Ferraz toma el mando de la campaña andaluza: la dirección del PSOE al rescate de Espadas
Los socialistas acuden en tromba conscientes de que «el PSOE solo gana elecciones con Andalucía y Cataluña». Salvar a Espadas es salvar a Sánchez
El centro de gravedad de la política nacional se ha trasladado a Andalucía ante la alta probabilidad de un adelanto electoral «inminente» al mes de junio. A la celebración del Congreso Extraordinario del PP este fin de semana, le ha seguido el desembarco de la dirección socialista en tierras andaluzas para acudir al rescate de su candidato, Juan Espadas. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Ferraz ha tomado el mando de la dirección de la campaña socialista, como consecuencia de los nervios que se han apoderado del líder del PSOE andaluz y su criba en su equipo de estrategas.
La presencia de la dirección de la Ejecutiva Federal socialista se intensificó a principios de año ante la posibilidad de un adelanto mas cercano a las elecciones de Castilla y León, que finalmente no se produjo. Tras unos meses de stand by, ha vuelto la ‘invasión’ del PSOE nacional. Este viernes, con motivo de las jornadas sobre gobiernos provinciales en Granada, se dieron cita allí la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, el secretario de organización, Santos Cerdán, y el secretario Ejecutivo de Acción electoral, Javier Izquierdo.
Un acto organizado por el vicepresidente primero del Congreso y miembro de la Ejecutiva, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, muy afín a Santos Cerdán, y en el que también participaron miembros del Gobierno como la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.
Tres tótems de Ferraz a los que les sucederá un cuarto: el próximo martes, el portavoz de la Ejecutiva, Felipe Sicilia, arropará a Juan Espadas en el desayuno informativo de Europa Press Andalucía que protagonizarán juntos en Sevilla. Un refuerzo, casi más bien un rescate, del candidato y líder del socialismo andaluz en el que el presidente del Gobierno no permanecerá al margen.
Sánchez también viaja a Andalucía
Según avanzan fuentes socialistas, Pedro Sánchez acudirá la semana que viene a Andalucía a darle un espaldarazo a su candidato en un contexto de inicio de la precampaña, que a los socialistas preocupa mucho más de lo que son capaces de admitir. En Moncloa y Ferraz son conscientes de que Espadas se ha desintegrado demasiado rápido y que no ha conseguido concitar en torno a su candidatura un repulsivo electoral que aspiraba a recuperar hasta medio millón de votos que separaron los resultados de Pedro Sánchez en las ultimas elecciones generales y los de Susana Díaz en las autonómicas del 2018.
Pero, en lugar de estrecharse, la brecha la ha agrandado. Según avanzaron fuentes socialistas en Andalucía, «Espadas no llega ni siquiera al suelo de Susana» y se sitúa en los 30 escaños, tres menos que los obtenidos por la entonces baronesa socialista en el batacazo del 2 de diciembre que le desalojó del poder en el tradicional feudo socialista.
Salvar a Espadas = Salvar a Sánchez
Desde el PSOE nacional no son optimistas pero aseguran que sus datos «no son tan malos» como los que están en poder del PSOE andaluz. Aseguran que «podría haber un empate técnico» entre el PP y el PSOE, aunque fían ese condicional a la movilización que arrastra la campaña electoral. Según las encuestas internas socialistas, el supuesto empate responde en gran parte a la pujanza de Vox que arrebata al PP parte de su crecimiento potencial, permitiendo la similitud en las proyecciones entre las dos principales fuerzas políticas.
La ‘salvación’ podría venir de la mano de Yolanda Díaz, a quien el PSOE presiona para lanzar ya su candidatura de unidad a escala autonómica, dado que son conscientes de la enorme debilidad que conlleva la división de la izquierda en cuatro o cinco candidaturas distintas.
El temor de los socialistas no radica sólo en la importancia cuantitativa de la federación socialista más numerosa de toda España, sino en su relevancia cualitativa. Lo que ocurre en Andalucía trasciende a escala nacional en tanto en cuanto anticipa resultados y tendencias para las generales. Es bien sabido en el partido que «el PSOE gana elecciones con Andalucía y Cataluña» y de momento falla la primera parte de la ecuación. Es por ello que la dirección federal ha tocado a rebato para movilizar todo su capital político. Si Juan Espadas era el candidato de Pedro Sánchez, salvar a Espadas significa salvar a Sánchez. Y en ello está del primero al último, desde el Palacio de la Moncloa a la calle Ferraz.
