Pablo Iglesias se inventa datos clave del 'Delcygate' y salva a José Luis Ábalos

El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias hace un particular relato sobre el ‘Delcygate’ en su libro ‘Verdades a la cara’, escrito con la colaboración del periodista Aitor Riveiro y publicado esta semana por la editorial Navona.

Iglesias cuenta por primera vez su ‘papel’ en el escándalo y desvela que él sabía de antemano que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, iba a volar a España el 20 de enero de 2020. Según el texto recién aparecido, el exlíder de Podemos lo supo a través de dos de sus colaboradores más ligados al régimen chavista, Alfredo Serrano y Enrique Santiago, este último secretario general del Partido Comunista y actual secretario de Estado para la Agenda 2030.

Según Iglesias, él fue quien alertó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de los potenciales peligros de esa visita. «Me dijo que no me preocupara», fue la respuesta que recibió. Que Rodríguez iba a viajar a España aquel día era un secreto a voces en Venezuela, como detalla en su libro ‘Conexión Caracas-Moncloa’ el director de THE OBJECTIVE, Álvaro Nieto, quien estaba al frente del periódico ‘Vozpópuli’ cuando ese medio desveló el ‘Delcygate’. La número dos de Nicolás Maduro había estado preparando con mimo no sólo su visita a Madrid, sino una posterior a la FAO, el organismo de la ONU encargado de la alimentación y que tiene su sede en Roma. De hecho, desde la embajada española se avisó al Ministerio de Exteriores en varias ocasiones sobre esos preparativos.

Aunque no está claro que Sánchez se enterara de la visita de Rodríguez por el ‘soplo’ de Iglesias, lo cierto es que los datos que a continuación ofrece el vicepresidente en su libro son falsos y perfectamente comprobables. Su relato del ‘Delcygate’ limita el escándalo a una mera anécdota y parece un intento de ‘indultar’ al exministro José Luis Ábalos por su participación en los hechos.

Iglesias cuenta que, como un ministro de Venezuela iba a venir ese día a España tras recibir una invitación personal de su amigo Ábalos, aquel aprovechó un vuelo de Rodríguez a Turquía para subirse al mismo avión, teniendo además en cuenta que el Falcon de la vicepresidenta debía hacer una parada técnica para repostar a mitad de camino.

Plan de vuelo y 40 maletas

Semejante relato puede parecer verdad, pero casa mal con los hechos. El ministro que ese día viajaba a España era Félix Plasencia, titular de Turismo y encargado de representar a su país en Fitur, la feria internacional del Turismo que anualmente se celebra en Madrid. No viajaba para ver a Ábalos ni había sido invitado por este. Todo eso fue una invención para camuflar la presencia de Ábalos en Barajas aquella madrugada. De hecho, no consta que Plasencia y Ábalos se conocieran previamente.

El argumento de que el vuelo estaba haciendo una simple parada técnica para repostar es otra falsedad. Como se puede comprobar fácilmente, el plan de vuelo incluía pasar la noche en Madrid, entre otras cosas porque la tripulación debía descansar para cumplir con la normativa internacional vigente.

Dice Iglesias que el plan siempre fue que Rodríguez esperase durante unos minutos en una salita de Barajas mientras el avión repostaba, y que a continuación ella iba a continuar su periplo hacia Turquía. Pero tampoco eso es cierto. La vicepresidenta de Venezuela, que tiene prohibido su ingreso en la Unión Europea, pasó varias horas en el aeropuerto tras constatar la Policía que no podía acceder a España, y finalmente decidió tomar un vuelo comercial a Doha, no a Turquía.

El Falcon en el que Rodríguez voló a España sí continuó rumbo a Ankara, pero lo hizo horas más tarde y ya sin la vicepresidenta y sin las famosas 40 maletas que la embajada venezolana desembarcó aquella madrugada en Barajas sin pasar ningún control de seguridad.

El ‘Delcygate’ fue investigado por el Tribunal Supremo a raíz de varias denuncias contra el ministro Ábalos. Los jueces decidieron archivarlo porque entendieron que las únicas normas infringidas fueron las de la Unión Europea, y que debía ser esta organización quien sancionase al Gobierno por permitir el acceso al territorio comunitario de una persona sancionada.

En concreto, el auto de sobreseimiento confirmó punto por punto el relato periodístico publicado y acreditó que Delcy Rodríguez accedió irregularmente a suelo español y que, en ese momento, debió haber sido deportada a su lugar de origen, en ese caso Caracas, algo que no sucedió.