El independentismo, al borde de la ruptura: Aragonès fulmina al vicepresidente Puigneró, cara visible de JxCat en el Govern
Todos los consejeros de Junts han puesto su cargo a disposición del partido, que se debate entre seguir en el Govern o pasar a la oposición
Todos los consejeros de Junts han puesto su cargo a disposición del partido, que se debate entre seguir en el Govern o pasar a la oposición
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció este miércoles por la noche su decisión de destituir al vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, máximo representante de Junts en un ejecutivo que se encuentra al borde de la ruptura.
Aragonès ha comparecido pasadas las once de la noche de este miércoles desde la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, tras una reunión extraordinaria del Govern en la tarde de este miércoles, que se ha alargado algo más de dos horas, y un posterior encuentro de más de tres horas del presidente con el secretario general de JxCat, Jordi Turull.
Esta «importante pérdida de confianza» se debe a que anoche, en el debate de política general en el Parlamento catalán, Puigneró no informó con antelación a Aragonès de la amenaza de Junts de pedirle que se someta a una cuestión de confianza, por lo que el presidente lo ha cesado y ha pedido a JxCat que, para sustituirlo, proponga a «alguien que ayude a cambiar la dinámica y rehacer las confianzas».
«Deseo que Junts continúe formando parte del Govern», ha afirmado Aragonès, que en este momento no tiene la certeza de si su decisión provocará o no la dimisión en bloque de los consellers de JxCat.
Junts había convocado para última hora del miércoles una reunión extraordinaria de su dirección, aunque finalmente ha sido aplazada a este jueves a primera hora. La plana mayor de JxCat -Laura Borràs, Jordi Turull, Albert Batet y Josep Rius- abandonaron con caras largas el Palau de la Generalitat poco antes de la comparecencia nocturna de Aragonès, sin hacer declaraciones ni dar ninguna pista sobre su siguiente paso.
Pasada la medianoche, JxCat ha emitido un comunicado donde alerta del «error histórico» que supone el cese del vicepresidente, porque «pone en peligro» la continuidad del proyecto independentista, y da a entender que la situación es ya insostenible, aunque no confirma aún su salida del Govern.
La dirección de JxCat debatirá esta mañana los escenarios posibles a partir de ahora, que pasan por salir en bloque del Govern y pasar a la oposición o proponer un nuevo nombre para sustituir a Puigneró en el puesto que ha dejado vacante, con la posibilidad de convocar una consulta a la militancia para decidirlo.
Así, este jueves todos los consejeros de JxCat han puesto su cargo «a disposición» de lo que decida el partido, cuya dirección se reúne este jueves por la mañana. Turull ha explicado en RAC1 que los miembros del Ejecutivo regional pertenecientes a la antigua Convergència se sienten «bastante expulsados del Govern».
Tras la destitución de Puigneró, sigue habiendo seis consellers escogidos por JxCat: Jaume Giró (Economía y Hacienda), Victòria Alsina (Acción Exterior y Gobierno Abierto), Gemma Geis (Investigación y Universidades), Josep Maria Argimon (Salud), Violant Cervera (Derechos Sociales) y Lourdes Ciuró (Justicia).
Turull, hombre fuerte del partido y que antes del verano era firme partidario de seguir en el Govern, ha ido matizando su posición, de manera que defiende mantener la coalición pero no a cualquier precio, a la espera de que ERC se comprometa a cumplir tres puntos del acuerdo de legislatura que JxCat ve claves: reactivación de un Estado Mayor del procés, unidad en Madrid y negociación de amnistía y autodeterminación en la mesa de diálogo con el Estado.
En la reunión extraordinaria del Govern, entre cinco y siete de la tarde, Aragonès ha reprochado a Puigneró lo que fuentes de ERC tildan de «deslealtad» intolerable y le ha recordado que él sí informó al vicepresidente y a Turull, en los últimos días, de su intención de proponer un referéndum pactado con el Estado a través de un «acuerdo de claridad», la llamada vía canadiense.
La reunión de este miércoles, en la que Aragonès pidió a JxCat que tome una decisión sobre si quieren «ser Govern o ser oposición», también ha servido para que el presidente preguntara a los consejeros de Junts, uno a uno, acerca de si conocían de antemano el anuncio de Batet y si avalan la cuestión de confianza planteada por su partido. ¿Cómo han respondido los consejeros? Las posturas difieren según las fuentes consultadas: desde ERC, se apunta que inicialmente los miembros del Govern de JxCat han mantenido una posición granítica, pero ante la insistencia de Aragonès han ido mostrando «dudas» y posiciones divergentes. «Que se aclaren», añaden fuentes cercanas al presidente.
En cambio, desde JxCat niegan esa versión y defienden que sus consejeros han trasladado «de manera unánime» a Aragonès su apuesta por el «cumplimiento del acuerdo» de Govern para garantizar la «estabilidad y lealtad del ejecutivo», una unidad también mostrada, según el comunicado de Junts, en defensa de la cuestión de confianza sugerida ayer por líder del grupo parlamentario, Albert Batet.
Una intervención de Batet ayer desde el atril que, precisamente, ha enervado a las filas republicanas, que consideran que JxCat y su presidente parlamentario traspasaron una línea roja y pusieron en jaque al ejecutivo «con nocturnidad y alevosía», al no haber informado ni al presidente catalán ni a la cúpula de ERC.
Fuente: EFE.