Anna Gabriel niega que desobedeciera al Tribunal Constitucional durante el 'procés'
La exdiputada de la CUP asegura ante el juez Llerena que no recibió requerimiento alguno para dejar de promocionar iniciativas relacionadas con la independencia
Anna Gabriel ha asegurado al magistrado Pablo Llerena que no desobedeció al Tribunal Constitucional durante el procés. La exdiputada de la CUP ha comparecido en el Tribunal Supremo como procesada por un delito de desobediencia por su presunta implicación en la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de Cataluña en octubre de 2017. Fuentes jurídicas aseguran a THE OBJECTIVE que Gabriel ha negado ante el juez que recibiera requerimiento alguno del tribunal de garantías para que dejara de promocionar iniciativas parlamentarias relacionadas con la independencia.
Gabriel se ha personado este miércoles ante Llarena para prestar declaración indagatoria. Durante el acto se le ha comunicado formalmente su procesamiento por un delito de desobediencia, que no conlleva pena de prisión, sino multa e inhabilitación para empleo o cargo público de hasta dos años. El objetivo de su abogado, Íñigo Iruín, es que el caso sea archivado, aunque las fuentes consultadas por este diario sostienen que lo más probable es que el juez lo derive al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, pues Anna Gabriel ya no es cargo público.
La exdiputada de la CUP ha comparecido durante 15 minutos. Gabriel, que fue portavoz de su partido en el Parlament durante la legislatura del 1-O, solo ha respondido a la única pregunta que le ha formulado la Fiscalía. Se ha negado a contestar tanto a la Abogacía el Estado como a Vox, que ejerce la acusación popular. A la salida del alto tribunal, ha asegurado que se marchó a Suiza por motivos personales y que «los principios siguen intactos, como no podría ser de otra manera». Ha enmarcado su procesamiento como parte de la «represión y persecución de una aspiración legítima del pueblo catalán».
Vox responde a Anna Gabriel
«Nosotros también tornarem; también lo volveremos a hacer. Siempre estaremos defendiendo España de los separatistas, de sus mentiras y de su cobardía. En cualquier tribunal y lugar nos tendrán enfrente», ha asegurado Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, tras las declaraciones de Anna Gabriel. En su opinión, «son muy cobardes estos secesionistas; cuando están en el banquillo tiemblan y mienten».
La vicesecretaria nacional jurídica de la formación verde, Marta Castro, ha insistido en que el proceso no ha terminado: «Ahora estamos con los fugados». Gabriel ha permanecido más de cuatro años en Suiza. Estaba procesada por desobediencia, pero no existía ninguna orden europea o internacional de detención y entrega porque este delito no lleva aparejada pena de prisión, solo multa de hasta un año e inhabilitación especial para empleo o cargo público de hasta dos años de duración. La citación tuvo lugar después de que Gabriel se entregara al Tribunal Supremo el 19 de julio.
Ante la decisión de Gabriel de acudir personalmente, el juez LLarena dejó sin efecto la declaración de rebeldía que pesaba sobre la exdiputada. En aquella ocasión, acordó dejarla en libertad y avanzó que la citaría para tomarle declaración. Para ello le advirtió de que tenía la obligación de «comparecer cuantas veces fuera llamada». Además, le ordenó que dejara un domicilio y un teléfono donde pudiese ser localizada «inmediatamente», con apercibimiento de que cualquier incumplimiento de las obligaciones impuestas conllevaría la modificación de su situación personal.
Anna Gabriel ha asegurado este miércoles que «nunca se habría tenido que producir la judicialización». Visiblemente emocionada porque «son 4 años y medio lejos de casa», la exdirigente de la CUP ha reconocido que no tiene previsto establecerse en España. Continuará residiendo en Suiza donde, asegura, tiene compromisos personales y militantes que no ha querido aclarar a los periodistas. Se ha limitado a realizar una breve declaración tras abandonar el Supremo. Sí ha tenido palabras de agradecimiento para aquellas personas que le han acompañado y que están al lado de «los perseguidos».
La exparlamentaria catalana ha estado arropada por una amplía delegación de su partido, en la que destacan las parlamentarias Maria Sirvent y Eulalia Reguant. También la han acompañado diferentes dirigentes independentistas, especialmente de ERC, con su presidente, Oriol Junqueras a la cabeza. Le han secundado las senadoras Sara Bailac, Mirella Cortès y Adelina Escandell. También han estado los portavoces de ERC en el Congreso y en el Senado, Gabriel Rufián y Mirella Cortès.
Apoyo de otras formaciones
«Estamos aquí para mostrar nuestro apoyo personal y político a la amiga y compañera Anna Gabriel. Para reiterar que nadie debería comparecer ante este tribunal tras las muchas resoluciones adoptadas por organismos internacionales. Para reiterar nuestro compromiso con la amnistía, contra la represión y con el ejercicio del derecho de autodeterminación. Para reiterar nuestro compromiso con la república catalana y la independencia de Cataluña», ha asegurado Junqueras a su llegada al Supremo, tras participar en un desayuno informativo en Madrid.
El portavoz de JxCat, Josep Rius, ha incidido en que su formación sigue «apostando por la estrategia de todo el independentismo» para hacer frente también a la «lucha represiva». A las puertas del Senado ha reiterado que ni Gabriel ni ninguno de los «exiliados» ha cometido ningún delito. El portavoz de Podemos en el Congreso, Jaume Asens, también ha querido mostrar su apoyo frente a la «ofensiva judicial que están sufriendo». También han asistido los parlamentarios de Bildu Mertxe Aizpurua y Jon Iñarritu y el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich.
La comparencia de Anna Gabriel ante el alto tribunal no es la primera de este tipo. Ha dado este paso avalada por su nuevo abogado, Iñigo Iruín, el mismo que acompañó en marzo de 2021 a la ex consellera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación Meritxell Serret para que se entregara procedente de Bruselas, donde estaba desde octubre de 2017. Estaba procesada por la DUI y por presuntos delitos de malversación de caudales públicos y desobediencia. Contra ella pesaba una orden de detención nacional para tomarle declaración.
La vuelta de Anna Gabriel, símbolo de la izquierda independentista por su papel protagonista como portavoz de la CUP, cogió por sorpresa a las fuerzas políticas catalanas, incluido al propio Govern, que desconocía sus planes de regreso. Un retorno puntual, ya que tras comparecer ante el juez Llarena en el Tribunal Supremo, ha vuelto a Suiza, donde trabaja como abogada laboralista en UNIA, el mayor sindicato del país. Además, dirige la organización en el cantón de Ginebra.