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España

Sánchez emula a Iglesias con la teoría de los «poderes ocultos» y la «derecha mediática»

Podemos celebra el giro de Sánchez y que use el concepto de «derecha mediática» acuñado por ellos: «Siempre rehusó valorar el señalamiento»

Sánchez emula a Iglesias con la teoría de los «poderes ocultos» y la «derecha mediática»

El giro emprendido por Pedro Sánchez en los últimos días, con las referencias a supuestos «poderes ocultos» que trabajan en la sombra para derrocar al Ejecutivo, es la última faceta de un líder político que primero gobernó el PSOE de la mano de los dirigentes históricos, luego se hizo rebelde, llegó al Gobierno enarbolando la tesis regeneracionista de Podemos, buscó un giro moderado confiado en los buenos datos de la economía y ahora recicla el relato defendido por Pablo Iglesias desde la campaña electoral de 2019. Podemos celebra que el socialista «señale» a la prensa y adopte el concepto de «derecha mediática».

El pasado lunes, Sánchez activó un giro de discurso político notable. En una entrevista en la Cadena Ser, en la víspera de la cumbre de la OTAN de Madrid, habló de la presunta existencia en España de «poderes ocultos» que, según él, estarían trabajando para echarle de la Moncloa. Deslizó que esos poderes se encuentran sobre todo en las grandes empresas energéticas, aunque no ahorró ataques inéditos al líder de la CEOE, Antonio Garamendi, esta vez en la entrevista emitida por La Sexta el pasado jueves.

La apelación a los poderes ocultos recordó la entrevista que concedió a Jordi Évole poco después de su defenestración del PSOE. Entonces, sus enemigos eran Telefónica y el diario El País. Después del cambio de la dirección del periódico -que fue inmediata tras su llegada a la Moncloa- Sánchez buscó ofrecer una imagen de líder capaz de despertar seguridad, confianza e ilusión. La pandemia y después la guerra en Ucrania han dinamitado el planteamiento de la propaganda de la Moncloa, que aspiraba tanto en la etapa de Iván Redondo como en la actual de ofrecer la idea de un líder socialista capaz de levantar la economía española.

El fin del sueño económico

La guerra en Ucrania, con el aumento del precio de la energía y la inflación desbocada, ponen al Ejecutivo entre la espada y la pared. Los cambios en la directiva del Partido Popular también influyen negativamente en las perspectivas electorales de Sánchez. Con los sondeos en clara tendencia negativa, y después del fracaso histórico en Andalucía, Sánchez se inspira en el planteamiento táctico de Podemos desde el año 2019. Entonces, Iglesias empezó a hablar de lawfare, es decir, el presunto ataque judicial contra la formación morada, y de las «cloacas» del Estado.

Sánchez todavía no habla de «cloacas», pero sí de «poderes ocultos» que, al igual que hizo Iglesias en su última entrevista antes de dejar el Ejecutivo, trabajan supuestamente para impedir la agenda del cambio del Ejecutivo. La frustración que experimentan en muchos ministerios socialistas atañe al hecho de que creen que su mensaje no llega a la opinión pública. Y culpan de esta desconexión a una supuesta «derecha mediática», cuyo término acuñó Iglesias y que ahora también recupera Sánchez.

Para Sánchez existe en España una «derecha mediática, económica y política» que impide a la ciudadanía ver los beneficios de su acción de Gobierno. «Tenemos una derecha económica, mediática y política que dice que yo poco menos que soy un dictadorzuelo que lo que quiere es pervertir el resultado electoral», reprochó en la entrevista del pasado jueves en La Sexta.

El ‘hombre camaleón’

Este discurso recuerda a las declaraciones de Iglesias pocos días antes de dejar el Ejecutivo. «Yo dije antes de ser vicepresidente del Gobierno que hay señores que mandan más que los diputados y los ministros y ahora, siendo vicepresidente, lo vuelvo a decir, hay dueños de bancos, dueños de grandes empresas que tienen más poder que yo y no les ha votado nadie», afirmó en enero de 2021.

«Tenemos un sistema democrático, pero limitado por poderes que ponen muchas trabas y muchas dificultades a que la voluntad popular de la gente se pueda expresar», agregó. Este discurso de tinte peronista ha sido ahora recuperado por Sánchez. A la vez que el líder socialista imita a Iglesias en su leitmotiv de la «derecha mediática».

Casi como un nuevo Leonard Zelig, en la película homónima de Woody Allen, es decir, un excéntrico personaje de comedia que tiene una peculiaridad: tiene la capacidad de cambiar su apariencia adaptándose al medio en el que se desenvuelve. Es el hombre camaleón. Es decir, una persona capaz de mutar constantemente en función del entorno social que le rodea. Llama la atención porque en los primeros años de Iglesias en la política española, se le tachaba de «camaleónico…capaz de mudar de piel a conveniencia». Ahora parece que Sánchez también quiere emular a Iglesias en ese ámbito.

Desde que Iglesias ha pasado a liderar un podcast para el diario Público habla cada semana de la «derecha mediática», que en su opinión es «más peligrosa que la derecha política». Se trata, como es lógico, de una manera de fidelizar oyentes, aunque es cierto que el líder morado utilizaba esta expresión desde hace años (concretamente, desde que empezaron a aparecer en la prensa las filtraciones de la tarjeta del móvil de Dina Bousselham).

Sánchez

Podemos celebra el giro de Sánchez

En su nuevo podcast, La Base, Iglesias menciona el termino «derecha mediática» cada semana. El diario dirigido ahora por Dina Bousselham, financiado por las donaciones de cargos de Podemos y afín al partido, también celebra el giro de Sánchez. «Sánchez ha señalado por segunda vez en una semana en una entrevista en la SER que su Ejecutivo es víctima de los ‘golpes’ de ‘poderes económicos y sus terminales mediáticas’… Estas declaraciones suponen un giro del presidente del Gobierno que hasta este momento nunca había reconocido la existencia de esa ‘derecha mediática’ a la que en numerosas ocasiones se refería Podemos. Pedro Sánchez siempre había rehusado valorar el señalamiento que sus socios de Gobierno hacían a la ‘derecha mediática’«, reza un artículo firmado por Maby Cabrera, una de las históricas dirigentes de mayor peso de Podemos en Madrid.

El giro de Sánchez, en definitiva, moldeado en la recuperación de un estilo y un discurso de facto copiado en los mensajes públicos de Podemos e Iglesias, revela que el tan esperado giro al centro del presidente no se va a producir. Aunque lo más novedoso de este movimiento es que Sánchez combina una línea conservadora, atlantista y filoamericana en el ámbito exterior, con la recuperación de un discurso rompedor, reivindicativo y antiestablishment en el interior. Quizás todo ello no sea el doble reflejo de su intención oculta de ganarse el favor de Estados Unidos para obtener a cambio un cargo internacional de renombre, y a la vez cabalgar el enfado social si las cosas se tuercen ante un ciclo económico que a esta altura ya se anticipa desastroso.

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