Marine Le Pen barre en los pueblos de Francia que Puigdemont reivindicó como catalanes
La líder antieuropeísta también se ha impuesto en Rosellón, la localidad donde el líder de Junts ha establecido su Consell per la República
El independentismo catalán ha querido extender su área de influencia fuera de sus confines, dentro de lo que llaman «Països Catalans» y que abarca la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares y el sur de Francia. Después de la fuga de Carles Puigdemont a Waterloo, el ahora eurodiputado de Junts dijo que seguiría «pisando tierra catalana» cada vez que se trasladara a localidades como Perpiñán.
Estas localidades francesas limítrofes con Cataluña se han convertido en uno de los enclaves más visitados por el exmandatario catalán en su pulso contra el Estado español, ya que evitaba el riesgo de ser detenido. No obstante, y a tenor de los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, estos pueblos con más vínculos con la cultura catalana han votado como primera opción a Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional.
El Departamento de los Pirineos Orientales, nombre oficial y administrativo de la zona, se ha decantado por Le Pen, con el 32,74% de los sufragios. Se trata de tres puntos más que los que obtuvieron en los comicios de 2017. Emmanuel Macron, actual presidente de la República, ha quedado en segunda posición con el 20,54% de los votos.
Tierra de extremos
En Perpiñán, la capital del departamento de los Pirineos Orientales, los extremos se impusieron a la República En Marcha de Macron. Le Pen ganó con el 27,39% de los votos y el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, conquistó la segunda posición con el 25,74% de los sufragios.
Macron quedó relegado a una tercera posición, obteniendo únicamente el 21,40% de apoyo electoral. El populismo antieuropeísta de Le Pen también ha ganado en otras localidades reivindicadas por el nacionalismo catalán como son el Rosellón – donde se ha establecido el Consell per la República de Puigdemont-, Vallespir o la Fenolleda.
El candidato más ultra, Eric Zemmour, obtuvo solo el 9,2% de los sufragios. No obstante, si se suman a los votos de Le Pen en esta misma región alcanzan casi un 42% del voto. El sistema de doble vuelta francés evita estas alianzas y en la segunda vuelta los electores deberán elegir entre Macron y Le Pen.
Le Pen ‘conquista’ Perpiñán
Estos resultados tan favorables a los extremos no coinciden con el comportamiento electoral mayoritario en el resto de Francia, donde Macron resistió al empuje de Le Pen con el 27,85% de los votos en la primera vuelta celebrada el pasado domingo, frente al 23,15% de los cosechados por la líder de Agrupación Nacional.
Uno de los argumentos de Macron en esta última pugna electoral era el de intentar atraer a los franceses «fuera de los extremos», ya sea el de la derecha, que representa Le Pen, o el de la izquierda, con Mélenchon al frente. Pero su discurso no ha convencido en la capital de Pirineos Orientales.
En 2020 Louis Aliot, del partido de Le Pen, obtuvo una victoria histórica en Perpiñán, muy por delante del bloque republicano. El actual alcalde de la ciudad es uno de las principales activos de Agrupación Nacional en el sur de Francia y ha sido el portavoz de la campaña electoral de Le Pen en estos comicios. Le Pen, además, decidió celebrar el cierre de campaña en Perpiñán, donde logró reunir a más de 3.000 simpatizantes.