Cae una red de tráfico de migrantes España-Argelia utilizada para la huida de fugitivos e introducir drogas
Estaba asentada en Alicante, aunque la ramificación alcanzaba a otras provincias como Almería y países como Francia
Agentes de la Policía Nacional han detenido a 24 personas integrantes de un entramado polidelictivo especializado en el tráfico ilícito de migrantes entre España y Argelia. Los trayectos marítimos de regreso eran utilizados también para apoyar la huida de fugitivos de la Justicia y para la introducción y transporte de drogas y objetos robados desde España hasta Orán.
La investigación, realizado junto a EUROPOL, se inició tras otra operación policial en la que se llevó a cabo el desmantelamiento de una organización criminal afincada en España y con células asentadas en Murcia, Alicante y Almería.
El entramado investigado estaba conformado por dos organizaciones criminales «perfectamente estructuradas bajo una exhaustiva coordinación», según ha informado la Policía Nacional. Se encontraban afincadas en la provincia de Alicante, aunque su ámbito de actuación alcanzaba otras provincias nacionales, principalmente Almería, así como otros países del espacio Schengen, fundamentalmente Francia.
250 víctimas
Gracias a la operación policial se ha podido desarticular el entramado criminal responsable de traficar con más de 250 víctimas en 54 episodios migratorios acontecidos en los últimos meses, según el recuento de la Policía.
En concreto, prestaban apoyo a redes argelinas dedicadas al tráfico de migrantes, empleando la ruta marítima desde Orán pasando por Almería y regreso a Orán. Utilizaban la costa almeriense como punto de entrada y retorno clandestinos, lo que favorecía la huida hasta Argelia de inmigrantes con causas judiciales pendientes, prófugos o fugitivos que se encontraban en Europa.
Además, el entramado se dedicaba al tráfico de drogas y al tráfico de objetos robados, elementos de pequeño tamaño pero de elevado valor, introduciendo en Argelia sustancias estupefacientes, como éxtasis y psicofármacos, donde su precio es hasta cinco veces superior al de España.
También dispositivos electrónicos diversos como teléfonos o tabletas, joyas, oro, patinetes o relojes, actuando sobre todo en playas de Alicante y contando con especialistas técnicos para la desactivación de localizadores y rastreadores. Aprovechaban la llegada de embarcaciones con inmigrantes a bordo para cargarlas con dichas sustancias tóxicas y objetos de ilícita procedencia e introducirlos clandestinamente en Orán, donde tenían una célula de colaboradores encargada de su posterior venta.
Cuatro grupos de trabajo
Ambas organizaciones seguían el mismo método, empleaban cuatro grupos de trabajo, cada uno con funciones y tareas perfectamente diversificadas, estructuradas y repartidas. En connivencia con organizaciones criminales asentadas en Argelia, utilizaban embarcaciones de diferentes tamaños para garantizar la entrada ilegal de inmigrantes en territorio nacional, especialmente accediendo a través del litoral almeriense.
De los cuatro grupos, existía un grupo de mando, cúspide de la pirámide, encargado de la organización, coordinación y reparto de tareas de los restantes miembros de la red. Un segundo grupo, con funciones de transporte, se encargaba de recoger a los migrantes a su llegada en patera, los trasladaba a los pisos de seguridad en Alicante y de ahí a otras ciudades españolas o a Francia.
Asimismo, existía un tercer grupo dedicado a controlar y ocultar a los migrantes durante su permanencia temporal en los cuatro pisos de seguridad ubicados en la ciudad de Alicante, facilitándoles los medios necesarios para su subsistencia en España, como manutención, drogas o teléfonos móviles.
Por último, se detectó un cuarto grupo integrado por «cambistas» cuyo cometido era el de financiación, facilitando el dinero necesario a los inmigrantes para abonar los servicios solicitados por los traficantes. Esta dinámica se realizaba a través del sistema subrepticio de transferencia de dinero «Hawala», basado en la confianza entre partes y consistente en el intercambio de divisas sin que se produzca un movimiento físico de dinero.
«Lanzadera» por puestos fronterizos no habilitados
Estos desplazamientos también se efectuaban desde Francia con destino Argelia, pasando por las ciudades de Alicante y Almería. Tomaban dicha ruta los migrantes que deseaban regresar por puestos no habilitados intentando eludir así los controles fronterizos. Asimismo, utilizaban esta vía de retorno los pilotos de embarcaciones pertenecientes a redes argelinas que se veían obligados a permanecer una temporada en España debido a incidencias acaecidas durante su travesía marítima.
Esta red empleaba el método denominado «lanzadera» para llevar a efecto los cruces fronterizos entre España y Francia. Procedimiento consistente en hacer uso de un vehículo que circula delante del que lleva a los migrantes con motivo de alertar de la presencia policial y garantizar el éxito del traslado.
Los costes de los desplazamientos eran diversos dependiendo de los puntos de origen y destino: de Argelia a Almería hasta 5.000 euros, de Almería a Alicante entre 200 y 600 euros y de esta ciudad a Francia entre 700 y 1.000 euros.
La mayoría de detenidos, en Alicante
El operativo policial culminó con 24 detenidos -Alicante (22), Almería (1) y Jaén (1)- por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra la salud pública y receptación. Además, los agentes realizaron nueve diligencias de entrada y registro en Alicante y cuatro inspecciones en diferentes establecimientos comerciales de esta misma ciudad.
En total se intervinieron más de 40.000 euros en efectivo -tanto en divisa nacional como en dinares argelinos-, cuatro vehículos, tres kilos y medio de éxtasis de la sustancia llamado «tusi» o coloquialmente «cocaína rosa», 56 gramos de fenciclidina y 710 cajetillas de tabaco de contrabando.
Asimismo se localizaron numerosos efectos sustraídos tales como 61 terminales móviles, tres bicicletas de competición, patinetes eléctricos, varios dispositivos electrónicos, diversos documentos de identidad de terceras personas, tarjetas bancarias y numerosa documentación vinculada con la investigación.