Los nuevos antidisturbios no suplen ni el 25% del déficit de efectivos que tiene la Policía
En las próximas semanas se incorporarán 184 policías a esta unidad de élite. Los sindicatos sitúan en 750 las bajas de antidisturbios en cinco años
Los agentes que se incorporarán en las próximas semanas a las Unidades de Intervención Policial (UIP), más conocidas como los antidisturbios, tras haber superado el curso de especialización, no supondrán ni una cuarte parte de las vacantes que tiene la Policía Nacional en este cuerpo de élite.
Fuentes de este departamento consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que al menos 750 agentes han abandonado en la UIP desde 2017, por lo que los 184 nuevos antidisturbios que se integrarán en alguna de las 12 unidades de esta división disminuirán el déficit de efectivos en un 24,5%. Esta cifra, no obstante, no habría sido mucho mayor si los 271 funcionarios de la escala básica que se presentaron al curso de la UIP lo hubieran superado. De haber sido así, el porcentaje se situaría en torno al 36%.
Cada año, indican las mismas fuentes, quedan vacantes de 150 a 200 plazas para futuros antidisturbios. Un total que, según señalan desde la Policía Nacional, se cubre en cada convocatoria, pero que no se ve reflejado en las patrullas de esta unidad. «Dicen que se cubren las plazas, pero la realidad es que en mi subgrupo deberíamos ser 15 y siempre solemos ser ocho. Algunos están de baja, pero el resto es porque no se han cubierto esos puestos. Siempre vamos con el numérico por debajo», cuenta un agente de dilatada experiencia en las UIP.
La salida de agentes
Son muchas, sostienen distintos miembros de este cuerpo de élite, las causas que han llevado en los últimos cinco años a agentes especializados a abandonar las Unidades de Intervención Policial. El «desgaste» en las operaciones policiales en Cataluña por los disturbios del referéndum ilegal y después, por la sentencia del procès, en 2017 y 2018; «la falta de medios en protestas, la ausencia de respaldo político, la disponibilidad permanente o los turnos ordinarios sin apenas previsión» resumen, en general, el descontento de los agentes que han causado baja en las UIP.
Todo ello sin contar el malestar existente en estas unidades con la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, que pretende, según denuncian estos agentes, la eliminación de las pelotas de goma como material antidisturbios, si finalmente PSOE y Unidas Podemos logran aprobarla en el Congreso. Hace un mes, THE OBJECTIVE adelantó la paralización en el trámite de esta norma ante las discrepancias de los socios de coalición y sus principales aliados parlamentarios.
El plus de Interior
Consciente de la presión a la que están expuestos, el Ministerio del Interior premió a estos funcionarios con un complemento específico de sueldo de 6.000 euros al año. Un plus que en el caso de muchos agentes supuso un gran salto salarial, teniendo en cuenta que antes de formar parte de la UIP, no alcanzaban los 1.500 euros de salario mensual. Sin embargo, en los últimos años ni siquiera este complemento ha sido suficiente para retener a los alrededor de 750 policías que han dejado esta unidad de élite.
«Empezamos a observar esta tendencia a raíz de la operación Copérnico [aquella que movilizó a 5.500 agentes a Cataluña durante mes y medio a raíz del referéndum ilegal]. Afectó a muchos compañeros en su conciliación, estuvieron fuera de su localidad sin saber por cuánto tiempo, viviendo en barcos, cuarteles… Después, en los disturbios en Barcelona por la sentencia (operación Ícaro), la agresión a tres compañeros marcó mucho también», cuenta un antidisturbios a este periódico.
Una tesitura que se vio agravada, cuenta el agente, por la falta de medios materiales en los capítulos violentos que se sucedieron en las calles de la ciudad condal en 2018. «Fue como como ir con una mano atada a trabajar. Nos pusieron al pie de los caballos, sin facilitar todos los medios que estaban a nuestro alcance como la tanqueta que se ha utilizado en Cádiz; y cuando ni siquiera los tuyos te respaldan, te preguntas ¿qué es lo siguiente?».
«Hemos sido siempre la punta de lanza visible. Siempre con presencia en las grandes operaciones, 24 horas, 365 días al año. Y hasta hace cinco años, habíamos tenido respaldo político. Podíamos hacer las cosas bien, te dejaban usar los medios a tu alcance, pero ahora cada vez es más difícil. No queremos trabajar para nosotros, sino para el ciudadano y su seguridad. La frustración es cada vez más grande y la solución es marcharse», zanjan.