es tan ridículo como enseñar krav maga militar (sí, del que hacen los asesinos del Kidon del MOSSAD) para que se defiendan en caso de que unos tipos les quieran raptar. La argumentación puede estar muy bien armada pero adolece de un problema: es una falacia, no sirve porque no dejan de ser niños. La guarda y custodia es de los padres.
Volviendo al tema, en la sociedad actual con los jóvenes a nivel educativo se ha preparado una futura sociedad de ineptos, haraganes e inútiles sin capacidad para plantearse la realidad o la estructura del poder que les oprime porque, en realidad, no sabrán que están oprimidos y que en muchos casos están condenados a la pobreza por aquellos que ellos mismos adulan y quieren.
Esta democracia es la forma más refinada de dictadura. Este sistema sí ha comprendido el alma humana no como el comunismo o el fascismo, que generaron fuertes movimientos de oposición. El comunismo es, tal vez, la última dictadura clásica ya que en este sistema existía una censura dura, un sistema de pensamiento único oficial, unos sistemas coercitivos evidentes, policía política, represión, escasez y propaganda (que engañaba a muy pocos).
Sin embargo en este sistema todo es distinto, todo está bajo control. Hay abundancia de comidas, no hay restricciones ni represión por los actos, no hay disciplina y existe la falsa impresión de que se tienen opciones de pensamiento sin embargo está acotado y los desertores, salvo casos escandalosos para el propio sistema, no son reprimidos ni atacados directamente sino que son apartados y silenciados mediante la nula cobertura mediática en los grandes medios del sistema.
Los jóvenes hoy
Sin embargos los jóvenes que son los futuros adultos y aquellos que cargarán sobre sus espaldas el futuro de la patria (palabra que a más de uno hará salir sarpullidos) no tiene un futuro muy alentador, y la patria menos. El nivel de degeneración de esta futura sociedad que ya se va intuyendo en el horizonte porque muchos de los niños ya no son tan niños y están empezando a mostrar destellos de cómo serán en el futuro como adultos y la cosa no pinta bien por mucho que los vociferantes medios nos lo repitan una y otra vez y ahora les mostraré por qué.
Tasa de menores adictos al porno (el consumo de pornografía en la red comienza a los 10 años, datos aportados por Marc Masip para La Vanguardia en un artículo de Inma Sachís en 2019).
En España, casi el 20% de los jóvenes españoles de 14 años han apostado dinero en un salón de juego (RTVE en enero de 2020), pero hay mucho más.
Menores adictos al alcohol según la Encuesta sobre Uso de drogas en enseñanzas secundarias en España 1994-2018/2020 dejaron los siguientes resultados (página dieciséis):
Prevalencia de consumo de drogas en los últimos 12 meses entre los estudiantes de Enseñanzas Secundarias 2018:
- Alcohol, prevalencia de consumo a los catorce años 56,1%, a los quince años 70,2%, a los dieciséis 82,5%, a los diecisiete 86,7%, dieciocho 87.
- Tabaco prevalencia de consumo a los catorce años 21,2%, a los quince años 30,0%, dieciséis 39,5%, diecisiete 43,1%, dieciocho 45,4%.
- Cannabis (porros) prevalencia de consumo a los catorce años 12,3%, a los quince años 21,8%, dieciséis 31,3%, diecisiete 37,9%, dieciocho 38,7%.
- Hipnosedantes (con o sin receta) prevalencia de consumo a los catorce años 9,0%, a los quince años 10,8% dieciséis 13,0% diecisiete 15,2% dieciocho 17,2%.
- Cocaína polvo y/o base prevalencia de consumo a los catorce años 1,1% a los quince años 1,9% dieciséis 2,6% diecisiete 3,2% dieciocho 4,8%.
Y hay mucho más…
Menores adictos a las nuevas tecnologías: 1 de cada 5 jóvenes de 14 a 18 años (el 20%) usan de forma abusiva las nuevas tecnologías, información recogida por la Fundación Family Watch de un artículo de El País del 5 de marzo de 2018.
La conclusión es que tenemos jóvenes adictos a las drogas, pornografía, alcohol, juego, a las nuevas tecnologías (Facebook, WhatsApp, etc.). Esto se traduce en un fracaso colectivo como sociedad en general, un fracaso de los gestores de la res publica (la cosa pública, el estado) por parte de aquellos que deberían velar porque esto no pasara por lo que es el verdadero resultado de décadas de pésimas gestiones que parece que tenían como fin último llegar hasta aquí, llámenme malpensado pero es que este régimen del 78 no sólo nos desmontó la industria, la economía y el tardofranquismo sino que, en su afán por restaurar y desmontar, al final nos ha destruido la sociedad entera.
Tenemos futuros adultos trastornados y debilitados mentalmente en una vida realmente estresante y tóxica dentro de una sociedad que se está desmoronando, unos adultos cuyo futuro es la miseria mental, ese espejismo de fotos de Instagram en Dubái, tweets grandilocuentes y Facebooks anhelantes. Tenemos un bomba de relojería que muy pocos detectan.
El “Homo Novo” ese producto del postmodernismo (muy al estilo del Nuevo Hombre Soviético) del que se suponía que iba a ser ateo, sin ligazones, sin peso cultural ni tradición, sin identidades históricas incómodas, con capacidad de ver más allá del bien y del mal e iba a crear su propia moral al más puro estilo vitalista y nietzscheano e iba a ser tolerante, abierto, culto y preparado resulta que no es sino un amasijo de adicciones y frustraciones, que no sabe lo que es, no sabe por qué vive, no sabe si es hombre o mujer, no sabe defenderse de aquellos que le maltratan (lo hicieron y lo seguirán haciendo), incompetente, soberbio, inculto, inepto, maleducado, maleable como ninguno de sus ancestros fueron…son, en definitiva la no-generación. Lo que tan denodadamente han logrado en este proceso de democratización de la sociedad española y de los valores democráticos.
Por sus frutos los conoceréis.