La caída de Compromís por el 'caso Oltra' abre las puertas a un gobierno del PP en Valencia
La división interna y la falta de un candidato lastra las expectativas electorales de Compromís, que es clave tanto para el socialista Ximo Puig como para Ribó
El Partido Popular ve factible sustraer a los socialistas la Generalitat valenciana e incluso la alcaldía de Valencia. Una de las claves de los cálculos de los populares consiste en que el juicio contra Mónica Oltra puede quitar a los socialistas los apoyos parlamentarios esenciales para revalidar el gobierno regional. Y que la misma dinámica se pueda dar en Valencia, donde el alcalde Joan Ribó fue determinante para forzar la salida de Oltra tras su imputación. Los sondeos y cálculos de los populares revelan que existen «márgenes reales» para ganar un territorio clave en las próximas elecciones autonómicas y municipales.
El PP aspira a teñir de azul el mapa de España a partir del próximo mes de mayo. Los socialistas aseguran que pueden resistir en muchos de sus feudos, pero admiten que todas las miradas están puestas en regiones como la Comunitat Valencia, Castilla-La Mancha y las Islas Baleares. Algunas fuentes apuntan a que el equipo de Alberto Núñez-Feijóo se estaría centrando ya en arrebatar Valencia y las Islas Baleares al PSOE. Mientras que en Castilla-La Mancha algunos ya apuntan al fuego amigo de Pedro Sánchez para dificultar al presidente Emiliano García-Page la presidencia regional. «Hay buenas sensaciones», resumen desde el PP.
Los populares centran sus cálculos en Compromís. El partido surgido tras la confluencia de las familias poscomunista, ecologista y soberanista no está pasando por su mejor momento. Roto por dentro, pesa el juicio sobre la exvicepresidenta Mónica Oltra y el coste electoral que esta situación pueda acarrear. En las últimas elecciones autonómicas, el PSOE logró el 23% de votos, el PP bajó al 18,8% y Ciudadanos alcanzó un 17% de votos. Compromís se consolidó como cuarta fuerza con el 16% de las papeletas, pero ahora en un contexto de fragmentación de la izquierda alternativa al PSOE y con una cúpula dividida todo apunta a que empeorará su resultado.
Una ‘resaca’ difícil de digerir
Cabe decir que en las últimas autonómicas Compromís ya sufrió la resaca de la caída de Unidas Podemos. El partido liderado por Mónica Oltra perdió dos escaños y 440.000 votos con respecto a los anteriores comicios. Y los sondeos actuales vaticinan una caída alrededor de los diez escaños (actualmente tiene 17). La caída de Compromís afectaría directamente al PSOE de Ximo Puig, aseguran en el PP, a pesar de que el presidente está aguantando a nivel demoscópico.
Compromís por su parte bascula entre la esperanza de recuperar fuelle en el caso de una absolución de su dirigente o una caída en picado por ese caso judicial. La formación modificó recientemente su reglamento interno para recuperar in extremis a Oltra en las próximas elecciones. Una «desimputación» de la exvicepresidenta permitiría limpiar su imagen y aprovechar el efecto a nivel electoral. Esta opción está sobre la mesa, pero es de difícil ejecución. La política declarará ante el juez el próximo 19 de septiembre y no se puede descartar que la instrucción exceda los planes de la cúpula de Compromís.
El partido tampoco ha aclarado quien puede sustituir a la dirigente. Esa duda debilita por otro lado al partido, puesto que Compromís corre peligro de llegar a las elecciones autonómicas descabezado. Algunos sectores del partido revelan que Joan Baldoví, actual portavoz en el Congreso, suena como posible sucesor. Hace tiempo se barajó un intercambio de papeles, con Baldoví en la Generalitat y Oltra en el Congreso. Pero fuentes cercanas a Compromís sostienen que el dirigente prefiere de momento seguir en el Cámara Baja.
En ese delicado equilibrio y con las encuestas a la baja se mueve Compromís. Y esa caída preocupa al PSOE porque puede dar al PP un viento de cola que añadir al «efecto luna de miel» de Feijóo. Las próximas elecciones municipales y autonómicas servirán al nuevo PP de Feijóo para medir realmente su fuerza. Y también al PSOE para saber si el liderazgo de Sánchez ya ha llegado definitivamente a su fin. O si, como esperan altos cargos del Gobierno, los socialistas aguantarán y podrán llegar a las próximas elecciones generales con alguna esperanza de victoria.