El Gobierno prevé que las mascarillas dejen de ser obligatorias en el exterior a final de enero
Los expertos consultados por Moncloa creen que la variante Omicron rebajará la incidencia en «los primeros días del año»
El Ejecutivo asume que el fiasco de la medida de las mascarillas durará menos de un mes. Así lo adelantan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE ante la previsión de que el real decreto que acordó el Consejo de Ministros extraordinario el jueves 23 de diciembre ni siquiera vaya a ser convalidado en las Cortes a finales de enero, que es cuando tocaría legalmente su ratificación por el Congreso.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la previsión que baraja el Ejecutivo es que la ola expansiva de la nueva variante ómicron comience a bajar en los primeros días del año, de tal manera que a finales de mes pueda decaer la obligatoriedad de las mascarillas en exteriores. De hecho, el Ejecutivo tenía previsto el endurecimiento de un plan de contingencia especial que de momento ha aparcado.
El procedimiento ya no requeriría de nuevas medidas a aprobar por parte del Ejecutivo sino simplemente «dejar caer el decreto», es decir, comunicando el Gobierno al Parlamento su voluntad de que el citado texto normativo que se remitió a las Cortes no se llegue a tramitar.
Parálisis del trámite parlamentario
Así las cosas, el Congreso paralizaría el trámite parlamentario que le obliga a tramitar de urgencia los reales decretos para que sean convalidados en el plazo legal de 30 días hábiles desde su publicación en el Boletín oficial del Estado. La iniciativa legislativa de urgencia del Gobierno no seguiría su curso hasta la calificación de la Mesa del Congreso -o la Diputación Permanente en periodos extraordinarios de sesiones-, la fijación de un pleno extraordinario en el mes de enero y su inclusión en el orden del día. Esta es la voluntad del Ejecutivo «a la espera de la evolución del virus» que, según los expertos consultados por el Gobierno, seguirá un patrón descendente que permitirá cumplir sus planes.
En sus últimas comparecencias, tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la ministra de Sanidad, Carolina Darias, manifestaron su voluntad de que la vuelta de las mascarillas durase «lo menos posible» y se limitara a un medida «temporal, durante el tiempo imprescindible hasta que mejore la situación epidemiológica».
Vuelta a la ‘Normalidad’
En caso de que la incidencia de la pandemia no remitiera, el Gobierno urgiría a la aprobación del decreto que ya habilitaba al Consejo de Ministros la posibilidad de «intensificar o relajar el uso de la mascarilla» en el futuro, en función de la emergencia sanitaria y sin necesidad de recurrir a la aprobación de una nueva orden ministerial o decreto por parte del poder Ejecutivo.
De salir adelante, el marco normativo vigente volvería a ser el mismo que estableció la Ley 2/2021 de Nueva Normalidad que, en su artículo 6, eliminaba la obligatoriedad de usar la mascarilla en exteriores, siempre que se mantuviera una distancia con otras personas de al menos 1,5 metros. Las únicas excepciones eran la obligación de usar mascarillas en transporte público o al interactuar con personas por la calle, o en eventos multitudinarios en espacios abiertos como conciertos o eventos deportivos. La salvedad de la norma precisaba que «será obligatorio en cualquier espacio al aire libre en el que, por la aglomeración de personas, no resulte posible mantener una distancia mínima de 1,5 metros entre las mismas, salvo grupos de convivientes».