Casado tratará de preparar el camino a La Moncloa desde Castilla y León y Andalucía
Los planes del líder del PP estarán marcados por las intenciones de Vox, que ha encarecido su apoyo a los populares en los últimos meses
Los planes del líder del PP estarán marcados por las intenciones de Vox, que ha encarecido su apoyo a los populares en los últimos meses
El líder del PP, Pablo Casado, encara el 2022 con el objetivo de que los populares firmen victorias electorales en Castilla y León y Andalucía, que le sirvan como trampolín para ser elegido presidente del Gobierno, tras cerrar el año encabezando los sondeos.
2022 es de nuevo un año electoral, como lo han sido todos desde que arrancó la actual legislatura, y el PP quiere arrancar su maquinaria electoral y mantenerla engrasada para reagrupar al centroderecha en sus siglas y convencer a los ciudadanos de su visión de que son la única alternativa posible al Gobierno de Pedro Sánchez.
Castilla y León, primera prueba
Tras el adelanto electoral decretado por Alfonso Fernández Mañueco, Castilla y León será la primera prueba de fuego el 13 de febrero. Casado ya ha llamado a los suyos a volcarse en la campaña y muestra de ello es que este mismo sábado el líder del PP participará telemáticamente en una convención intermunicipal con alcaldes de la región.
Las elecciones en la comunidad tienen un fuerte trasfondo nacional y, de hecho, el lema electoral pronunciado en los últimos días por Fernández Mañueco es «sanchismo o futuro», muy similar al «comunismo o libertad» que enarboló desde la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso y que le permitió lograr un resultado incontestable.
Los populares parten con ventaja, con sondeos que les sitúan al borde de la mayoría absoluta, y el objetivo es emular la victoria de Díaz Ayuso y que el PP se imponga en solitario a la izquierda, lo que minimizaría el peso de Vox. La meta es un Gobierno monocolor, tras borrar además a Ciudadanos del mapa electoral.
Ese escenario es también el que quiere Casado para sí mismo en las elecciones generales, para las que aún faltan alrededor de dos años.
El papel de Vox
El siguiente escalón pasa por Andalucía, donde la intención de Juanma Moreno Bonilla sería convocar elecciones entre junio y octubre.
Sin embargo, tanto en los escenarios autonómicos como en el nacional será clave el papel que interprete Vox, hasta el punto de que puede poner en peligro el objetivo del PP de dejar atrás las coaliciones de Gobierno, rotas en tres de las cuatro autonomías donde PP y Ciudadanos gobernaban juntos, con la salvedad de Andalucía.
Fuerte en las encuestas, donde no se desinfla -y en el caso de Castilla y León incrementa su presencia-, Vox ha permitido que Ayuso apruebe presupuestos, pero no que lo hagan Juanma Moreno en Andalucía ni José Luis Martínez-Almeida en la ciudad de Madrid.
Casado dice que serán el resto de partidos los que deban retratarse si no hay alternativa a su investidura y que es capaz de hacer pactos a izquierda y a derecha, pero el apoyo de los de Abascal se encarece con el paso de los meses y sigue rechazando al «sanchismo».
Fuente: EFE.