La imputación de Mónica Oltra en un caso de abusos enturbia las alianzas de Yolanda Díaz
La ministra de Trabajo evita respaldar públicamente a la dirigente valenciana. Los afines a Díaz aconsejan evitar el acercamiento a Mónica Oltra
Las alianzas más estrechas de Yolanda Díaz se tambalean por las investigaciones judiciales. Primero fue la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, implicada en un caso de presunta malversación. Y ahora la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra, bajo sospecha por haber intentado encubrir a su exmarido en un caso de abuso a una menor. Los afines a Díaz advierten de que estos juicios, y más concretamente el de Oltra, pueden empañar la proyección de la gallega si ésta se acerca demasiado a las dos dirigentes en esta etapa.
Díaz quiere medir bien sus movimientos. Y todo apunta a que ya lo está haciendo. En los últimos días, por ejemplo, desde que se conoció que el juez ha empezado a sospechar de la dirigente de Compromís, Díaz ha evitado respaldarla públicamente. La lógica de este movimiento es sencilla y así la resumen fuentes cercanas a Díaz: «La mancha si se implica demasiado».
En Unidas Podemos, donde crece el número de los que dicen desconfiar del plan de Díaz, sube el nivel de la crítica. «Vaya compañía lleva Yolanda. Son pocas y tocadas», zanjan algunos para referirse a Oltra y Colau. En los ambientes morados perciben la debilidad de la gallega. El retraso en lanzar su proyecto dejó dudas, así como la comprensión de que la ministra de Trabajo carece de «ejército» y de cuadros para proponer una candidatura nacional.
Yolanda Díaz se pone de perfil
Desde el frente de Díaz niegan la mayor. Son conscientes de que con unos golpes de efecto (véase unos fichajes de renombres, como el de Unai Sordo de Comisiones Obreras) la gallega puede marcar la agenda. Sostienen que Díaz no tiene prisa, que «el tiempo corre a su favor», y que es mejor esperar a dar pasos equivocados. De ahí la cautela a la hora de comentar las investigaciones judiciales en Barcelona y Valencia.
Es sabido que Díaz hasta ahora ha sellado pactos únicamente con la lideresa de los Comunes en Cataluña y con la dirigente de Compromís. Sus encuentros vienen de lejos. Pero la entente se oficializó en un acto en Valencia el 13 de noviembre. Al encuentro al Teatro Olympia acudieron también Mónica García de Más Madrid y la diputada autonómica de Ceuta y portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, Fatima Hamed Hossain. García sigue respaldando a Díaz, pero tanto en Más Madrid (y en la matriz nacional Más País) como en Compromís se registran voces críticas con el pacto con la gallega.
La decisión de Oltra de apoyar a Díaz ha dividido a la coalición valenciana de Compromís. El sector más autonomista liderado por Joan Baldoví, por ejemplo, ve con recelo el pacto con Díaz. Su intención es mantenerse activo a nivel nacional, y algunos sostienen que Oltra le quiere sustituir gracias a la nueva plataforma con la ministra de Trabajo. Baldoví se ha aliado con Íñigo Errejón, quien desde Más País también intenta torpedear a Díaz. A la vez que en Podemos buscan encorsetar a la gallega y miran con mucho recelo a la alianza con Ada Colau.
Nadie dimite
El pasado 4 de marzo, Colau acudió a los tribunales para declarar como investigada sobre las subvenciones entregadas a entidades afines. Se la investiga por presunta prevaricación, fraude en la contratación, malversación y tráfico de influencias en pagos por 3,4 millones a entidades como la PAH, el Observatori DESC o Ingenieros Sin Fronteras. El código ético de los Comunes exige que los cargos públicos investigados por «corrupción» dimitan. Pero Colau se aferra al cargo, al argumentar que no hubo lucro personal.
Oltra hace lo mismo. La dirigente valenciana no quiere saber nada de dimisión, a pesar de que años atrás la izquierda valenciana atacó con fuerza a todos los miembros del Partido Popular involucrados en varios escándalos. «La decencia y la línea ética no la marcan los tribunales», afirmó el pasado fin de semana Oltra. La política valenciana defiende su inocencia en el caso de abusos de su exmarido a una menor de edad cuando Oltra es Consellera de Igualdad. Tras escuchar a varios funcionarios, el juez ha imputado a la política porque sospecha que haya podido encubrir al marido.
El juez sostiene que a pesar de que la menor manifestara los abusos ya en febrero de 2017, «en ningún momento existió una voluntad cierta de esclarecer los hechos penalmente relevantes repetidamente expuestos por la niña y atribuidos al marido de Mónica Oltra». La política valenciana rechaza todas las acusaciones, y señala a la derecha como la responsable de algo parecido a una campaña para manchar su nombre: «Lo niego rotundamente. Esto es una querella de Vox y España 2000, que son la extrema derecha, y a esta estela se apunta el PP», dijo tras conocerse la imputación.
La versión de Oltra, sin embargo, no convence a muchos en su propio sector político. Los dirigentes y miembros de Compromís y otros partidos de la izquierda consideran que Oltra está debilitada. Y son estos mismos sectores los que aconsejan a Díaz desprenderse de su alianza con ella.
Pero no todos piensan lo mismo. Los más navegados ponen sobre la mesa la importancia estratégica de mantener los lazos con la vicepresidenta valenciana. «Gracias a Oltra, Yolanda controla Valencia. Es demasiado importante porque solo se está moviendo ahí, en Cataluña y Galicia, además de Madrid con Mónica García», sostienen. Entre realpolitik y la cuestión moral, Díaz afronta una encrucijada en sus ya débiles alianzas, quizás con la esperanza de que, tanto en el pulso con Podemos como con sus amistades, el tiempo la ayude a resolver todas las incógnitas. Mientras tanto, perfil bajo.