El milagro de Podemos: cae en los sondeos pero bate récord de microcréditos para el 13-F
El partido morado arranca una campaña de financiación por encima de sus expectativas. En 48 horas ya ha levantado casi 200.000 euros
Podemos sigue batiendo récords de recaudación de fondos a través del mecanismo de los microcréditos de sus afines a pesar de estar peor que nunca en los sondeos. Es un verdadero milagro para un partido que afronta unas elecciones muy complicadas en una región que sus propios dirigentes califican de hostil. En tan solo dos días el partido morado se ha hecho con casi 200.000 euros (192.000 euros, al cierre de la edición de ayer) de donaciones de los afiliados y simpatizantes, batiendo todo tipo de previsiones.
Ya pasó en 2019, cuando Podemos levantó para su campaña electoral de las generales más de un millón de euros en tan solo ocho días, hasta cerrar la campaña con 1,7 millones. Fue una recaudación récord, superior incluso al momento de eclosión del partido morado, cuando aspiraba al sorpasso al PSOE y miraba de cara a Pedro Sánchez. Entonces, Podemos ya buscaba salvar los muebles, y gracias a ese dinero pudo lanzar una enorme ofensiva en las redes sociales que después acabó bajo la lupa judicial por la financiación de la consultora Neurona, cercana a Juan Carlos Monedero y que había desembarcado a España pocos días antes de los comicios.
El sistema de financiación de Podemos es muy peculiar. Desde su nacimiento, los morados han presumido no pedir préstamos a los bancos para financiar sus campañas. Se aseguran el dinero necesario para su propaganda y actos gracias a la generosidad de los ciudadanos, que pueden donar al partido dinero con la promesa de recibir meses después una devolución gracias a las subvenciones públicas.
Lavado de dinero
El mecanismo funciona desde el punto de vista financiero, pero el Tribunal y la Cámara de Cuentas, responsables de analizar la legalidad de dichas operaciones, siempre han levantado la alarma sobre su opacidad y la dificultad de rastrear a las personas físicas que entregan el dinero. En las últimas generales, por ejemplo, el partido recibió por parte de nueve personas un montante total de 60.600 euros que excedió el máximo permitido para las aportaciones de fondos a partidos políticos, que es de 50.000.
El problema del sistema de financiación de Podemos es que todo se ejecuta por Internet, y puede representar un instrumento perfecto para el blanqueamiento de dinero, puesto que todo lo que se entrega al partido se devuelve limpio gracias a las subvenciones electorales.
Es por ello que la presidenta del Tribunal de Cuentas, María José de la Fuente y de la Calle, pidió en el Congreso a finales de 2020 regular el asunto, ya que, sostuvo, a diferencia del crowdfunding, los microcréditos son figuras «relativamente nuevas» que carecen de una normativa legal ad hoc. Esto dificulta a los fiscalizadores aclarar si el proceso ha sido correcto o si se han dado casos de desvío de dinero público. La petición del Tribunal de Cuentas lleva, sin embargo, años sin ser atendida.
De 10 a dos escaños
Ahora, después de las campañas de 2019 (dos generales, autonómicas y europeas) en las que Podemos supo levantar más donaciones que nunca, el partido morado lo ha vuelto a hacer en unos comicios que, al menos en apariencia, no deberían despertar demasiado interés entre sus bases. Podemos pasó de 10 a dos escaños entre 2015 y 2019, y ahora tiene que afrontar un adelanto electoral con la polémica de las declaraciones de Alberto Garzón sobre la carne y los movimientos de Yolanda Díaz, que aspira a superar el partido fundado por Pablo Iglesias.
Sea como fuere, al menos desde el punto de vista económico, la cúpula de Irene Montero puede sonreír. Otra vez la recaudación de dinero ha superado sus expectativas. «Es un orgullo y un claro ejemplo del compromiso de nuestra militancia y esperemos que también lo sea de que la ciudadanía de Castilla y León está harta de la corrupción del PP y quiere un cambio en el gobierno autonómico», han destacado a Europa Press fuentes del partido morado.
Un verdadero milagro económico que permitirá a Pablo Fernández intentará rejuvenecer su imagen en las redes sociales. El candidato ha decidido pasar de León a Valladolid para tener más fácil asegurarse un escaño y todo apunta a que centrará la campaña en el debate de las macrogranjas. Podemos sabe que, si la campaña irá mal, podrá así culpar a Alberto Garzón del fracaso. Sus perspectivas son alcanzar al menos un diputado autonómico. Por debajo de esta cifra, las elecciones en Castilla y León se convertirán en una debacle sin paliativos para un partido ya en crisis. Mientras tanto, este sábado desembarcarán en la región Ione Belarra y Enrique Santiago. Al menos el dinero no falta.