Ribera habla ahora de "flexibilidad" energética: bares y restaurantes pueden tener el aire acondicionado a 25 grados
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha matizado el paquete de medidas este viernes
La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha matizado el paquete de medidas este viernes
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha afirmado este viernes en una entrevista en Onda Cero que el decreto de ahorro energético aprobado esta semana «está para aplicarse» y las medidas que contiene son «asumibles» para España.
Además, el paquete de medidas está pensado para que se aplique con flexibilidad «cuando corresponde» en edificios de uso público, en entornos cuyos trabajadores tengan que hacer ejercicio físico, pues no es lo mismo trabajar sentado en una oficina que hacerlo en una cocina, en una tintorería o en una peluquería, ha dicho.
De ahí que Ribera asegure que bares y restaurantes pueden tener el aire acondicionado en el «entorno de los 25 grados», frente a los 27 que contempla el real decreto aprobado el lunes.
«No se puede pedir a trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza con respecto a los máximos y mínimos de temperatura», ha añadido también la vicepresidenta tercera del Gobierno.
En respuesta a la polémica generada estos días por el decreto, Ribera ha lamentado que en un contexto tan difícil como el actual, el debate no se centre en «cómo podemos ayudar» sino en «cómo evitar cumplir o en cómo evitar las sanciones», pues «parece que hay una invitación a no cumplir».
La ministra se refería al pulso que mantienen estos días el PSOE y el PP sobre estas medidas, desde que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, anunciara su oposición a cumplirlas.
«Es importante contribuir cuando otros lo necesitan», ha insistido Ribera en referencia a Francia, que tiene problemas de suministro y recibe gas de países como España, tanto gas directo como el que sirve para producir electricidad.
Esas exportaciones, ha aclarado, no computan en el 7 % que debe reducir España en su consumo, un objetivo que es «asumible» sin perjuicio para la industria.
Fuente: El Liberal / EFE