El Gobierno inicia la negociación laboral con PNV y ERC mientras tantea a Ciudadanos
Fuentes de Moncloa confirman el inicio de las conversaciones con sus socios y otros contactos «informales» entre Félix Bolaños, Héctor Gómez y Edmundo Bal
Es la principal tarea política que tiene por delante el Ejecutivo en este inicio del año político. El Gobierno de Pedro Sánchez tiene un mes de margen hasta que se vote el decreto ley de la reforma laboral en el Congreso y no hay tiempo que perder. Por ello, fuentes gubernamentales confirman a THE OBJECTIVE que los primeros contactos formales ya se han iniciado este lunes dando prioridad a sus socios, PNV y ERC, frente a otras opciones como Ciudadanos y el PP.
Fuentes de Moncloa desmienten a este periódico que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, haya iniciado conversaciones con el Partido Popular para desbloquear su apoyo en la reforma laboral. «La prioridad es la de siempre», es decir, agotar la vía de sus socios prioritarios, PNV y ERC, en la confianza de que sus aliados de legislatura acabarán cediendo y «no dejarán caer la reforma laboral».
Una afirmación que suscribieron este lunes tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y que encierran las verdaderas aspiraciones del Ejecutivo sobre las abstenciones de sus socios, tal y como adelantó THE OBJECTIVE. El Gobierno es consciente de la dificultad del PNV de dar luz verde a un proyecto que no recogerá la que los peneuvistas fijaron como su línea roja: la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales, con lo que la esperanza del Gobierno será que se abstengan y no sumen sus apoyos al bloque del ‘no’ en el que ubican al PP.
El PNV sigue en el ‘no’
Pese a todo, los socialistas ya han iniciado las conversaciones para ablandar a nacionalistas vascos e independentistas catalanes mientras esperan a iniciar los contactos con Ciudadanos y el PP. Fuentes del PNV consultadas por THE OBJECTIVE confirman estos contactos pero «desde hace semanas» y que «los contactos con el Gobierno han continuado y siguen».
Sin embargo, las citadas fuentes desvelan a este periódico que no se han movido de su ‘no’ inicial: «No apoyaremos una reforma laboral que no proteja el marco vasco de relaciones laborales. Para nosotros es importantísimo que se respete el acuerdo interprofesional alcanzado en Euskadi en 2017, esta prevalencia de los convenios autonómicos debe quedar recogido en el texto. Es una reclamación que el Gobierno y la ministra conocen perfectamente», afirman desde el PNV, aunque en Moncloa no están dispuestos a asumirlo inicialmente porque supondría una ruptura del acuerdo por parte de la CEOE.
La «oposición negacionista» del PP
Con los populares, la dureza en la crítica evidencia la nula expectativa a que una eventual negociación fructifique. En una entrevista en la cadena SER, el presidente Sánchez acusó a Pablo Casado de llevar a cabo una «oposición negacionista» en lugar de «anteponer el interés general al particular».
Una dureza que también manifestó ante los suyos el secretario general del PSOE en la reunión que mantuvo en Ferraz con los miembros del área económica de su Ejecutiva, a quienes manifestó su «confianza» en sacar adelante el texto a principios de febrero sin necesidad de romper la alianza Frankenstein sobre la que se sustenta el Gobierno, pero sí explorando «las múltiples vías posibles», según explican desde el Palacio de La Moncloa.
En este sentido, el Gobierno ya ha iniciado contactos informales con sus socios y ha «tanteado» a Ciudadanos, a quienes aspiran a convertir en sus apoyos en lugar de PNV y ERC. Fuentes de ambas formaciones explican que se han producido algunos contactos «no oficiales» instándose a establecer ya las conversaciones para negociar un posible voto a favor de la reforma laboral pero aún sin concreciones. Desde la formación naranja explican que hay «buen rollo» entre el negociador Félix Bolaños y los portavoces Héctor Gómez y Edmundo Bal aunque recelan de sus verdaderas intenciones.
«Tanteos con Ciudadanos»
La sospecha de la formación naranja es que intenten negociar su voto a favor y finalmente prioricen a sus socios PNV y ERC, con quienes cerrarán un acuerdo de última hora. Sin embargo, desde la formación naranja se muestran dispuestos a negociar. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se ofreció este lunes a salvar la reforma laboral ante el «peligro real» de que empeore con ERC y Bildu. Arrimadas contrapuso su estrategia al «cuanto peor, mejor, del PP» y prometió que en Ciudadanos van a «trabajar para frenar los pies al separatismo, que quiere empeorar y trocear el modelo laboral, y para eso vamos a ser responsables y a demostrar a los españoles que Sánchez va a tener siempre una alternativa a los socios radicales y separatistas».
Arrimadas recupera la estrategia naranja de poner contra las cuerdas a Sánchez para elegir a su partido frente a sus socios de la alianza Frankenstein, que ya utilizó durante la negociación presupuestaria de 2020, cuando Ciudadanos votó a favor de los Presupuestos de Pedro Sánchez en el debate de totalidad de las cuentas públicas.