Marruecos aplaza a enero la cumbre con España tras el último choque con Ceuta y Melilla
A finales de septiembre, Albares afirmó que ambos gobiernos mantenían su intención de que la cita se celebrara antes de que concluya 2022
Nasser Burita, ministro de Exteriores de Marruecos. | Europa Press
Las relaciones entre España y Marruecos siguen con algunos sobresaltos. El ministro de Exteriores del país norafricano, Naser Burita, ha indicado que la cumbre entre ambos países se celebrará a principios de 2023 y no antes de que termine el año como estaba previsto tras haber haberlo pactado hasta en dos ocasiones. Aunque el dirigente marroquí ha reconocido la importancia de que esta se lleve a cabo en la nueva etapa que viven ahora las relaciones bilaterales, la tensión vivida por la carta enviada por Rabat a la ONU, en la que no se reconocían las fronteras terrestres con Ceuta y Melilla y se hablaba de estas ciudades como «presidios ocupados» parecen haber tenido consecuencias diplomáticas.
El retraso no es baladí. En la declaración conjunta suscrita tras el encuentro del pasado 7 de abril en Rabat entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Mohamed VI ambos ejecutivos se comprometieron a que la Reunión de Alto Nivel debía «celebrarse antes de que finalice el presente año». Además, a finales de septiembre, tras el encuentro con Burita, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo que ambos gobiernos mantenían su intención de que la cumbre se celebrara antes de que concluya 2022 e incluso, de ser posible, durante el mes de noviembre.
Es más, este mismo martes, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, también ha indicado que se está preparando la cita para que se le celebre «a finales de año«. Pero, en declaraciones desde Rabat, Burita ha dado al traste con los planes del Ejecutivo señalado que la cita tendrá lugar a principios ya de 2023.
En rueda de prensa con el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, de visita en Rabat, Burita ha dicho que la cumbre será «un momento importante en nuestras relaciones bilaterales» en la nueva fase iniciada a raíz de la carta de Sánchez en la que expresaba el apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara como «la base más sólida» para resolver el conflicto.
«Será un momento importante que reflejará este estado de ánimo positivo, este estado de ánimo orientado hacia el respeto de los compromisos que animan hoy la relación marroquí-española», ha abundado, según informa la agencia oficial MAP. Además, Burita ha recordado que la declaración conjunta «precisa los principios que definen esta nueva etapa y contribuye a definir las prioridades y a explicitar las posiciones sobre las cuestiones de interés para ambos países», estableciendo una hoja de ruta.
Cumplir los compromisos
«Se han activado todos los grupos de trabajo, con muchos elementos en marcha, y se cumplirán todos los compromisos contenidos en la hoja de ruta«, ha recalcado el ministro marroquí, que ha adelantado que también habrá «tiempo suficiente para preparar el foro parlamentario, el foro de empresarios y la movilización de todos los actores de esta relación».
Con sus palabras, Burita ha venido a reafirmar el compromiso de Rabat con uno de los puntos clave para el Gobierno español, la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta, donde no existía. Albares anunció en septiembre que la intención es que esto ocurra «a lo largo del mes de enero».
