'Txapote', asesino de Miguel Ángel Blanco, encara sin arrepentirse sus últimos años de prisión
Encuadrado en el ‘ala dura’ de ETA, no está previsto que sea excarcelado antes de 2031, al igual que su pareja Gallastegui Sodupe
Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, y su pareja Irantzu Gallastegui Sodupe, ‘Amaia’, condenados ambos como autores materiales del atentado de ETA que acabó con la vida de Miguel Ángel Blanco hace ahora 25 años, encaran desde la cárcel de Madrid VII-Estremera la recta final de sus condenas acumuladas de 30 años por este crimen que supuso el principio del fin para la banda terrorista.
‘Txapote’, uno de los terroristas más sanguinarios de ETA, y su pareja fueron trasladados en marzo de 2021 desde la prisión de Huelva a la de Estremera dentro de la política de acercamientos impulsada por el Ministerio del Interior desde la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno a mediados de 2018.
Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, la fecha prevista del licenciamiento de condena de ‘Txapote’ está fijada de forma provisional para 14 de febrero de 2031, por lo que le restan aún al menos de nueve años de condena desde que ingresó en prisión el 15 de diciembre de 2005. En el caso de ‘Amaia’, con la que tiene dos hijos, la fecha para el final de condena está prevista para el 22 de mayo de 2032.
25 años después de asesinar a Miguel Ángel Blanco, García Gaztelu sigue cumpliendo condena por 14 asesinatos, entre ellos el de Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica Herzog o Fernando Buesa. No se espera su excarcelación para antes de 2031, según señalan las citadas fuentes jurídicas y penitenciarias, en un cálculo que puede variar sobre la fecha prevista dependiendo del cómputo que hagan los jueces a partir del tiempo pasado como preventivo o de las redenciones previstas por el Código Penal de 1995.
Nunca se ha arrepentido
‘Txapote’, detenido en Francia en 2001, forma parte del ‘ala dura’ de la banda terrorista al no haber mostrado nunca arrepentimiento por sus crímenes. Según las fuentes consultadas por Europa Press, en la actualidad se mantiene al margen del colectivo oficial de presos, ya que no comparte la línea política marcada por la izquierda abertzale tras la derrota de ETA, pero tampoco participa de la corriente crítica.
La sentencia de la Audiencia Nacional consideró probada la participación de ‘Txapote’ y su pareja, integrantes del ‘comando Donosti’, en el secuestro y crimen del concejal del PP en Ermua en julio de 1997, una acción criminal enmarcada en un chantaje al Estado de ETA para acercar a los presos etarras a cárceles vascas y que se perpetró días después de la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.
El tribunal acreditó que la muerte de Miguel Ángel se produjo «mediante dos disparos de arma de fuego efectuados por la espalda y a corta distancia sobre su cabeza, encontrándose con las manos atadas». La sentencia reflejó la «indiferencia y desprecio» hacia los jueces de ‘Txapote’ y prohibió a los terroristas acercarse a Ermua o al lugar en el que residan los familiares de la víctima durante cinco años desde su excarcelación. Se impuso 500.000 euros en concepto de responsabilidad civil, que debe abonar al Estado.
En régimen ordinario
Al tener pendiente una causa en situación preventiva -en 2020 fue procesado por el asesinato del concejal del PP Manuel Zamarreño, ocurrido en 1998-, ‘Txapote’ se encuentra en la actualidad en régimen ordinario en Estremera, lo que equivale a la clasificación en segundo grado, como el resto de los 179 etarras que siguen cumpliendo condena en cárceles españolas y que, antes del actual Ejecutivo, lo hacían en primer grado, el más restrictivo.
De hecho, casi tres de cada cuatro etarras cumple ya condena en prisiones del País Vasco o Navarra. No es el caso de ‘Txapote’, que tiene una condena acumulada de 30 años por los delitos de asesinatos, atentados, detención ilegal, depósito de armas, falsificación documental, estragos, incendios, robo y daños.
La lista de víctimas mortales de ‘Txapote’ la completan Alfonso Morcillo Calero, Mariano de Juan Santamaría, José Ignacio Iruretagoyena, José Luis López de la Calle, Jorge Díez Elorza, José Javier Múgica Astibia, Irene Fernández Perera, José Ángel de Jesús Encinas, Enrique Nieto Viyella y Máximo Casado Carrera; también por el intento de asesinato de Ramón Rabanera y José Ramón Recalde, además de un atentado contra una discoteca.
Cumple las tres cuartas partes de la condena en agosto de 2023, según informó Instituciones Penitenciarias cuando acordó su traslado a Estremera. En noviembre de 2020, la dirección de la prisión de Huelva lo sacó del módulo de aislamiento, lo que se tradujo en que podía coincidir con un mayor número de presos en el patio.
Gallastegui Sodupe, pareja de ‘Txapote’, está condenada igualmente a una pena acumulada de 30 años. En su caso, ingresó en prisión el 14 de junio de 2005 por los delitos de atentado y asesinatos, tenencia de explosivos, estragos e incendios terroristas. Tiene fijada el cumplimiento de las tres cuartas partes en noviembre de 2024 por matar a Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica Herzog y José Ignacio Iruretagoyena.
Informe policial contra la cúpula Etarra
En un informe reciente, la Guardia Civil apuntó como responsables del atentado contra Miguel Ángel Blanco a la cúpula de ETA que conformaba en los años 90 la ‘zuba’: José Javier Arizcuren, alias ‘Kantauri’; María Soledad Iparraguirre, ‘Anboto’; Mikel Albisu, ‘Mikel Antza’ e Ignacio Gracia Arregui, ‘Iñaki de Rentería’. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón los ha citado a todos -menos ‘Iñaki de Rentería’, por considerar prescrito los delitos- por planificar el secuestro y asesinato del concejal.
‘Kantauri’ -predecesor de ‘Txapote’ como jefe de los comandos etarras- es otro de los históricos de la banda que encara la recta final de su condena a 30 años por los delitos de asesinato, atentado, secuestro, depósito de armas, detención ilegal y falsificación. Ingresó en prisión el 17 de diciembre de 2001.
Alcanza las tres cuartas partes de la pena en junio de 2025, según informó Instituciones Penitenciarias cuando aprobó en noviembre de 2020 su traslado desde la cárcel de Murcia a la de Logroño, aunque semanas después, tras sufrir un infarto, decidieron que ingresara en la prisión de Pamplona.
María Soledad Iparraguirre, ‘Anboto’, está desde mediados de 2021 en la prisión de Zaballa, en Álava, según anunció el colectivo de apoyo a los presos etarras Etxerat. En España tiene pendientes una docena de causas por los que ya acumula penas de más de más de 400 años de prisión por diferentes atentados de ETA juzgados en la Audiencia Nacional.
La ex responsable de finanzas de ETA fue entregada en 2019 por Francia, país en el que fue detenida en 2004 junto a su pareja, el que por entonces máximo responsable del aparato político de la banda terrorista, Mikel Albisu, alias ‘Mikel Antza’. Éste último quedó en libertad el pasado mes de enero después de que la Justicia gala impusiera a ambos en diciembre de 2010 sendas penas de 20 años de cárcel.
Ignacio Gracia Arregui, alias ‘Iñaki de Rentería’, quedó en libertad en julio de 2011. Se le investigaba por los indicios que lo relacionaban con la orden de prolongar el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.
En la Audiencia Nacional se instruyen nuevas causas contra él, al igual que contra ‘Mikel Antza’ o José Antonio Urrutikoetxea, alias ‘Josu Ternera’, ya que asociaciones de víctimas los señalan como ‘cerebros’ del atentado de la T-4 en Barajas, el de la casa cuartel de Zaragoza o el asesinato de Gregorio Ordóñez.