Cientos de causas judiciales obligan a Marlaska a fulminar las pruebas de ortografía en la Policía
Los tribunales tienen pendiente resolver 1000 recursos de aspirantes a Policía que se quedaron fuera del proceso en convocatorias anteriores
Una orden ministerial puso fin este miércoles al examen de ortografía en las oposiciones de acceso a la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Una decisión del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska que supone una victoria —a medias— para Justicia 36, la plataforma que aglutina a miles de aspirantes a agente que, en convocatorias anteriores, se quedaron fuera del proceso por supuestos errores de la División de Formación de la Policía en la elaboración y posterior corrección de las pruebas ortográficas.
Tras ser ignorados en sus reclamaciones y, después, en sus recursos de alzada contra el examen por la Dirección General de la Policía, basando su denuncia en un informe de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), bajo la que se fijan los parámetros del test ortográfico. Un aluvión de opositores llevó su caso a los tribunales, que aún tienen pendiente resolver al menos 1000 recursos contenciosos administrativos contra este examen de la Policía en la convocatoria 35, 36 y 37 de acceso al Cuerpo.
La sección séptima de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) aglutina la mayor parte (400) de los recursos presentados por los aspirantes, representados por el abogado Ángel Galindo. «La decisión de la Policía supone un éxito de la plataforma Justicia 36, aunque todavía están por resolverse las demandas de los opositores. Están pendientes de señalamiento, dentro seis o siete meses se dictarán las sentencias, al menos de la promoción 36», sostiene este letrado, en conversación con THE OBJECTIVE.
Galindo no duda de que los aspirantes ganarán en los tribunales porque la División de Formación de la Policía «no respetó las bases de las pruebas». «Por un lado, cada año ponían la nota de corte que querían, cuando la convocatoria la fijaba en un 5. Y por otro, la Real Academia Española ha salido a decirles que las palabras en cuestión estaban mal corregidas. La RAE fijaba las normas, pero después la Policía ignoraba sus reglas y decía lo contrario», explica este letrado.
Nueva polémica
En la prueba de 2020, la Dirección General decidió por motu proprio establecer tras la realización de los exámenes una nota de corte en ortografía de 6,2. Algo que nunca había ocurrido, al menos después de las pruebas y que, según asegura, Ángel Galindo, es ilegal: «El opositor tiene derecho a conocer antes de la realización de dicha prueba, cuál va a ser la nota mínima necesaria para superarla». Ese cambio dejó fuera a 4.000 opositores. En cualquier caso, este abogado no entiende por qué la Dirección General ha decidido ahora eliminar la prueba. «La prueba ya estaba bien planteada con un 5 de corte y lo que se pedía es que se hiciera de forma razonable», señala.
Pese a que no habrá más test ortográficos en las oposiciones, el de la última convocatoria, celebrada el pasado sábado 5 de febrero, no ha quedado exento de polémica. Desde este martes, cientos de opositores han interpuesto reclamaciones ante la Secretaría de Procesos Selectivos de la Policía para que rectifique la plantilla de ortografía y establezca como correctos tres términos en cuestión: Majorette, stent y software.
En el examen ortográfico, los aspirantes debían responder sobre la inclusión de entradas propias en el Diccionario de la Lengua Española, obra lexicográfica de la Real Academia Española (RAE), de un centenar de términos. Majorette, stent y software, según la RAE, se escriben en letra cursiva «con la finalidad de marcar que son extranjerismos no adaptados».
No obstante, la plantilla de correcciones que publicó este lunes la Policía Nacional señala como buenas estas tres palabras escritas en letra redonda, no en cursiva. Una corrección que «iría en contra del espíritu del Diccionario», en el que se basa la prueba. «En cualquier caso, debe respetarse siempre la norma general de escribir los extranjerismos crudos con la marca gráfica que indica su condición de tales, que, como ya se ha explicado, es preferentemente la cursiva o, en segundo término, las comillas», según dice el informe del filólogo Cristobal E. González, al que han recurrido un grupo de aspirantes.
Conocimientos y ortografía
Fuentes de la Dirección General consultadas por THE OBJECTIVE sostienen que esta modificación en las pruebas conllevará una «selección más eficaz asentada en los principios de mérito, capacidad, publicidad, transparencia, objetividad y seguridad jurídica». De este modo, solo habrá una prueba de conocimientos, compuesta por el número de ítems relacionados con la función policial que se determine en la convocatoria.
El Tribunal será el encargado de elaborar el conjunto de cuestiones para cada una de las materias encuadradas en las áreas de ciencias jurídicas, sociales y técnico-científicas y conocimiento general y de lengua extranjera. No obstante, también podrá incorporar preguntas relacionadas con la ortografía, aunque en menor medida.
Otra modificación será que las bases de la convocatoria determinarán el número máximo de aspirantes aptos en la prueba de conocimientos, que coincidirán con las mejores calificaciones obtenidas, ordenadas de mayor a menor. Es decir, que habrá un máximo de aprobados antes de comenzar el examen, y no una nota de corte como ha ocurrido hasta ahora. En definitiva, todo aquel que desee acceder a la Escala Básica de la Policía en futuras convocatorias tendrá que superar las pruebas físicas, de conocimientos y el test psicotécnico.