Aragonès da un paso atrás en su amenaza y rechaza romper con el Gobierno por Pegasus
El presidente catalán ha valorado la necesidad de esclarecer el supuesto espionaje a líderes independentistas
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dado un paso atrás en sus amenazas de romper las relaciones con el Gobierno por el supuesto espionaje a dirigentes independentistas a través de Pegasus. El mandatario ha rechazado la alternativa que él mismo planteó, aunque ha reclamado explicaciones diferentes a las «insuficientes» y «contraproducentes» recibidas hasta el momento por parte del Ejecutivo, a quien ha señalado que «la pelota está en su tejado».
En una entrevista en La Ser recogida por Europa Press, ha reaccionado así después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, garantizara que las actuaciones del Centro de Nacional de Inteligencia (CNI) siempre están sujetas a la legalidad vigente, a la vez que rechazó que se hagan acusaciones sin pruebas aprovechando que todas sus actuaciones son secretas y «no se puede defender».
«Del Gobierno sólo hay evasivas, que no son aceptables. Imagínese que el presidente espiado fuera el de Galicia. ¿Qué pasaría? Todo el mundo puede imaginarse que habría un escándalo mucho mayor y se pedirían explicaciones», ha sostenido Aragonès, que está en Madrid para reunirse con los partidos afectados por el caso de presunto espionaje.
El Gobierno debe rendir cuentas
Según el presidente catalán, es imprescindible que desde el Gobierno se den explicaciones y haya transparencia, y que no se escuden «en que la ley restringe las posibilidades porque la ley también dice que no se pueden intervenir las comunicaciones sin mandato judicial», algo que desconoce si existe.
Al ser preguntado si hay una orden del Gobierno para espiar a los independentistas, Aragonés ha negado que afirme esto, pero sí ha recalcado que Pegasus es un software que sólo pueden adquirir los estados, y que saben que el CNI lo compró.
«¿Qué estado puede estar interesado en espiar a más de 60 personas vinculadas al Govern, al Parlament y al movimiento independentistas en general? Creo que esto apunta a España«, ha asegurado Aragonés, que ha exigido explicaciones, transparencia y asunción de responsabilidades.
Así, ha precisado que quieren saber a quién se ha espiado, el motivo, qué datos se han utilizado y con qué autorización y conocimiento, y a partir de entonces «será el momento de ver si hay responsabilidades políticas y penales».
Para Aragonés, hay que aclarar si el CNI les ha espiado con o sin orden del Gobierno o de un juez, alegando que si hubiera una orden de un juez debería estar motivada: «¿Por qué se me espió en su momento cuando era vicepresidente? ¿Cuándo negociábamos la investidura de Pedro Sánchez? ¿Es un indicio de alguna actividad criminal que defienda mis ideas, como la independencia, con métodos democráticos?».
Aragonès rebaja las exigencias a Sánchez
Pese a que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, pidió la dimisión de Sánchez, Aragonés ha pedido primero que dé explicaciones y también ha reclamado que se haga una investigación interna con supervisión independiente del Gobierno y del CNI, una comisión de investigación en el Congreso y que se asuman responsabilidades.
Tras explicar que con Sánchez se han intercambiado mensajes que desprenden «cierto compromiso de poder aclarar la situación«, ha advertido de que esta situación no se solucionará con una reunión y con palabras, y que necesitan garantías de que el presunto espionaje no se está produciendo ahora ni ocurrirá en el futuro.
Aragonès pone en juego la legislatura
Más allá del formato que tenga la conversación que puedan mantener al respecto, y que espera que sea en los próximos días, no ha aclarado si ERC está dispuesta a finiquitar la Legislatura si considera que no hay las explicaciones suficientes, pero sí ha avisado: «¿Cómo puede evolucionar la estabilidad de la legislatura cuándo has sido espiado y no tienes una respuesta mínimamente satisfactoria en relación a quien lo ha ordenado?».
«Es inviable que haya la confianza mínima necesaria para otorgar estabilidad al Gobierno si no se aclaran estos hechos», ha asegurado Aragonés, que ha añadido que no trabajan con el objetivo de romper con el Gobierno.
Sin embargo, ha avisado de que en estos momentos «la pelota está en el tejado del Gobierno» y no en el de ERC. Y es que, según Aragonés, no es ERC la que tiene organismos, a su juicio, sospechosos de realizar presuntos espionajes: «No somos los espías, somos los espiados».