Los vínculos de Podemos con Rusia dificultan el acercamiento de Sánchez a Biden
Fuentes socialistas admiten que los ataques de UP a la OTAN generan malestar en el cuerpo diplomático y hasta en los servicios secretos de Estados Unidos
Los vínculos de Podemos con Rusia dificultan el acercamiento de Pedro Sánchez con la administración de Estados Unidos. Fuentes socialistas admiten que los guiños de los morados a Moscú; las colaboraciones de sus miembros con la propaganda financiada por el Kremlin y la conexión de este con los separatistas son el principal freno para el pleno reconocimiento por parte de Joe Biden a la política de Sánchez. «Se puede enviar la Blas de Lezo, pero si te quedas fuera de la reunión con los demás países europeos quedas señalado», zanjan las fuentes consultadas.
En el PSOE no tienen duda: la dificultad de Sánchez para obtener el tan esperado reconocimiento de Biden depende de la presencia en el Ejecutivo de Unidas Podemos. La cuestión no se limita a que se reivindican como «comunistas», sino que atañe a las relaciones que en estos años han tejido con Rusia. Concretamente a través de sus portales mediáticos y de propaganda, con los que varios dirigentes de Podemos han colaborado. Además de su relación con el chavismo y países de América Latina considerados «enemigos» de Estados Unidos.
«Los de Podemos defienden a Putin»
«Los de Podemos han defendido públicamente a Putin, y esto lo tienen muy en cuenta tanto los servicios secretos de Estados Unidos como su cuerpo diplomático». Así explica un cargo socialista el problema que tiene Sánchez y sus ministros de Exteriores y de Defensa para acercar posturas con Biden.
En estos días, en realidad, los morados han evitado defender directamente de Putin, apostando por un perfil más parecido al de la equidistancia entre Rusia y la OTAN. Aun así incluso en Unidas Podemos algunos sectores de la coalición admiten que el discurso esgrimido evita la condena dura de la retórica de Moscú. Como desveló este diario, de hecho, hasta ERC evitó respaldar el manifiesto contra la guerra de Podemos difundido en el Congreso por considerarlo demasiado blando en la condena a una posible agresión a Ucrania.
El Gobierno reitera que el compromiso de España con la OTAN es inquebrantable. La tesis del Ejecutivo se apoya en la afirmación de que es Sánchez quien decide la política exterior y de defensa, y no Podemos. Y recuerdan que Yolanda Díaz también ha querido rebajar la tensión. Las fuentes consultadas, de hecho, creen que la decisión de adelantar el envío del buque Blas de Lezo al Mar Negro responde a una maniobra del Ejecutivo para ganar la simpatía de Estados Unidos. Aunque dudan sobre el resultado: «Es un buque moderno, el mejor de la flota española, pero Estados Unidos dirá ‘muchas gracias’ y en eso se queda», afirman.
Ausencia «significativa»
El hecho de que Sánchez no estuviera presente en la última reunión estratégica organizada por Biden a la que participaron los representantes de la Unión Europea y de países como Polonia, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, es «significativo». Para las fuentes socialistas se trata de un asunto de enorme relevancia, y creen que otros sectores importantes de la formación, entre ellos el propio expresidente Felipe González, no han comentado la gravedad de la situación por «problema de salud».
Como desveló este diario, la conexión de Podemos con Russia Today y otros medios adscritos al Kremlin no es un hecho aislado. Varias fuentes del partido morado admitían cómo la postura crítica con la OTAN y el aliado norteamericano dependían del interés tanto de Iglesias como de otros miembros de la formación de seguir colaborando con los medios financiado por Putin.
Es por ello, por ejemplo, que las fuentes socialistas recuerdan que cuando el ministro José Manuel Albares sentenció que la política exterior la decide Sánchez, los morados enseguida contestaron relanzando su mensaje de no a la guerra. Con ese mensaje y en otro documento presentando en el Congreso cuestionaron el papel de la OTAN. Los observadores de Estados Unidos en España torcieron el gesto, aseguran las fuentes consultadas. «Además, Sánchez no les desautorizó», reflexionan.
«Se están pagando errores de Zapatero»
La dificultad de Sánchez de acercarse a la administración de Biden no atañe únicamente a la posición de Unidas Podemos o a las frases de Iglesias. «Todavía se están pagando algunos errores de Zapatero y sobre todo el choque con Marruecos», afirman. Se refieren al caso Ghali, cuando España alojó en secreto al líder del Frente Polisario para atenderle en un hospital de La Rioja.
En estos meses ha quedado palpable la frialdad de Biden con Sánchez, a pesar de que por ámbitos políticos debería ser más fácil tender puentes y establecer una alianza. Durante sus viajes a Estados Unidos, la Casa Blanca se negó a encontrar un hueco para una reunión bilateral con el mandatario español. Sánchez se concentró entonces en promover la economía española. Pero a nivel diplomático ese hecho llamó mucho la atención.
Otro «patinazo» de Sánchez fue el encuentro robado de un minuto en el pasillo de la cumbre de la OTAN. Aquel «error de comunicación» de la Moncloa se intentó corregir con un encuentro en Barcelona con el premier italiano Mario Draghi. Entonces, el equipo de protocolo de Sánchez pidió expresamente a la delegación italiana unas fotos entre los dos presidentes.
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, sostuvo el pasado martes que las relaciones entre España y Estados Unidos «hacía tiempo» que no eran tan extraordinarias. La portavoz quitó importancia a la ausencia de España de la última reunión estratégica sobre la crisis en Ucrania, y afirmó que el país «se siente representado» por sus socios presentes en el G-7 y la OSCE. Sin embargo, según las fuentes socialistas consultadas entre España y Estados Unidos la relación bilateral es más que mejorable. Y achacan ese problema a la presencia de Podemos en el Ejecutivo y sus vínculos con Rusia y con sus aliados en América Latina.