La embajadora de Marruecos vuelve a Madrid mientras Argelia niega haber conocido de antemano el cambio de postura con el Sáhara

Ahora que el embajador argelino es llamado a consultas, su homóloga marroquí regresa a España tras hacer lo propio en mayo de 2021

El giro de postura de España con respecto al Sáhara para finiquitar su crisis con Marruecos e iniciar una nueva etapa en las relaciones con este país continúa desencadenando acontecimientos y reacciones. Este domingo se ha conocido que la embajadora marroquí en Madrid, Karima Benyaich, ha regresado tras ser retirada de territorio español a mediados de mayo de 2021.

Marruecos llamó entonces a consultas a su embajadora debido a la crisis desencadenada por la acogida que se brindó al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en nuestro país, agravada con la entrada de miles de migrantes marroquíes en Ceuta.

«Es un placer volver a trabajar en Madrid y reforzar las relaciones entre España y Marruecos, tal y como han determinado nuestros respectivos países», ha dicho Benyaich poco después de aterrizar en la capital española.

El regreso de la embajadora de Marruecos se produce dos días después de que España anunciara que apoya la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, por considerarla como la base «más seria, realista y creíble» para la resolución del conflicto.

También coincide con la marcha de su homólogo argelino, Said Musi, precisamente en reacción al acercamiento español hacia un país, Marruecos, con el que Argelia no mantiene relaciones diplomáticas desde agosto de 2021.

Aunque el Gobierno aseguró el sábado que había informado de antemano a Argelia sobre su nueva posición con respecto al Sáhara, fuentes diplomáticas de ese país lo han negado de forma categórica horas después.

«Se trata evidentemente de una mentira envuelta en una ambigüedad intencionada para intentar calmar las legítimas preocupaciones planteadas por la clase política española», exponen esas fuentes diplomáticas argelinas al portal de noticias TSA.

Añaden que el giro de España al hilo del Sáhara Occidental es un «deshonroso cambio de actitud», que resulta «sinónimo de sometimiento rotundo a Marruecos». «En ningún momento y a ningún nivel se informó a las autoridades argelinas de este vil regateo concluido con la potencia de ocupación marroquí a espaldas del pueblo saharaui», se reitera.

Además de volver a hablar de «segunda traición histórica a los saharauis», con «graves perjuicios a la reputación y credibilidad de España como miembro de la comunidad internacional», los diplomáticos citados por TSA sentencian que «las conquistas esperadas por Madrid en cuanto al respeto a la integridad territorial de España y su soberanía sobre Ceuta y Melilla nunca estarán garantizadas frente a un Majzén (oligarca) calculador, cínico, polifacético y vengativo que no vacilará a la hora de recurrir de nuevo al uso del chantaje de la inmigración ilegal como instrumento de presión».