El SUP exige a Interior que entregue a los policías las pistolas Taser adquiridas por el Cuerpo tras 15 meses de retrasos
El sindicato quiere saber si el «retraso» se debe a al rechazo de socios del Gobierno de Pedro Sánchez
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha reclamado que la Dirección General de la Policía autorice de forma inmediata el uso de la pistola eléctrica tipo Taser, asegurando que podría haber ayudado a la «media docena» de agentes heridos en Zaragoza y Córdoba en altercados ocurridos en las últimas 48 horas. En este sentido, quiere saber si el «retraso» se debe a al rechazo de socios del Gobierno de Pedro Sánchez.
«Han pasado 15 meses, las Taser siguen cogiendo polvo en un almacén y no se ha formado en el uso del nuevo armamento a los policías de Seguridad Ciudadana que son los que más lo necesitan», ha denunciado el SUP en el comunicado, que ve «discriminación» porque otros cuerpos autonómicos y locales sí utilizan ya este tipo de arma.
El SUP reclama a Interior que entregue «de inmediato» los dispositivos eléctricos o, en su caso, «explique si es cierto que el retraso en la entrega tiene un trasfondo político relacionado con el rechazo de sus socios de Gobierno a cualquier mejora para la Policía Nacional».
La organización se refiere al anuncio en octubre de 2020 de la Dirección General de la Policía, que aseguró «a bombo y platillo la compra y reparto inmediato de los primeros cientos de dispositivos eléctricos de control».
«Mientras otros cuerpos policiales de España disponen sin problema de los medios eléctricos de control, 600 dispositivos de los llamados Taser adquiridos para la Policía Nacional duermen en un almacén. Tampoco se ha formado en el uso de los dispositivos a los policías que más lo necesitan», denuncia.
El SUP recuerda que desde la Policía se informó de que en noviembre de 2020 se formarían a 66 agentes para que desempeñaran las tareas de instructores al objeto de distribuir cuanto antes los dispositivos. En este sentido, reprocha a la Dirección General que achaque el retraso a un problema con la Ley de Protección de Datos, al disponer las pistolas de cámaras inteligentes que graban cuando se usa el arma.