ERC y Compromís piden cerrar la central nuclear de Cofrentes tras un nuevo incidente
Las formaciones registran una moción para solicitar el desmantelamiento de la instalación, que ha tenido tres problemas desde diciembre
La energía nuclear vuelve a hacerse hueco en el debate político. ERC y Compromís han registrado este miércoles una moción en el Senado para pedir el cierre y desmantelamiento de la central de Cofrentes, que pertenece a Iberdrola y está situada en Valencia. El reactor se encuentra detenido desde el domingo debido a una fuga en la barrera de presión que aún no ha sido reparada. Es la tercera parada no programada desde diciembre, cuando tuvo lugar la última recarga de combustible.
El documento, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, insiste en una reivindicación histórica de estas formaciones. No es la primera vez que solicitan cerrar y desmantelar la central nuclear de Cofrentes, situada a apenas dos kilómetros de la localidad del mismo nombre y a 61 de la capital de la provincia.
La vida útil de Cofrentes
«A pesar de que desde 2017 ya han sido presentadas varias peticiones tanto en las Cortes Valencianas, Ayuntamientos y el Congreso, todas han sido rechazadas», indica un portavoz de Compromís. El texto registrado este miércoles critica que el Ministerio para la Transición Ecológica renovara en marzo de forma automática la autorización de explotación de la central nuclear hasta el 30 de noviembre de 2030 «después de ocho accidentes durante 2021» y tres paradas no programadas en lo que va de año.
Carles Mulet, único representante de Compromís en la Cámara Alta, sostiene que esta moción va «más allá del debate global sobre las centrales nucleares». La han presentado porque, en su opinión, el reactor está teniendo problemas que achaca a su vida útil. La instalación, que fue inaugurada en 1984, obtuvo una licencia para 25 años que ha sido renovada en varias ocasiones. Una de ellas en febrero de 2011, apenas un mes antes del grave accidente nuclear de Fukushima (Japón). La última se produjo el pasado mes de marzo, días antes de que expirara el plazo.
«El Gobierno estuvo dando largas hasta el último momento para alargar su vida útil hasta 2030. El asunto es que esta central nuclear tiene exactamente el mismo sistema que la célebremente famosa central de Fukushima y que continuamente nos está dando sustos. Es ya algo habitual», indica Mulet. El senador, adscrito al Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal, recuerda que el reactor se encuentra «muy cerca de la tercera ciudad más habitada de España y, junto a su área metropolitana, afecta a más de 1,5 millones de personas».
Mulet sostiene que la moción es una declaración de intenciones y que, en esta ocasión, la presentan junto a ERC porque así es «más fácil que pueda colarse» en el debate, ya que su grupo tienen «un cupo pequeño y a veces se quedan empantanadas». El senador valenciano afirma que existen Proposiciones No de Ley (PNL) firmadas por todos los grupos progresistas para clausurar Cofrentes, pero que «el PSOE dice una cosa cuando está en la oposición y otra distinta cuando gobierna».
«Instalaciones obsoletas»
La senadora de ERC, Elisenda Pérez, recuerda que la vida útil de una central nuclear oscila entre los 25 y 30 años. Cofrentes ha superado los 35 años, «por lo tanto, supera con creces la media de una central de estas características». La representante catalana asegura que «las instalaciones de la central están obsoletas y deterioradas, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidentes». El Consejo de Seguridad Nacional (CSN) clasifica el último incidente con un nivel 0 (fuera de escala) en la Clasificación Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES).
«Ocho paradas en pocos meses evidencia que ya ha pasado el momento de tomar medidas y que los hechos demuestran que las decisiones del CSN de prorrogar la vida útil de la central no parecen ser la mejor opción. Abogamos por investigar los hechos y reconvertir la central en un centro de investigación sobre el cambio climático y establecer en la comarca industrias relacionadas con la energía sostenible como alternativa a la desnuclearización», explica Mulet.
La planta emplea a más de 1.000 personas de forma directa y a otras tantas de manera indirecta en una comarca de 12.000 habitantes. No solo hay partidos políticos que se oponen al reactor. También hay detractores entre los ecologistas y entidades locales, que recuerdan que su reactor es similar al de Fukushima. La plataforma Tanquem Cofrents exige «el cierre inmediato» de la central, así como del resto de plantas nucleares, y «una transición rápida a un sistema energético basado en el ahorro y la eficiencia energéticas en una generación 100% renovable».
Las demandas de la moción
En la moción, ERC y Compromís han incluido 14 demandas, entre las cuales se encuentran impulsar la creación de una comisión de investigación que se encargue de elaborar un informe detallado del último accidente producido el pasado domingo, realizar las inversiones correspondientes para convertir la central nuclear en un centro de Investigación para el Cambio Climático e impulsar en la zona industrias relacionadas con la energía sostenible.
En la propuesta se pide elaborar, en coordinación con la Generalitat Valenciana, un Plan de Acción contra la despoblación y por la reactivación económica para el área de influencia de Cofrentes con la intención de evitar los posibles efectos negativos de su cierre. Además, solicitan incluir líneas presupuestarias específicas y estudiar la aplicación de fondos europeos y programas de financiación del Banco Europeo de Inversión para el fomento del emprendimiento como alternativa a la transición energética de la comarca del Valle de Ayora.