Descontento entre la militancia de Vox por el intento de «cercenar» la democracia interna
La formación verde pretende suprimir en la Asamblea General de este viernes las elecciones primarias para elegir a sus presidentes provinciales
Elegir las direcciones provinciales en Vox puede convertirse en un auténtico ejercicio de memoria histórica. La formación verde pretende reformar sus estatutos en la Asamblea General que se celebra este viernes. Si el cambio sale adelante, será la dirección nacional la que designe a dedo a los presidentes de las provincias. Numerosos militantes han mostrado a THE OBJECTIVE su estupor. Los afiliados tendrán que votar por vía telemática una propuesta que consideran un intento de «cercenar» la democracia interna.
Los militantes de Vox no podrán debatir ni enmendar la iniciativa. Como ha adelantado El País, solo tienen dos opciones: aprobarla o rechazarla a través de un procedimiento informático que les genera «muchas dudas». La modificación de los estatutos requiere, al menos, dos terceras partes de los votos emitidos, según el artículo 11. Miembros de la organización se quejan de que la dirección nacional quiere ejercer «un control férreo» para evitar la disidencia.
Las primarias en Vox
La Asamblea General Ordinaria se celebrará este viernes a las 11.00 de manera telemática. El orden del día, enviado por correo electrónico junto al enlace para acceder al acto, incluye seis puntos: informe del presidente, del secretario general, del tesorero (y aprobación de las cuentas del año pasado), renovación de las vacantes en los comités de Garantías y Electoral y las modificaciones de los Estatutos y del Reglamento Interno de procedimientos Electorales (RIPE).
En la documentación remitida por Vox, una vez que se accede al Panel de Afiliados, aparece la propuesta de modificar los estatutos. Si se aprueba, «el Comité Ejecutivo Nacional será el competente para designar a los presidentes provinciales a propuesta de la Secretaría General», terminando así con las primarias en estos territorios. El texto especifica que, «una vez nombrado, cada presidente propondrá a la Secretaría General el resto de los miembros que formarán parte de su Comité Ejecutivo Provincial».
«Matando el perro se acaba con la rabia», explica gráficamente un antiguo militante de la formación de Santiago Abascal. En su opinión, la intención es crear un partido vertical en el que «todo aquel que no siga al dictado las instrucciones de arriba cae en desgracia». Explica que esta decisión podría haberse tomado después del varapalo judicial que sufrió Vox en Murcia, donde un juez obligó a repetir las primarias. «Si ya no existen, no hay que repetirlas. Se acabó el problema», sentencia.
Una afiliada crítica explica que la formación verde incluyó las elecciones primarias en sus orígenes «para parecer más democrática», pero que ahora «se les están cayendo las caretas». Afirma que ella no va contra Vox, sino con su mala praxis, porque «el partido no puede estar controlado por cuatro amigotes». Avanza que varios compañeros están pensando en impugnar a través de un procedimiento interno, paso previo para acudir a la justicia ordinaria. «Si no lo hacemos, el próximo paso puede ser que tampoco se elija al Comité Ejecutivo Nacional».
«Por la puerta de atrás»
«El afiliado que no sea sumiso no tiene cabida», lamenta otra militante. Considera que las quejas están amparadas por el artículo 7 de los estatutos, que establece que los afiliados tienen derecho a voz y voto y a participar en las actividades del partido, algo que en su opinión no se respeta al incluir una reforma estatutaria sin debate, «por la puerta de atrás». Insiste en que sus reivindicaciones están avaladas por la Ley de Partidos y el artículo 6 de la Constitución, que afirma que la estructura interna y el funcionamiento de los partidos deben ser democráticos.
El paso que pretende dar Vox este viernes no ha pillado por sorpresa a algunos militantes. «Ahora solo se hace pública la eliminación de la democracia interna, pero hace mucho tiempo que ya no existe», reconoce por teléfono un dirigente de la formación mientras trata de llegar a un acto en taxi. Recuerda que el líder nacional ya comentó en varias ocasiones en los medios de comunicación que «la democracia interna generaba enfrentamiento y que sería mejor acabar con ella».
Otra dirigente de Vox insiste en que este planteamiento no supone ninguna novedad, pero exige que haya un debate para abordarlo. Recuerda que el candidato de la formación verde en las elecciones de Castilla y León, celebradas el pasado 13 de febrero, fue seleccionado a dedo por el líder nacional, que llegó a invitar a Juan García-Gallardo a su casa de Amurrio (Álava) en las pasadas navidades para completar su particular casting. «Ellos se lo guisan, ellos se lo comen», revela.
Vox abolió la elección de sus candidatos públicos en primarias en una asamblea celebrada en febrero de 2019. Todas las citas electorales que se han producido desde entonces ha contado con la designación de la dirección nacional. Hasta ahora era posible elegir de forma democrática las direcciones provinciales, aunque algunos militantes esgrimen que Madrid abusó de gestoras cuando no le satisfacían estos comités territoriales.
La Justicia anula las elecciones
En agosto de 2020, la formación verde convocó primarias en las 19 provincias en las que superaba los 500 afiliados, tal y como establece el artículo 21 de los estatutos. Sin embargo, el comité electoral dictaminó que solo en siete había más de un candidato con el aval del 10% de los afiliados, condición indispensable para presentarse. Los que no alcanzaron esa cifra denunciaron y el proceso se repitió en tres provincias tras constatarse las infracciones. En dos, Granada y Murcia, la Justicia anuló las primarias por falta de garantías democráticas.
Algunos militantes consultados por este periódico se quejan de que ni siquiera han recibido la convocatoria. «Debo de estar en una lista negra», ironiza una afiliada. Una portavoz de Vox desmiente este extremo categóricamente y garantiza que todos los afiliados han recibido la información. «Me ha llegado apenas 48 horas antes de la asamblea», se queja otro militante. Sin embargo, el correo electrónico explica claramente que la convocatoria ya fue enviada el pasado 28 de febrero. Un mes antes, tal y como establece el artículo 14 de los estatutos para las asambleas ordinarias.