Juan Marín, el último bastión de Ciudadanos que lucha contra los malos pronósticos
Las encuestas dan a los naranjas entre 1 y 2 escaños, un resultado que de confirmarse provocaría la dimisión del candidato
Las encuestas dan a los naranjas entre 1 y 2 escaños, un resultado que de confirmarse provocaría la dimisión del candidato
El candidato de Ciudadanos y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, es el último bastión de poder de la formación naranja en los gobiernos autonómicos y llega a las elecciones del 19 de junio con la difícil tarea de vencer a las encuestas, que sitúan a su partido casi en la irrelevancia en Andalucía.
Marín, después de tres años y medio de gobierno bipartito con el PP, se lo juega todo en los próximos comicios autonómicos, en los que se presagia un importante derrumbe de Ciudadanos, en línea con lo que ya ha ocurrido en otros procesos electorales anteriores.
Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1962) sigue vivo políticamente entre los rescoldos del proyecto que formó en su día Albert Rivera y está convencido de que ese fuego se puede avivar explicando a los andaluces que él es la opción moderada para gobernar con el PP, en contraposición a un posible pacto con Vox.
Su tarea pasa por hacer valer su gestión en el ejecutivo bipartito, en el que durante casi cuatro años los consejeros de PP y Cs prácticamente se han mimetizado en torno al proyecto de Moreno, algo que ahora también puede pasarle factura en beneficio del popular.
Marín ha actuado como un socio leal al PP y, a diferencia de lo ocurrido en otras comunidades, ha apagado cualquier atisbo de polémica entre formaciones. Su perfil ha casado con el de Juanma Moreno y si el presidente tuviera opciones de elegirle de nuevo como socio, no habría dudas y se repetiría el gobierno, algo que parece difícil.
Problemas internos
A nivel interno capea a diario una importante crisis en Ciudadanos, con la división del que fue su grupo parlamentario, y con continuas demostraciones de una falta de control sobre el partido en Andalucía, como muestra la filtración de una grabación suya en una reunión privada de diputados o las sucesivas bajas y dimisiones en sus filas.
La difícil situación de la formación a nivel nacional llevó a Inés Arrimadas a apoyarse en él como uno de sus únicos cimientos de poder y ese respaldo le permitió tapar aspiraciones de sustituirle, en su día apoyadas por la propia presidenta, y así reconstruir la dirección del grupo parlamentario, arropándose por parlamentarios afines.
Marín admite que no han comunicado bien durante estos años el trabajo de Ciudadanos en el Gobierno andaluz y que han permitido al PP adueñarse, casi en solitario, de cualquier logro. Las voces críticas le afean sus ganas de poder con una vicepresidencia y «macroconsejería» que aglutina Turismo, Justicia, Regeneración y Administración Local.
Después de haber conseguido 21 diputados en 2018, cerca del sorpasso al PP, Marín lucha ahora contra encuestas que le otorgan uno o dos escaños como máximo, sin posibilidad de constituir grupo propio en el Parlamento andaluz y sin papel clave en un futuro gobierno. El líder de Ciudadanos ya ha anunciado que si obtiene sólo uno o dos diputados se irá como hizo Albert Rivera.
Fuente: Enrique Bermúdez (EFE).