Un testigo de Podemos en el 'caso Assange' explica por qué la Fiscalía pide cerrar Neurona

Los fiscales encargados de investigar el ‘caso Neurona’, en el que está imputado Podemos por presunta malversación de dinero público en la campaña electoral de 2019, quieren dar carpetazo al asunto. Su posición ha quedado clara en todos los pasillos del Juzgado madrileño donde desde hace un año se investiga el caso. La clave de esa posición atañe a la presencia de Podemos en el Gobierno, pero también en un testigo clave en el juicio contra Julian Assange, al que está defendiendo el exjuez Baltasar Garzón, pareja de la fiscal general, Dolores Delgado. Se trata de «un testimonio clave» y es cercano a Podemos, revelan fuentes del partido morado, que añaden: «Es un intercambio de cromos».

El exjuez Garzón es el coordinador internacional de la defensa del fundador de Wikileaks. Assange se encuentra detenido actualmente en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sureste de Londres, casi en total aislamiento. Estados Unidos reclama poder juzgar en su país al activista acusado de espionaje por difundir miles de documentos oficiales y secretos (del Departamento de Estado de Estados Unidos, así como información secreta sobre las guerras de Irak y Afganistán) a través de su portal. La justicia británica acaba de aceptar una apelación de la defensa de Assange para que el caso sea analizado por el Tribunal Supremo de ese país. 

La cuestión de Assange se mezcla con los intereses judiciales de Podemos a través de un «testigo clave», según afirman fuentes de Unidas Podemos conocedoras de la estrategia de defensa del partido en el ‘caso Neurona’. Podemos lleva siendo investigado por el magistrado Juan José Escalonilla más de un año, a raíz de las declaraciones de algunos de los exmiembros de su equipo legal, que apuntaron a presuntas irregularidades en los contratos de la última campaña electoral. La investigación hace mención a posibles contratos inflados para desviar fondos en una red que de España llega hasta México, donde se pierde la pista del dinero.

Centrar el tiro en Neurona

Sin embargo, y ante la sorpresa de varias fuentes judiciales, la Fiscalía lleva meses pidiendo en muchos escritos que se archive la investigación. En el último documento, del pasado mes de enero, coincidió con la defensa al sostener que “se ha acreditado” que Neurona realizó todos los trabajos por los que fue contratada por Podemos. El Ministerio Fiscal pidió en un primer momento cerrar todas las investigaciones sobre las seis causas anexas al caso Neurona. Entre ellas se encontraron presuntos casos de sobresueldos y desvío de dinero a través de cuentas bancarias paralelas de Podemos.

Escalonilla, que quiere centrar todo su trabajo instructor en Neurona, prefirió evitar un choque. Pero no cedió en lo de Neurona y amplió hasta el verano las pesquisas sobre la consultora mexicana que desembarcó en España en 2019 de la mano de Juan Carlos Monedero (y que antes había trabajado para Evo Morales y Nicolás Maduro, entre otros). 

Además del partido, en el caso están imputados el ex jefe de campaña, el tesorero y la gerente. Uno de ellos, Juanma del Olmo, es quien representa el enlace con el ‘caso Assange’ y los intereses de Garzón. Concretamente, a través de un testigo del caso del activista australiano. Se trata de un informático, Ramón Devesa, que trabajó en la empresa de defensa y seguridad privada española Undercover Global S. L., que recibió el encargo de grabar durante las 24 horas a Assange durante su estancia en la embajada de Ecuador en Londres. Las grabaciones de esa empresa se intensificaron tras la llegada al poder en Ecuador de Lenin Moreno, después de la etapa de Rafael Correa. Moreno fue quien entregó a Assange a las autoridades británicas.

Un experto informático

Durante el juicio a Assange, el dueño de UC Global, empresa con sede en Jerez de la Frontera, tuvo que testificar y no se descarta que en el futuro también tenga que hacerlo. Se trata de David Morales, un exmilitar español formado en la Unidad de Operaciones Especiales de Infantería de Marina. Fuentes de Podemos aseguran que la empresa de Morales tiene relaciones directas con el partido, concretamente con Del Olmo, quien en la campaña de 2019 investigada por la justicia pagó 10.000 euros para contratar a la firma. Se ejecutaron a través de dos pagos, que fuentes del partido morado apuntan a un «proyecto piloto» para poner en marcha una criba de toda la intranet del partido para detectar topos o filtraciones. 

Garzón, no obstante, acabó presentando una querella contra el dueño de dicha empresa por tener información confidencial. Es en este momento cuando entra en juego el «testigo clave» que, según las fuentes moradas, representa un nexo entre sus intereses y los de la Fiscalía. «Morales fue traicionado por varios empleados que trabajan ahora para Podemos en asesoramiento informático», sostienen las fuentes consultadas. Y entre ellos señalan a Devesa.

Lo hacen a través de una empresa de nueva creación, señalan estas fuentes, que en algunos casos, como adelantó OkDiario, tiene vínculos con Correa y tuvo un papel en la auditoría interna que acabó con el despido masivo de todo el viejo equipo de informáticos: una operación turbia que tenía como finalidad descubrir gargantas profundas y que acabó con un despido masivo por razones «disciplinarias» (los afectados han demandado a la formación). El nombre del «testigo clave» también aparece en el marco de la operación de los morados para buscar un peritaje que impidiera entregar las llaves de sus redes sociales al juez Escalonilla. Entonces, la defensa de Podemos se escudó en el derecho del investigado de «no colaborar» con la justicia. 

«Pacto de no agresión» Podemos-PSOE

El hecho de que este experto informático que según fuentes de Podemos ha trabajado (y posiblemente sigue haciéndolo) en las entrañas de la formación, y a la vez maneja datos sensibles para el caso de Assange, representa un nexo para lo que algunos en el partido llaman «pacto de no agresión» con Pedro Sánchez en este ámbito. Se trataría de un doble favor entre Podemos y los socialistas para evitar, entre otras cosas, desvelar «información comprometedora del PSOE y sus relaciones con Venezuela». 

Todo ello en el marco de una relación con la Fiscalía que excede el ‘caso Neurona‘ y se enlaza a otros asuntos. Por ejemplo, el juicio a Assange, además de la investigación del ‘caso Tándem’ sobre la que Podemos construyó la tesis de las cloacas del Estado para organizar su campaña electoral de 2019 entorno al esquema del victimismo. Según las fuentes consultadas, en aquellos meses, la Fiscalía pidió a Podemos no centrar sus ataques en Garzón, por ser «amigo de Podemos». Y en ese relación se mantienen, según revelan desde dentro el partido morado, donde hasta hace poco presumían de que el asunto sobre Neurona se resolvería en pocos meses.

Los morados saben que el papel de la Fiscalía en un ordenamiento jurídico como el español es muy importante para que prospere una investigación, ya que el juez tiene poderes limitados de instrucción independiente. Además del ‘caso Neurona’, la Fiscalía no quiere que tampoco se arroje luz sobre las declaraciones del exespía del chavismo Hugo Carvajal (El Pollo), quien habló de maletines de dinero y financiación irregular del partido morado. El Ministerio fiscal italiano, en cambio, sí ha pedido interrogar al exespía por sus declaraciones sobre el Movimiento 5 Estrellas. Y es por ello que la defensa de Podemos no se esperaba que Escalonilla ordenara ampliar varios meses la instrucción.