Santos Cerdán, único superviviente del núcleo duro que llevó a Sánchez a tomar el PSOE
Con su dimisión como vicesecretaria general del partido, deja al socialista como el último representante del equipo que coordinó la campaña de primarias
El actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, es el único que queda en primera línea política de aquel núcleo duro que llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a recuperar el liderazgo de los socialistas.
Con su dimisión como vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra deja a Cerdán como el último representante del equipo que coordinó la campaña de primarias en el PSOE que permitió a Sánchez en 2017 hacerse con la Secretaría General del partido.
Entonces, en el local de Marqués de Urquijo se reunían José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Adriana Lastra, Paco Salazar, Santos Cerdán y Juanma Serrano para elaborar la estrategia y la campaña de primarias de Sánchez contra el ‘aparato’ que tenía detrás la candidatura de Susana Díaz.
Entre otros, también estaban Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Maritcha Ruíz, Félix Bolaños, José Félix Tezanos, Manuel Escudero, Cristina Narbona y Josep Borrell.
Tras lograr recuperar el liderazgo del PSOE, Sánchez colocó a todos sus fieles en puestos de mando del PSOE, con Lastra como vicesecretaria general y portavoz parlamentaria. A Ábalos le puso como secretario de Organización y a Calvo, como secretaria de Igualdad, a la sazón ‘número 4’ del partido. Detrás, todos los demás, pero dentro de la Ejecutiva federal.
Con la moción de censura, al primero que sacrificó Sánchez fue al que era su jefe de Gabinete, Juanma Serrano, al que tiempo después encargó Correos y donde sigue como presidente de esta empresa pública.
En el Gobierno –aunque mantuvo también en el partido– Sánchez apostó por Calvo como vicepresidenta; Ábalos, como ministro de Transportes, y Salazar, como director adjunto del Gabinete del presidente, junto a Iván Redondo. También a La Moncloa se llevó a Félix Bolaños, como secretario General de Presidencia. Lastra se quedó al frente del Grupo Parlamentario.
Ante la dualidad de funciones, Cerdán fue cogiendo más peso orgánico en el partido, de modo que cuando Sánchez acometió hace un año la remodelación de Gobierno, que dejó fuera a Calvo, Ábalos y, en menor término, a Salazar -al que envió como presidente del Hipódromo de la Zarzuela-, el dirigente navarro acaparó el control en el partido, máxime cuando Lastra salió de la Portavocía del Congreso.
Fuera de ese primer círculo estaba también Bolaños, quién también ascendió en poder interno, pasando de ser la persona que redactó los nuevos estatutos del PSOE, a llevar el control de los asuntos que le encargaba Sánchez en La Moncloa y ahora el vigente ministro de Presidencia y ‘hombre fuerte’ en La Moncloa.
No obstante, en el 40 Congreso federal del PSOE de octubre, Sánchez ratificó a Lastra como ‘número dos’ del partido y le dio alguna competencia más en detrimento de Cerdán, que fue confirmado como secretario de Organización.
Si bien, ahora, con la marcha de Lastra como ‘número dos’ del PSOE, Cerdán es el único que queda dentro de la dirección del PSOE que estaba en aquel núcleo próximo a Sánchez que elaboró la estrategia que permitió al hoy presidente del Gobierno recuperar el timón del partido.