Junts, CUP y la ANC arremeten contra Aragonès en el primer año de Govern
El presidente de la Generalitat se queda solo apostando por la mesa de diálogo y Puigdemont prepara un acto para confrontar la estrategia de ERC
En la celebración del primer año de gobierno de Pere Aragonès no se ha podido mantener la imagen de unidad a la que apelan desde hace tiempo los dos partidos independentistas que forman el Govern: ERC y Junts per Catalunya. Todo lo contrario. El evento organizado este lunes por el máximo mandatario catalán en el Museo Nacional de Arte de Cataluña evidenció su soledad respecto a sus socios independentistas y la voluntad de Salvador Illa -presente en el acto- de tejer puentes con ERC. Y a lo largo de este martes han proseguido las críticas a Aragonès por no mencionar a Carles Puigdemont en su discurso (pese a citar a otros expresidentes, como Jordi Pujol o Pasqual Maragall) así como por vincular la concesión de los indultos a la negociación política.
En medio de este terremoto entre partidos independentistas, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha anunciado que «no participará en la estrategia planteada por el president Aragonès» por estar «en total desacuerdo a pedir concesiones al Estado en una mesa de diálogo sin preparar alternativas unilaterales».
La entidad presidida por Elisenda Paluzie ha centrado su crítica en el presidente autonómico, excluyendo a los miembros de Junts del Govern, pese a que su labor de fiscalización del Ejecutivo catalán abarca también a ambos partidos. En su comunicado querían «recordar al presidente de la Generalitat que lo que significa el 9-N y, sobre todo, el 1-O no lo decide él, sino el Parlamento de Cataluña». A este respecto, la ANC pide hacer valer el «52% de votos a favor de la independencia» para avanzar hacia la construcción de un Estado independiente sin esperar que Moncloa se abra a negociar.
Unicornios e indultos
A la afrenta de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, de manifestarse en la Avenida Meridiana el mismo día que el Departamento de Interior, en manos de ERC, enviaba a los Mossos d’Esquadra a poner fin a los cortes y al rechazo de la CUP de mantener los puentes con el Govern por no poner encima de la mesa una «referéndum de autodeterminación», Aragonès recibió varias críticas de dirigentes de Junts mientras realizaba su discurso entre unas 300 personas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
El diputado de Junts per Catalunya Francesc de Dalmases compartía la imagen de un unicornio en sus redes sociales, con las palabras «Ahá», que se interpretaron como una burla al discurso solemne de Aragonès. Los comentarios de sus seguidores a su post iban en la dirección de «romper con ERC» por su apuesta por la mesa de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Pero si su mensaje resultaba demasiado enigmático, este martes volvía a insistir en una respuesta a las palabras de Aragonès de trabajar para «construir una propuesta para toda Cataluña» que la única forma de llegar a la independencia era «por la victoria democrática» y no por «el consenso».
Dalmases no ha sido el único en criticar la puesta en escena de Aragonès. El diputado de Junts Joan Canadell lamentaba que Aragonès no tuviera mayor propuesta que alargar «sine die» la mesa de diálogo, mientras que en su momento tanto Artur Mas como Carles Puigdemont fijaron plazos para sus objetivos.
En la misma línea, Jordi Sànchez, secretario general de Junts per Catalunya y hombre de confianza de Carles Puigdemont, pedía a Aragonès que aclarase sus palabras sobre que los indultos a los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo fueron parte de la negociación política con el Gobierno de Pedro Sánchez. Dado que en su momento, tanto ERC como Junts rechazaron esta opción y defendían que la única solución era otorgar una «amnistía» general para todos los dirigentes y ciudadanos independentistas que tienen causas abiertas ante la justicia por motivos relacionados con el procés.
Puigdemont contra Aragonès
En paralelo, Carles Puigdemont ya ha empezado a movilizar a los suyos. Tras el discurso de Aragonès, no dudó en pedirle «respeto por la estrategia política del exilio». Asimismo, este miércoles celebrará su propia conferencia para desgranar sus planteamientos tan alejados a los de ERC a través de su Consell per la República.
La intención del entorno de Puigdemont, después de que la ANC se haya sumado a criticar a Aragonès, es movilizar a las entidades para forzar a ERC a abandonar el diálogo con el Ejecutivo central.
Por su parte, el PSC está a la espera de que Aragonès se avenga a dar un «cambio de rumbo» y se apoye en ellos para dar estabilidad a la legislatura. En los próximos días, Salvador Illa se reunirá con el presidente de la Generalitat e insistirá en su oferta. El líder de la oposición quiere aprovechar la coyuntura de desencuentro entre ERC, Junts y la CUP y la soledad de Aragonès ante sus socios.