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La Ley del Deporte divide a Congreso y Liga: «No se puede hacer la voluntad de Florentino»

Javier Tebas también está presionando al PP y PSOE con una huelga porque teme que la nueva normativa abra la puerta a la Superliga

La Ley del Deporte divide a Congreso y Liga: «No se puede hacer la voluntad de Florentino»

El presidente de LaLiga, Javier Tebas. | Oscar J. Barroso (EP)

La tramitación de la nueva Ley del Deporte tiene divididos tanto al fútbol como a la política. En los últimos días, la posibilidad de una huelga por parte de casi todos los clubes con motivo de esta nueva normativa se ha hecho cada vez más grande. El motivo: la eliminación de unas enmiendas por parte del PSOE y Partido Popular que podría abrir la puerta a la famosa Superliga que impulsan Real Madrid y Barcelona, entre otros equipos europeos. Una postura que sostiene el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y que ha encontrado eco en formaciones aparentemente en las antípodas como Ciudadanos y Unidas Podemos.

En concreto, el portavoz del partido ‘morado’, Pablo Echenique, ha indicado que «el Parlamento no está para hacer la voluntad de Florentino Pérez, sino para defender el interés general», y se ha mostrado partidario de que el actual texto del proyecto de Ley del Deporte se modifique para garantizar que sea así. Mientras que el portavoz de Ciudadanos (Cs) en la Comisión de Cultura y Deporte, Guillermo Díaz, ha asegurado que la enmienda que registrará su grupo a la Ley del Deporte «dará seguridad jurídica a los clubes de Primera y Segunda división que tienen contratos firmados y que podrían verse afectados».

La postura tanto de Ciudadanos como de Podemos tiene que ver con la eliminación de unas enmiendas por parte de los dos partidos mayoritarios que han puesto en pie de guerra tanto a LaLiga como a la mayoría de los equipos, que amenazan incluso con hacer un parón en las próximas jornadas de competición si la ley avanza tal y como está. En concreto, se elimina la posibilidad de no admitir en la competición a aquellos clubes que militen en competiciones paralelas que no están reconocidas por FIFA o UEFA, además de no amparar el pacto que se firmó con CVC por el que se cedió un 10% de los derechos audiovisuales durante los próximos 50 años al fondo de inversión británico.

Superliga y CVC, los dos puntos de fricción

En este sentido, desde la patronal del fútbol consideran que la eliminación del primer punto supondría aceptar de facto una futura irrupción de la Superliga europea, competición que defienden el Real Madrid y el Barcelona. Además, si el pacto multimillonario con el fondo de inversión, al que también se oponen precisamente tanto el club madrileño como el barcelonés, no se incluye en la nueva normativa, LaLiga tendría que pagar una importante indemnización a la sociedad internacional, además de ver la viabilidad de varios clubs pequeños seriamente comprometida.

«Todo apunta a que ha habido una intervención de Florentino Pérez porque, si no, no se entiende que se esté apostando por un texto que tiene en contra a 39 de 42 clubes de fútbol«, ha señalado Echenique en una conferencia de prensa en el Congreso. Por su parte, Díaz asegura que la iniciativa que acaban de presentar «va a tener un apoyo importante de prácticamente toda la cámara, salvo PP y PSOE», que han tenido «unos cambios de criterio inexplicables y tienen que contar por qué han cambiado de opinión«, y han llegado a retirar enmiendas que aportaban seguridad jurídica.

«Hemos encontrado una forma de mejorar esta retirada con la enmienda que vamos a presentar y daremos seguridad jurídica a 39 clubes de Primera y Segunda, que tienen unos contratos que estaban firmados con la legislación vigente y que con esta podrían verse afectados únicamente por silencio o laguna legislativa», ha señalado.

Vox, en contra de todo

Por su parte, el grupo parlamentario Vox ha asegurado ser contrario en cualquier caso al dictamen final de la Ley del Deporte que se votará esta tarde en el Congreso, porque, en su opinión, «va crear más problemas de los que va a resolver, y ya ha sido respondida por los propios clubes, que anuncian una huelga». Vox ha considerado que la ley es una «necesidad reconocida por todos, y si hubiera sido abordada de una forma menos sectaria por el gobierno de PSOE y Podemos, como sucedió con la Ley antidopaje, podría haber gozado de unanimidad», han apuntado desde este grupo.

«Sin embargo, el deseo del PSOE de apoyar a caciques federativos de su cuerda y los delirios de sus socios de Podemos han superado el del interés público y la defensa del bien común. Como ya han dicho los propios deportistas, los clubes y los especialistas en derecho deportivo, es mejor dejar la ley de 1990 que aceptar esta. Compartimos esa opinión», han señalado.

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