La inflación se come el aumento del salario mínimo que logró Podemos en el Gobierno
Con la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno, el SMI pasó de 900 a 1.000 euros. La inflación al 10% devora esa subida.
El aumento de la inflación, que en junio ha alcanzado el 10,2%, su nivel más alto en 37 años, tiene el efecto de diluir el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) alcanzado por Podemos y la ministra Yolanda Díaz durante sus años de Gobierno. El PSOE subió el SMI de 735 a 900 euros en su primer año de gobierno en solitario. Después, tras el pacto de coalición con Podemos, el SMI alcanzó los 1.000 euros mensuales. La inflación deja, sin embargo, el poder adquisitivo por los suelos. El incremento disparado de los precios diluye uno de los logros de la presencia de Podemos en el Ejecutivo.
El principal incremento del salario mínimo se dio durante el Gobierno en minoría del PSOE tras la moción de censura a Mariano Rajoy. En sus primeros decretos, Pedro Sánchez disparó el salario mínimo hasta los 900 euros, con un aumento del 22% con respecto a los datos de 2018. Fue la mayor alza en 41 años. Hasta aquel momento, de hecho, el salario mínimo seguía anclado alrededor de los 700 euros.
Con la entrada de Podemos en el Gobierno, Sánchez se vio abocado a subir el SMI. Los ministros morados presionaron al presidente del Ejecutivo para que lograse los 1.000 euros de SMI, como una de las banderas de su presencia en el poder institucional. La ministra Yolanda Díaz fue una de las dirigentes que más presionó en este sentido.
Presiones sindicales
Esa presión hizo que el SMI aumentara paulatinamente hasta los 1.000 euros brutos. Así se anunció en el pasado febrero después de una reunión del Consejo de Ministros, y tras la presión también recibida por parte de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. La patronal CEOE no aprobó ese último incremento.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirmó ese día que la mejora salarial acercaba a España a las puertas de Europa: «El objetivo es ser más europeos y destituir un modelo empresarial y de relaciones laborales absolutamente precarios». «Si mejoran los salarios, mejora la economía en su conjunto. Por tanto, marcha atrás a la precariedad y a los bajos salarios», añadió.
Díaz destacó ese día que el aumento del salario mínimo no ha afectado a la creación de empleo, tal y como sostenían algunos sectores económicos y partidos de la oposición. Tan solo un mes antes, la Moncloa sacaba pecho de que en un año España había sumado 840.000 puestos de trabajo. Tan solo entre junio y julio, los afiliados a la seguridad social crecieron en 90.000 personas.
Aumento de los precios
Poco después, sin embargo, estallaba la guerra en Ucrania y la inflación, que ya daba señales preocupantes, empezaba a subir de manera exponencial. Entre abril y mayo, el índice de precios al consumo (IPC) subió hasta el 8%. La inflación pasaba de tener índices negativos hasta finales de 2020, hasta repuntar con datos récord interanuales.
Ahora, con las perspectivas más negras que nunca, los sindicatos ya han empezado a exigir un aumento del SMI frente al aumento de los precios. Hace pocos días, los sindicatos han vuelto a exigir subidas salariales para afrontar la espiral inflactiva. El aumento de los salarios ha centrado las reivindicaciones sindicales en el pasado día del trabajador.
«Las reivindicaciones no han hecho más que empezar», reclamaron los líderes sindicales. «Hay que desenmascarar a aquellos que lanzan mensajes a los trabajadores y votan en contra de la subida del SMI, de la revalorización de las pensiones y de la reforma laboral. Hay que recuperar un contrato social para el siglo XXI como forma de contraponerse al neofascismo», dijo ese día el secretario general de CCOO, Unai Sordo.