La Justicia investiga al médico de Juan Carlos I y un empresario mexicano por presunto fraude
Se les investiga por presuntamente haber defraudado a Hacienda cerca de 600.000 euros y ocultar el cobro de 1,3 millones de euros
Un juzgado de Barcelona está investigando a uno de los médicos del rey Juan Carlos I, Manuel Sánchez Sánchez, por presuntamente haber defraudado a Hacienda cerca de 600.000 euros y simular varias ampliaciones de capital para ocultar el cobro de 1,3 millones de euros de procedencia desconocida. También investiga al amigo íntimo del Emérito Allen Sanginés-Krause, banquero mexicano y presunto testaferro del exjefe del Estado, como colaborador en los hechos, según ha desvelado El Periódico.
El doctor Manuel Sánchez Sánchez, que es uno los especialistas más reconocidos de la medicina preventiva y de longevidad saludable, tuvo sus primeros contactos con el Rey Emérito cuando trabajaba en la Clínica Planas de Barcelona como jefe del departamento de dietética y nutrición. Posteriormente, y ya en su propia clínica, los tratamientos al rey continuaron y, algunos de ellos, fueron pagados por el banquero mexicano Allen Sanginés-Krause. Estos pagos del banquero mexicano ya fueron investigados, pero la Fiscalía del Tribunal Supremo decidió archivarlas ya que JuanCarlos I había presentando una regularización ante la Agencia Tributaria, según el diario catalán.
La investigación surge de la querella presentada por la fiscalía contra ellos y la mujer del facultativo por presuntamente simular la ampliación de capital de la sociedad que gestiona la clínica de este doctor, la Clínica DeSánchez, con sede en Barcelona.
Dicha sociedad se creó en octubre de 2014 y su capital social fue suscrito, en principio, por la esposa del facultativo. Dos años después, en 2016, vendió la totalidad de sus participaciones a su marido, quien pasó a ser socio único de la firma. En esa misma fecha, la clínica recibió 245.000 euros de una mercantil radicada en Madrid creada por el Sanginés-Krause, «operación que no se amparó en ningún contrato escrito», alega la acusación, según recoge el citado diario.
No obstante, la Fiscalía de Barcelona estima que e las rentas reflejadas en las declaraciones de IRPF de 2016 a 2018 del doctor Sánchez fueron solo una parte de las reales y que «ocultó» una retribuciones por un importe de 1,3 millones de euros, que realmente provenían de la prestación de sus servicios profesionales como médico.
La Fiscalía asegura que para llevar a cabo dichos hechos, el médico, junto a su mujer y el empresario mexicano, «camuflaron» las cifras como ampliaciones de capital de la sociedad que gestiona la clínica y que fueron suscritas entre 2016 y 2018 por la empresa de Sanginés-Krause. Estas operaciones «no fueron tales, sino que se simularon».
La Fiscalía fundamenta sus conclusiones en que hay «falta de justificación de las primas de emisión y absoluta desproporcionalidad y ausencia de motivación económica de la inversión». También señala que hay falta de«control» por parte del socio capitalista y la inexistencia de de documentos sobre elproyecto. Por ello, la querella se ha presentado por tres presuntos delitos contra la Hacienda Pública.