Feijóo y Ayuso comparten torrija a solas en una taberna de Madrid

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, compartieron este miércoles mesa y mantel durante tres horas en el restaurante ‘Casa Maravillas’ de la capital de España.

La cena fue a solas, sin asesores ni corte. Ambos llegaron al establecimiento en torno a las 20.30 horas y ocuparon una mesa junto a una de las ventanas del establecimiento, situado en pleno barrio de Salamanca, en la esquina de las calles Jorge Juan y Príncipe de Vergara.

Los dos demostraron sintonía durante toda la velada e incluso pidieron varios platos de picoteo para compartir. El menú, según fuentes cercanas al restaurante, estuvo compuesto por una ensaladilla rusa, un plato de tomate, piparras, una bola de cocido y de postre una torrija con dos cucharillas. De bebida, cerveza sin alcohol para él y vino de Madrid para ella.

El encuentro finalizó alrededor de las 23.30 horas y todo hace indicar que fue la propia Ayuso quien eligió el sitio, pues ‘Casa Maravillas’ es una típica taberna madrileña especializada en platos como el cocido o los callos y donde ella ha sido vista en alguna otra ocasión.

Imagen de unidad

Feijóo llegó al encuentro procedente de Málaga, donde pasó el día junto al presidente de Andalucía, Juanma Moreno. La cena con Ayuso es todo un símbolo de la imagen de unidad que quiere transmitir el líder del PP, una vez superada la etapa en la que la lideresa madrileña era criticada sistemáticamente por la dirección nacional en época de Pablo Casado.

A pesar de ello, lo cierto es que Ayuso se ha desmarcado recientemente de su partido al anunciar un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto de ahorro energético del Gobierno, algo que nadie más en el PP ha planteado y que a nivel nacional sólo Vox ha anunciado.

No obstante, la propia Ayuso se ha confesado encantada con Feijóo en varias ocasiones. En una reciente entrevista con el diario ABC, la presidenta madrileña señalaba: «Yo es me siento como si no hubiera pasado nada, como si Alberto siempre hubiera estado aquí».