Malestar en la Legión con Robles y Almeida por el bajo perfil en la inauguración de su estatua
Ningún alto cargo de Defensa asistirá al evento. El Ayuntamiento olvida enviar invitaciones al escultor de la obra y al autor del boceto, el pintor Ferrer-Dalmau
Estatua en honor a la Legión que se inaugura este martes en Madrid. | Marta Fernández (EP)
La inauguración este martes en Madrid del primer monumento en honor a la Legión en la capital ha provocado malestar e indignación en un buen número de militares y legionarios, según ha podido constatar THE OBJECTIVE, por el bajo perfil de la delegación que envía el Ministerio de Defensa al acto y la «deslucida» organización del mismo a cargo del Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida.
El alcalde y la edil de Cultura, Andrea Levy, presidirán el acto a las 17:00 horas en la confluencia entre el Paseo de la Castellana y la calle Vitrubio, justo enfrente de la sede del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), pero tanto el escultor de la obra, Salvador Amaya, como el autor del boceto, el pintor Augusto Ferrer-Dalmau, no han recibido invitaciones protocolarias para el evento.
Un responsable de protocolo del Ayuntamiento le comunicó al escultor el pasado jueves por teléfono que este martes se iba a inaugurar su obra de manera oficial, tras ser colocada en el pedestal el pasado 20 de septiembre -día del aniversario de la Legión- y después de varios aplazamientos para cortar la cinta, el último de ellos previsto en torno al 12 de octubre, ya que Defensa lo tenía entre sus actividades ligadas al Día de la Fiesta Nacional. Pero Amaya -también autor del monumento a los héroes de Baler- irá al acto de este martes sin saber dónde se tiene que colocar y si tendrá que intervenir.
Más grave es el «olvido» con Ferrer-Dalmau, conocido en España y el extranjero por sus obras de batallas históricas y que cuenta con distinciones como la Orden de Isabel la Católica y la Gran Cruz al Mérito Militar. El autor del boceto del caballero legionario fundido en broce, con uniforme de hace un siglo y portando un fusil Mauser con la bayoneta calada, recibió este lunes otra llamada telefónica de Cibeles -la sede del Ayuntamiento- invitándole al acto… a menos de 24 horas del mismo.
La comunicación se produjo después de que THE OBJECTIVE hubiese preguntado a media tarde en el Consistorio por la ausencia de invitaciones formales para los responsables de la obra. «Por desgracia no puedo ir , no me da tiempo para cambiar un viaje previsto», se excusó Ferrer-Dalmau ante su interlocutor.
Ningún alto cargo ante la estatua de la Legión
En cuanto a la representación del Ministerio de Defensa en el acto organizado por el Ayuntamiento madrileño, a las citadas fuentes les ha sorprendido la ausencia de altos cargos del departamento de Margarita Robles. La ministra parte tras el Consejo de Ministros hacia Islandia para asistir al foro Global Fórum-Women Leader, un compromiso que tenía programado desde hace varias semanas, pero tampoco estarán en la inauguración de la estatua en honor a la Legión ni la secretaria de Estado, Amparo Valcarce, ni la subsecretaria, Adoración Mateos.
Tampoco estarán el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón, ni el propio jefe del Ejército de Tierra del que depende orgánicamente la Legión, el general Amador Enseñat, quien ha preferido enviar al jefe de la Dirección de Acuartelamiento, el general Enrique Millán, quien es el representante institucional del Ejército de Tierra en Madrid, y al jefe de la Brigada ‘Rey Alfonso XIII’ II de la Legión, el general Melchor Marín.
Además, habrá representantes militares de los cuatro tercios de la Legión. Concretamente, de los tercios ‘Gran Capitán’ 1º (Melilla), ‘Duque de Alba’ 2º (Ceuta), ‘D. Juan de Austria’ 3º (Ronda, Málaga) y ‘Alejandro Farnesio’ 4º de la Legión (Viator, Almería). «Es el mínimo como delegación. Menos que eso sería un boicot», advierte un alto mando a este periódico tras conocer el listado de asistentes para el homenaje a esta unidad de élite del Ejército.
Las asociaciones de legionarios ya se habían mostrado «decepcionadas» y «engañadas» con el alcalde de la capital por la demora a la hora de colocar la estatua junto al Museo Nacional de Ciencias Naturales. El tamaño de la escultura es de 2,80 metros de altura y está colocada sobre un pedestal de alrededor de 3,5 metros, en cuyo interior se ha colocado una cápsula del tiempo con un chapiri, una camisa legionaria, emblemas, libros y el reconocimiento médico del primer legionario que se alistó, el ceutí Carlos Espresati de la Vega, según El Debate.
La estatua pesa aproximadamente seis toneladas que, sumadas a las 14 del pedestal, hacían difícil su colocación. Por este motivo los técnicos del Ayuntamiento decidieron cambiar la ubicación que habían planeado originariamente: de la Plaza de Oriente a la calle Vitrubio, aunque las asociaciones de legionarios culparon también de ello al empeño de Defensa por quitar protagonismo al monumento promovido por la Fundación Museo del Ejército.
El miembro de la Plataforma Histórica Millán-Astray, Guillermo Rocafort, sostuvo en septiembre que Almeida había sido «una completa decepción» para su colectivo: «Ha estado meses dando largas sobre la estatua, cuyo lugar ideal era la Plaza de Oriente, pero este alcalde es sensible a las presiones de la extrema izquierda y a los veteranos de la Legión nos da la espalda. Si por él fuera ni la pondría», expuso a THE OBJECTIVE antes de su colocación por sorpresa en el día del aniversario de la Legión.
